Rompiendo los eufemismos económicos del FMI
Hace unos días varios opinadores económicos salieron en los diferentes medios de comunicación al estilo de “cuenta cuentos”; aseverando que el Gobierno Central cometió un error al devolver el crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) pactado durante el Gobierno Transitorio de J. Añez, entre ellos Alberto Bonadona quien asegura que el préstamo no se trataba de un crédito en sí y que se trata de una medida política y no económica.
Empecemos con la primera opinión errónea por parte de los cuenta cuentos, el préstamo realizado por el FMI en abril de 2020 por USD 327 millones se trataba de un crédito, ya que este generaba pago de capital e intereses; es importante señalar que acá y en China, por no decir en cualquier parte del mundo, cualquier pago que contemple intereses y comisiones tiene la definición de crédito. Y no así como pregonan los opinadores económicos.
Por otra parte, llama la atención el pánico que tratan de transmitir estos políticos disfrazados de “analistas” al mencionar que se cometió un error en la devolución de dicho crédito; denominemos esta acción como “doble moral” ya que el año pasado varios de estos opinadores mencionaban que el crédito debería ser devuelto o fue un error contraer deuda con el FMI y ahora en un intento de búsqueda de fama de cinco minutos aseveran que la medida fue errónea.
Es necesario señalar nuevamente que el crédito del FMI gestionado por las ex autoridades autoproclamadas se encontraba en la ilegalidad al no cumplir con la Constitución Política del Estado (CPE) y poner en riesgo la libertad y soberanía económica del país; si leemos la CPE en sus artículos 158 y 322 nos damos cuenta de que cualquier préstamo/crédito que el país solicite debe ser aprobado para su desembolso y ejecución por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), acción que no se dio durante el Gobierno Transitorio aceptando el desembolso sin el visto bueno de la ALP durante abril de 2020, y además incurriendo ya en costos financieros al pagar la comisión por desembolso impuesta por el FMI de USD 1,6 millones.
Si realmente dicha operación no se trataba de un crédito y Bolivia no se estaba endeudando con el FMI ¿Por qué se empezó a cobrar comisión e intereses?; ¿Por qué la ex presidente autoproclamada en reiteradas ocasiones pedía a la ALP que apruebe el desembolso de dicho crédito? Son preguntas cuyas respuestas dejan en “jaque” a los opinadores económicos y ex autoridades de transición.
Y por si fuera poco, en un intento de engaño a la población boliviana, las ex autoridades de facto en el Banco Central de Bolivia ocultaron la operación de deuda con el FMI del registro de estado mensual de deuda externa que publicaba la Gerencia de Operaciones Internacionales de la entidad en cuestión, engaño que salió en los medios de comunicación el 12 de agosto de 2020 y acción por la cual no se hicieron responsables ni dieron explicación alguna; queda claro entonces que las ex autoridades autoproclamadas buscaron los medios para encubrir la ilegalidad de la deuda contraída con el FMI.
Por último, el ex Ministro José Luis Parada y el ex Presidente del Banco Central de Bolivia Guillermo Aponte en ningún momento tuvieron la intención de explicar a la población boliviana el condicionamiento del crédito del FMI, el cual claramente se encontraba escrito en el acuerdo de deuda entre José Luis Parada, Guillermo Aponte y el FMI, donde se mencionaba que “Bolivia considerará un cambio gradual hacia mayor flexibilidad del tipo de cambio en el mediano plazo”; ¿esto qué quiere decir?, que Bolivia iba a presentar cierto “entreguismo” en materia fiscal, monetaria y financiera hacia el FMI perdiendo así la libertad económica y aceptando las viejas recetas del FMI que años atrás trajeron desigualdad y crisis económica al país.
Para que los opinadores económicos logren entender la gravedad del asunto y lo acertado de la devolución del crédito del FMI, les pondré un ejemplo de novela donde una madre interesada obliga a su hija a casarse con un hombre solo por su dinero, donde la hija se encuentra obligada a aceptar todas las condiciones del hombre solo por su dinero; el lector sabe quiénes son los personajes.