Los grandes del G7 ven una economía que mejora

En la última reunión “virtual” del G7, el grupo de naciones que conforman las 7 economías más avanzadas del planeta, es decir, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y EE.UU. y que conforman en todo su conjunto el 46% del PIB global tuvieron la oportunidad de hacer un balance de la actual situación económica y las diferentes respuestas nacionales e internacionales a la emergencia del coronavirus.

Los ministros notaron una mejora en las condiciones entre las economía del G7 en un escenario universal menos pesimista de lo esperado. Las observaciones llegan en un día negro para Japón, que vio caer el PIB en un 7,8% en el período abril-junio, que es el tercer trimestre consecutivo de contracción. El segundo trimestre, sin embargo, fue negro para todos los países del G7, que ahora, esperan en una recuperación gradual de la economía tras la emergencia del Covid-19. Se pueden ver signos de optimismo en los datos económicos, pero el camino sigue siendo engañador y siempre a cuesta arriba, especialmente para los EE.UU. Los contagios del Covid-19 en los Estados Unidos continúan aumentando y el atascamiento de las negociaciones en el Congreso sobre nuevos estímulos a la economía, oscura las perspectivas económicas en el año electoral. Los 3,000 billones de dólares ya inyectados en la economía han limitado el daño, pero millones de estadounidenses permanecen sin trabajo y corren el riesgo de perder sus casas si no se llega a un acuerdo político que pueda congelar aún más los alquileres y las hipotecas.

Wall Street ha continuado corriendo frente a todas las adversidades, pero el temor es que la incertidumbre política a medida que se acerca la votación del 3 de noviembre prevalecerá en el caso que un determinado resultado de la votación no esté disponible de inmediato.

También en Europa la incertidumbre sigue siendo alta, el motivo es simple, el coronavirus volvió a crecer en muchos países, lo que ha provocado restricciones y controles para los viajeros y esto podría ser un nuevo golpe a la industria del turismo ya penalizada este año. No hay duda de que la economía mundial se está fortaleciendo, pero no ha salido todavía de los problemas del coronavirus.