Caída en las reservas internacionales

Roger Alejandro Banegas Rivero

Las Reservas Internacionales Netas (RIN) están relacionadas con la disponibilidad de depósitos en moneda extranjera,  son administrados y controlados por el Banco Central de Bolivia (BCB) y se componen de diversas monedas de reserva, especialmente dólares y euros, además de Derechos Especiales de Giro y Oro, por lo cual, las RIN sirven para garantizar la importación de bienes y servicios, así  como para el pago de la deuda externa.

Una de las principales funciones y medidas de seguridad de las RIN revela su importancia en la determinación del tipo de cambio (Bs./USD), con base  en la cantidad o disponibilidad de moneda extranjera en el país. En tal sentido, cuando un país mantiene un  nivel bajo de reservas o estas se van agotando, generalmente los Bancos Centrales tienden a devaluar su moneda local en relación con la moneda extranjera.

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Desde el 2015, las Reservas han caído desde los 15000 millones de dólares y posiblemente con la tendencia continua podrá llegar alrededor de los 6500 para el 2020.

Sin embargo, la medición de las RIN no debe observarse solamente en términos monetarios, sino en porcentaje al tamaño de la Actividad Económica del País, también llamado Producto Interno Bruto (PIB), por lo cual, la caída viene desde el 45% del PIB, actualmente está en el 18% y la tendencia para el 2020 gira entorno al 14%.

En el 2019, el indicador de las RIN en Bolivia coincide con el valor promedio a nivel Sudamericano (18% del PIB); sin embargo, el riesgo es la tendencia a la disminución. Los países que mantienen los niveles más bajos de Reservas Internacionales en el Continente son Argentina y Venezuela (menos del 10% del PIB), caracterizados por fuertes procesos inflacionarios y devaluaciones como consecuencia del deterioro económico generalizado.

El cuestionamiento principal gira en el por qué las economías de los tienen a perder reservas internacionales, la respuesta gira en función de tres dimensiones frecuentes: desaceleración productiva, cifras rojas del sector externo y números negativos en el sector público (déficit fiscal),  especialmente cuando los niveles de gasto e inversión pública no acompañan con la generación de recursos existentes en la economía.

Otro elemento fundamental en la disminución de las Reservas Internacionales está asociado con la incertidumbre económica y financiera internacional, así como la dependencia de los precios de exportación: con afectación en la pérdida de divisas y por tanto de reservas internacionales.

En consecuencia, un riesgo de mantener un tipo de cambio fijo durante un período prolongado, consiste en el cambio de expectativas  de los consumidores, depositantes en el sistema bancario e inversores, por lo cual, una pequeña devaluación puede ejercer especulaciones significativas en la economía que puede afectar al desempeño del sistema financiero: riesgo cambiario y riesgo de liquidez.

En resumen, si las tendencias siguen al ritmo actual, para el 2020 se tendrán niveles de reservas por debajo del promedio de la región. La evidencia internacional ha demostrado que el riesgo de su agotamiento es una crisis de monedas extranjeras, también llamada crisis de balanza de pagos, lo cual conlleva a mercados cambiarios paralelos, distorsiones en el sector productivo: volatilidad de precios, costos, salarios y problemas de poder adquisitivo para los consumidores.

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