La crisis del MAS o el fin del Estado plurinacional

Wilson García Mérida

Sol de Pando.- “La tensión política al interior del MAS ha llegado a una situación límite de crisis orgánica”, afirma el intelectual cochabambino José de la Fuente Jeria, y advierte: “Esto puede implosionar al instrumento político más grande de nuestra historia… para, finalmente, arrastrarnos a una crisis política de carácter estatal”.

Es decir, la implosión del MAS —su autodestrucción por una pugna interna pre-electoral— podría derivar en el derrumbe del Estado Plurinacional, según la advertencia que de la Fuente Jeria expuso en un artículo publicado el 28 de mayo en el suplemento Animal Político de La Razón.

“Ante la pregunta ¿a dónde va el MAS?, sólo se puede contestar con un gesto pesimista, porque todo indica que la fractura y la pérdida de la potencia de lo nacional popular nos lleva a una crisis mayúscula de alcance estatal”, escribió el académico cochabambino en tono premonitorio.

Dos semanas después de publicarse el citado artículo, irrumpió en escena el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada como un síntoma inequívoco de la crisis, sorprendiendo al país con una propuesta para abolir el Estado Plurinacional mediante una nueva Asamblea Constituyente, en busca de retornar a un Estado Neoliberal con rasgos parlamentaristas y “republicanos”.

El mensaje enviado por Sánchez de Lozada desde su exilio en Estados Unidos, es la consigna que será enarbolada al unísono por la oposición de la derecha boliviana, hegemonizada por fuerzas fascistas que tienden a la violencia racista, ante lo cual es previsible una catástrofe política que podrá causar extrema ingobernabilidad en el régimen actual.

Según de la Fuente, este panorama se torna inminente debido a la pugna interna del MAS, que ha separado al partido del gobierno. Si esta ruptura persiste, pronostica el analista, Bolivia deberá prepararse para un terremoto político de gran magnitud. Evitarlo, se torna una tarea que demanda una elevada dosis de honestidad política y radical autocrítica, no exentas de depuración moral, en ambos bandos.

“Como ante cualquier realidad política compleja y difícil, lo primero es reconocer la existencia de múltiples factores y centrarse en los principales para buscar una conclusión constructiva; porque, sin la menor duda, la alternativa es el desastre político general, no sólo del MAS”, afirma.

Para José de la Fuente Jeria, la única alternativa que permitiría revertir la crisis “son las elecciones primarias del 2024, para elegir a través del voto a todas las candidaturas para las elecciones del 2025 y 2026, empezando de Presidente, Vicepresidente, legisladores, gobernadores, asambleístas, alcaldes y concejales. Mientras tanto, acuerdo general para terminar de salir adelante con el gobierno elegido con más del 55%”.

La propuesta cochabambina viene alcanzando adhesiones más allá del MAS inclusive. La defensa del Estado Plurinacional es un imperativo ciudadano que no compete solamente al partido y la partidocracia que administran el proceso de cambio. Esta posición fue desde siempre, por ejemplo, la línea editorial de Sol de Pando.

Este medio informativo mantiene firmemente, en esa línea, la propuesta de restituir el territorio originario de la nación Pacahuara en el departamento de Pando. Se trata de una tarea inherente a la integralidad indígena del Estado Plurinacional, un tema tratado con displicencia tanto por el anterior como por el actual Gobierno del MAS. En caso de retornar el gonismo, la nación Pacahuara sería definitivamente exterminada en su destierro de más de medio siglo.

José de la Fuente identifica tres factores causantes de la actual crisis:

1) los errores partidarios cometidos con anterioridad a la arremetida fascista de 2019, quedando fracturado el liderazgo de Evo Morales;

2) la prematura electoralización del proceso que ha desnaturalizado la gestión de gobierno y ha debilitado el liderazgo presidencial en la administración de la política económica;

3) la insuficiencia de democracia interna en el aparato partidario (en palabras nuestras el arraigado verticalismo estalinista) que ha forzado disidencias innecesarias y perturbado el nexo con las organizaciones sociales donde predomina, contradictoriamente, la democracia horizontal y comunitaria.

Una necesaria autocrítica entre la dirigencia y militancia del MAS en torno a esos tres factores, hará posible no solamente un consenso orgánico para la reunificación vía elecciones primarias en 2024, sino también abrirá las puertas de un frente antifascista, más allá del MAS, para enfrentar la arremetida en ciernes tras la propuesta de Sánchez de Lozada pretendiendo abolir el Estado Plurinacional.

Choquehuanca y el cuarto factor de la crisis

Sin embargo, de la Fuente no menciona un cuarto factor determinante en la crisis, y estamos seguros lo abordará en un próximo artículo: la corrupción y el narcotráfico que están campeando en el actual Gobierno.

En este ámbito, el vicepresidente David Choquehuanca, principal mentor del cuestionado Ministro de Justicia, viene causando decepción entre sus propios simpatizantes, al encubrir y fomentar con su sórdido silencio (y por la forma sinuosa en que preside el Congreso) la lucrativa protección al narcotráfico por parte del actual Ministro de Gobierno, entre otros hechos de corrupción a gran escala tales como los sobornos de Juan Santos en el Ministerio de Medio Ambiente; o la rearticulación mafiosa en Migración-Pando en torno a una Senadora que actúa en Cobija declarándose “vocera” del Vicepresidente y bajo la tutela de una Ministra de la Presidencia proveniente del banzerismo más rancio.

Ergo: el MAS, en sus dos polos enfrentados —es decir en el aparato partidario y el estatal— deberá en su autocrítica depurar sus filas de todas aquellas tendencias a la corrupción, al autoritarismo y la traición que están aflorando gracias a la crisis. Entonces, la crisis habrá sido una gran oportunidad para avanzar. Entonces sí, se podrá dar el salto cualitativo hacia otra etapa de la revolución boliviana, en una otra dimensión que parecía utópica: la dimensión Ética y Libertaria.

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