Diferencias comerciales entre Bolivia y China
Las estadísticas bolivianas son contundentes al señalar que China es el principal proveedor para las importaciones bolivianas. En consecuencia, este país asiático es importante desde el punto de vista del consumo (importaciones), en lugar de la producción como destino final para las exportaciones.
En el último quinquenio, China ha ofertado alrededor del 20% de las importaciones Bolivianas; de forma contraria, Bolivia sólo le ha vendido el 5% de sus exportaciones totales.
Las compras que realiza China a Bolivia están conformadas en 99% por materia prima: aproximadamente cerca de 450 millones de dólares por año, donde el Zinc es el principal mineral de exportación (200 mill. USD), seguido de la Plata (100 mill. de USD) y del aceite de crudo (95 mill. De USD), entre otros minerales adicionales (Estaño, Cobre y demás).
A nivel estratégico, en Bolivia no existe un desarrollo de la industria del ZINC para desarrollar productos y empresas vinculadas con rubros de Acero y el Hierro, Tales como el sector vinculado a procesos de galvanización y la construcción (fundidora de hierro, fierros para la construcción, recubrimiento de otros metales con acero o hierro).
Desde el punto de vista del consumo, China ofrece productos a precios más bajos y sobre todo con bienes finales no producidos en Bolivia, accesibles para todos los presupuestos, al considerar que sus costos unitarios son bajos, con niveles de producción a gran escala. En Bolivia, se destacan los siguientes productos chinos de mayor relevancia: celulares (primer lugar), motocicletas (segundo lugar), neumáticos para buses y camiones (tercer lugar), entre otros.
Un libre comercio siempre será un beneficio para todo el mundo, donde las familias (especialmente de escasos recursos) podrán comprar productos a precios más baratos, sin embargo, el principal desafío es el desarrollo industrial de sus materias primas, con énfasis, en el Zinc, la Plata y otros minerales más.
A nivel microeconómico, la competitividad, basado en la tecnología, producción a gran escala y el conocimiento técnico son los principales diferenciadores para rivalizar con el monstruo asiático, en términos de la competitividad a nivel mundial.