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En la fase final del plan se prevé la declaración de un supuesto fraude electoral e imposición de un gobierno paralelo

“El plan de EE.UU. contra Bolivia”

El sitio web https://bbackdoors.wordpress.com publicó el 8 de octubre un artículo titulado “El plan de EE.UU. contra Bolivia”, en el que se afirma que se gesta un golpe de estado contra el presidente Evo Morales y que pretende ser ejecutado entre dines de 2019 y presuntamente marzo de 2020.

Según el artículo, disponible en la dirección https://bbackdoors.wordpress.com/2019/10/08/us-hands-against-bolivia-part-i/ sus principales operadores son Gonzalo Sánchez de Lozada, Manfred Reyes Villa, Mario Cossio y Carlos Sánchez Berzain, todos ellos residentes en Estados Unidos. En Bolivia articulan las acciones en Bolivia los líderes de la agrupación opositora Coordinadora Nacional Militar, compuesta por militares de la reserva entre los que se cuentan al General Rumberto Siles y los coroneles Julio Maldonado, Oscar Pacello y Carlos Calderón.

El artículo agrega que ese grupo coordina acciones con dirigentes de la oposición, entre ellos Waldo Albarracín, quien dirige la Confederación Nacional Democrática (Conade), Jaime Antonio Alarcón Díaz, presidente del Comité Cívico de La Paz, el ex presidente Jorge Quiroga, Juan Carlos Rivero, Rolando Villena, ex defensor del pueblo y Samuel Doria Medina del partido Unidad Nacional. Estas personas son las responsables de suministrar el financiamiento que se envía desde Estados Unidos para ejecutar el plan, y también asegurar las acciones previstas para crear un estado de crisis social que permita convulsionar el país antes del 20 de octubre, fecha electoral.

El artículo asegura que el plan ya está en marcha y busca dividir las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Boliviana, para que que estas se alcen contra Morales. Además, prevén la manipulación de sectores estratégicos de la sociedad boliviana, como el sector universitario, el sector médico, los discapacitados y los ambientalistas, para desestabilizar el país.

Gran parte del financiamiento ya se encuentra en territorio boliviano para lo cual han contado con el apoyo de Embajadas acreditadas en Bolivia y la iglesia evangélica, quienes han sido utilizados por el gobierno de Estados Unidos como fachada para no verse implicados directamente en estos fines injerencistas, dice el artículo.

Según la página de bbackdoors en WordPress, funcionarios del Departamento de Estado acreditados en Bolivia entre ellos Marine Scott y Rolf A. Olson se reunieron con funcionarios diplomáticos de Brasil, Argentina y Paraguay para que organicen y planifiquen acciones de desestabilización contra el gobierno boliviano, y entregar el financiamiento estadounidense a la oposición local.

Un plan de tres fases

El plan contaria con tres fases. En la primera, desarrollada entre abril y julio de 2019, se establecieron alianzas políticas para conformar un solo frente de oposición, reuniones de coordinación en función de las acciones a realizar en las fases 2 y 3. En esta fase se inició la campaña de descrédito contra el gobierno utilizando para esto la estructura mediática concebida que incluye a medios de prensa opositores, medios alternativos, activistas en redes sociales, así como la realización de denuncias ante organismos internacionales.

En la segunda fase, ya en ejecución, el objetivo sería generar convulsión e inestabilidad social en el país. El artículo asegura que esta fase comenzó a implementarse en junio y prevé llegar hasta octubre de 2019 y consiste en establecer un estado de crisis social en el país a través de manifestaciones violentas y pacíficas, tranques y paros, utilizando para ello los Comités Cívicos y el Movimiento 21F, así como al sector universitario y el sector médico, entre otros grupos de la sociedad civil.

Uno de los objetivos de esta fase sería fragmentar las instituciones armadas del estado, principalmente a la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Para esto se prevé el reclutamiento de altos jefes militares activos dentro de las Fuerzas Armadas, quienes apoyarían el Golpe de Estado y asumirían la presidencia del país en una coalición cívico-militar, ya conformada, para el período de transición. El artículo dice que se conoce que ya hay un grupo de militares reclutados, entre los cuales se encuentran personas muy cercanas al presidente Evo Morales, quienes desde su cargo facilitarían la realización de las acciones contempladas en el plan, utilizando para esto la desinformación al presidente.

En la fase final del plan se prevé la declaración de un supuesto fraude electoral e imposición de un gobierno paralelo, previsto a ejecutarse una vez terminen las elecciones presidenciales.

El artículo del 8 de octubre asegura que según las evaluaciones del Departamento de Estado Evo Morales resultará ganador de las elecciones y ante ese escenario “ha estado creando las condiciones objetivas y subjetivas para la declaración de un fraude electoral”.

El artículo original completo está disponible en:

 

US HANDS AGAINST BOLIVIA. PART I

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