Las verdaderas dictaduras (militares) asesinaron, hicieron desaparecer y encarcelaron a miles de bolivianos. Además, ilegalizaron a partidos políticos, prohibieron la acción sindical y suspendieron todos los derechos civiles. El toque de queda era ley.

Evo Morales pide a periodista francés distinguir entre un dictador y un presidente ungido por voto popular

(ABI).- El presidente boliviano Evo Morales pidió a un periodista francés que lo entrevistó en París, distinguir entre un dictador y un presidente ungido por el voto popular, cuando Marc Perelman, de France 24, interpretó, durante una entrevista, el fallo del Tribunal Constitucional de Bolivia que habilita la postulación, como candidatos, de 3.600 autoridades electas en el país andino amazónico, como una vía no institucional.

«La dictadura es entrar con armas, Bolivia también vivió eso. (En el caso del fallo del Tribunal) es someterse al voto del pueblo, al voto soberano. Eso no es dictadura, y no puedes entonces confundir con los dictadores. En Bolivia también hubo dictadura, con estado de sitio, con bala, con muertos, con confinados, con expulsados y encarcelados, eso es dictadura, y diferenciemos claramente; ustedes, como franceses, saben muy bien. Y no confundan (un dictador con un) presidente electo con voto del pueblo», argumentó Morales.

Morales que viene de ganar, con holgura, las elecciones presidenciales de 2005, 2009 y 2014, además del referendo convocado para la revocatoria de su mandato en 2008, cuando recibió el apoyo de 67 de cada 100 bolivianos, aclaró a Perelman que el fallo del Tribunal sólo le habilita como candidato y de ninguna forma lo reelige, como intenta confundir su oposición en Bolivia.

«Eso está en manos del pueblo; si bien acudiendo a la Constitución el Tribunal hizo su fallo constitucional, además respetando las normas internacionales, dentro de ese marco, no es que Evo será presidente  otra vez, sino el pueblo decidirá sí o no» en las urnas a fines de 2019, esgrimió.

Pelerman había acudido, para interpelar a Morales, a la generalidad y sin precisar caso alguno inscrito en la historia, de que en Africa «muchos dictadores dicen lo mismo, ‘que el pueblo me llama, que la estabilidad es lo más importante…’.

Poco antes, Morales había significado a Perelman que Bolivia vivía un momento de economía boyante, que el país andino amazónico iba a encabezar este año, por cuarta vez consecutiva desde 2013, la tabla del crecimiento regional.

También había representado a Perelman que Bolivia gozaba, como contadas veces en su turbulenta historia política y social, de una estabilidad que se condecía con el despegue del país.

«¿Como qué dictador?; dígame», reaccionó entonces.

Perelman insistió al líder sudamericano que el referendo de febrero de 2016, en que la opción No se impuso por estrecho margen, poco más de un punto y que el gobierno de Morales denunció, con pruebas, de amañado, cerraba el conducto a una nueva postulación.

En determinado momento de la entrevista el periodista francés, que pareció desconocer el rigor de los gobierno militares a contrapelo de la Constitución boliviana entre 1964 y 1982,  inquirió a Morales que postule a otro candidato.

«Usted podría decir ‘no quiero ser presidente’ y dejar a otro», le sugirió al tiempo de hacer notar que se hacía eco de los criterios de algunas gentes, principalmente de la oposición conservadora de Bolivia, que llaman «dictadura» al gobierno de Morales en que se han celebrado en los últimos 12 años, 3 elecciones presidenciales, otras tantas subnacionales, 2 elecciones populares de magistrados y tribunos, un referendo revocatorio de mandato y una elección para asambleístas constituyentes.

«Hay gente que le acusa de transformar al país en una dictadura», soltó Perelman.

El mandatario boliviano de 58 años insistió, a manera de rebatir los argumentos de su contradictor que su continuidad en el Palacio Quemado no dependía sino del pueblo boliviano volcado a las urnas.

«Depende de la votación del pueblo. Lo que quiero decir es que el 21 de febrero del año pasado, si usted sabe, todo ha sido mentira y mentira, además el referendo era para modificar la Constitución y se está respetando la Constitución. El pueblo, los movimientos sociales, en un congreso dijeron que hay cuatro vías para rehabilitarme como candidato, entre ellas está la interpretación de la Constitución mediante el Tribunal Constitucional.

Por último, Morales dijo que enfrentaba la injerencia de Estados Unidos, de cuya égida sacudió a Bolivia en la última década, que se opone a que fragüe el proceso de cambio que propulsa en Bolivia.

«Ahora Estados Unidos dice que Evo renuncie a la candidatura (de 2019) y una senadora dice que es una dictadura», denunció.

LAS VERDADERAS DICTADURAS EN BOLIVIA

1.- Hugo Banzer presidió un sangriento golpe de Estado el 21 de agosto de 1971. En su gestión ilegal de 7 años se ilegalizó a los partidos políticos, prohibió la acción sindical, suspendió todos los derechos civiles y envió tropas militares a los centros mineros. Recibió apoyo directo del Chile de Augusto Pinochet y de Estados Unidos.

Según el portal La Pública.org.bo en su periodo dictatorial se registraron 400 muertos. 100 desaparecidos, 14.000 encarcelados y 19.000 exiliados. Posteriormente Hugo Banzer volvió a gobernar Bolivia junto a su vicepresidente Jorge Tuto Quiroga con un respaldo electoral de apenas 22,3%.

2.- Otra dictadura fue la presidida por Alberto Natusch Busch quien, el 1 de noviembre de 1979 derrocó a un gobierno democrático mediante un sangriento golpe de estado. Entonces se produjo la Masacre de Todos Santos, donde murieron más de 100 personas y se produjeron 30 desaparecidos.

3.- El 17 de julio de 1980 un grupo de militares estrechamente ligados al narcotráfico, liderados por Luis García Meza y su lugarteniente Luis Arce Gómez con apoyo activo de la dictadura militar argentina y la acción de un comando terrorista denominado los Novios de la Muerte y organizados por el criminal nazi Klaus Barbie y el mafioso italiano Marco Marino Diodato, encubiertos por la CIA, produjeron un nuevo sangriento golpe de estado, derrocando al gobierno democrático de Lidia Gueiler e impidiendo la asunción de Hernán Siles Suazo. En esta dictadura resultaron asesinados o desaparecidos unos 500 opositores. Las exportaciones de cocaína sumaron 850 millones de dólares, el doble de las exportaciones legales. Entre los múltiples actos de corrupción cometidos se cuenta la venta clandestina del Diario de Bolivia de Ernesto Che Guevara.

Actualmente, García Meza y Arce Gómez cumplen una condena de privación de libertad de 30 años sin derecho a indulto por los crímenes cometidos.

 

 

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