Hace unos años, un joven boliviano en Barcelona explicaba que en su maestría la gente que estudiaba con él se le habían reído cuando le llamó al profesor: “Licenciado” (así, con mayúscula). Él, avergonzado, entendió que las risas eran porque en realidad el profesor era “Doctor”, un grado académico muy superior. Pero seguía equivocado, era porque hacía evidente ese afán latinoamericano de resaltar el grado de estudio de una persona.
Las fabulosas máquinas de la ideologia y del poder
Las fabulosas máquinas de la ideologia y del poder Raúl Prada Alcoreza Miserias de la ideología nacionalista e imperial El mundo es sistema mundo desde la conquista de Tenochtitlán. Emerge el sistema mundo moderno, el sistema mundo capitalista globalizado. No hay Occidente ni tampoco Oriente, así como no hay Norte ni Sur, salvo como invención del … Leer más