Mario Boada y Gonzalo Mariaca*

En una pequeña escuelita, el pasado año, un grupo de ciudadanos que presionaban a las autoridades para que realicen un censo de vendedores, bloqueó la puerta de ingreso al establecimiento" />

Similitudes con el fútbol boliviano

Una historia repetida de aplicados, vagos y aplazados

Gonzalo Mariaca Valverde

Mario Boada y Gonzalo Mariaca*

En una pequeña escuelita, el pasado año, un grupo de ciudadanos que presionaban a las autoridades para que realicen un censo de vendedores, bloqueó la puerta de ingreso al establecimiento. La profesora reportó a la Directora que, estando vencido el 3er bimestre, se tenía las notas de los alumnos y alumnas y era claro quiénes eran los aplicados, los regulares y los que perderían el año. La Directora, que tenía a su sobrina en la pre – promoción, preguntó en qué puesto se encontraba ella. –Regular, pero no accederá a escolta ni abanderada de la escuela— Continúo la autoridad, –Entonces clausuramos el curso y que todos repitan el año– sentenció sin disimular malicia y alegría.

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Este año, los aplicados decidieron superar la pérdida de un valioso año en sus vidas y dieron su mayor esfuerzo para estar nuevamente en los primeros puestos del cuadro de honor de la escuela. Es más, con mejores notas estaban a punto de terminar el curso con un promedio inalcanzable, iban a ser abanderados sin duda alguna. Pero sucedió lo inesperado. Una profesora reportó a la Directora que recibió una llamada anónima indicando que un grupo de alumnos, dos o tres, habrían hecho chanchullo en los exámenes de 3er trimestre. Le sugirió a la Directora, realizar una investigación seria para comprobar estos rumores. La Directora, antes de tomar decisiones, pidió las notas para ver en qué puesto estaba su sobrina ¡No! –otra vez no será abanderada—

Y así, llamó a la Junta de Padres, un grupo de familias que valoraban mucho la competencia por sobre todas las cosas, especialmente por el premio que otorgaba una empresa a la escuela de 3 becas en Europa a los mejores alumnos, les dijo: –Habiendo recibido denuncia de chanchullos de tres alumnos de la pre-promoción, ¿me pueden sugerir que debemos hacer? Los padres de los 3 primeros alumnos pidieron que se investigue la denuncia pero que no se perjudique por segundo año consecutivo a sus hijos. La Directora, que sabía que su sobrina no accedería a la beca, continuó: –¿Qué dice la mayoría?–

Y así, nuevamente se impuso la Directora aprovechando la viveza criolla de los padres de familia, especialmente de los que iban a perder el año, los más entusiastas en imponer la clausura del curso y la anulación de las notas.

Ahora, los mejores alumnos declararon que no se inscribirán en el curso siguiente entre tanto no concluya la prepromoción, sus padres han recurrido con esperanza a la Dirección Distrital de Educación y esperan que se haga por fin justicia. Alguien advirtió que no inscribirse el año próximo sería un boicot. Otros manifestaron que nada debería justificar renunciar a los principios de justicia y alentaban a las tres familias afectadas.

En la última reunión de la Junta Escolar, la Directora estaba tan nerviosa que no podía responder preguntas sin que su secretaria le dicte al oído lo que iba a decir, al parecer, su conciencia le estaba gritando que no era correcta su actitud sólo por satisfacer a su presumida sobrina, adinerada pero poco dedicada al estudio.

Como esta, muchas historias, que sorprenderán a quienes creen en méritos, en justicia, en equidad, pero que la irracionalidad de intereses de quienes no cuentan con esos atributos, buscando aprovechar en su beneficio, el desorden, el caos y bajo el pretexto de lo ilícito, salir ganancioso del castigo injusto a quienes solo hacían méritos para llegar primero a su objetivo.

Cualquier parecido con la realidad actual de la situación que vive el futbol boliviano, es mera COINCIDENCIA..!!!!!

*Indignados, muy indignados hinchas del decano del futbol nacional

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