300 palabras, un mundo
Verano cruel
Hechos consumados que predicen el futuro. António Guterres, secretario de la ONU, usando datos de La Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Copernicus de la Comisión Europea apuntó julio como el mes más caluroso jamás registrado en América del Norte y Europa, donde se vive un verano cruel. Todo es consistente con las predicciones, la única sorpresa es la velocidad con que ocurre. Para los científicos, los humanos tienen la culpa, sentenció Guterres.
El futuro abre una incógnita ¿Qué busca Vladimir Putin anunciando mover armas tácticas hacia Bielorrusia? El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, lo minimizó asegurando que no va a suceder. Tantas líneas rojas se cruzaron, Putin es “malo, malísimo” pero no loco para desatar el fin de la humanidad. La doctrina de aniquilamiento mutuo asegurado que fundó una paz duradera en la guerra fría ya no funciona.
El show mediático de la nave nodriza proveniente de una civilización que quizás ya no exista, que estudia nuestro sistema solar, sumado al anuncio del gobierno de EEUU que está rastreando fenómenos aéreos no identificados y la declaración bajo juramento de un ex oficial del Pentágono que EEUU posee naves alienígenas y vía ingeniería inversa pretende copiar su tecnología, que tienen restos biológicos no humanos. Estas afirmaciones no provienen de gurús conspiranoicos sino del pentágono, militares y científicos.
El año de las dudas es 2023. Guterres aseguró que el aire es irrespirable, el calor insoportable, se acabó la etapa del calentamiento y entramos a la época de la ebullición global; aunque admite que los beneficios de los combustibles fósiles alcanzan cifras récords. Él hace lobby para la transición energética adonde irán las nuevas inversiones en los próximos años. Tiempos dorados para quienes se enriquecen de nuestros miedos, del desastre, la carne artificial, autos eléctricos. Es el comienzo de una época de inseguridad.