Transportistas confirman paro de 24 horas para este jueves
La Federación del Transporte Urbano de La Paz, conocida como Chuquiago Marka, ha decidido no participar en el paro de 24 horas convocado por la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia para este jueves. Argumentan que no quieren involucrarse en lo que consideran un juego político, especialmente después de que en un congreso reciente se discutieran temas relacionados con el transporte y se contara con la presencia del ministro de Obras Públicas. Sin embargo, las federaciones de El Alto y las provincias han confirmado su participación en el paro, exigiendo mejoras en el suministro de carburantes y dólares, lo que ha llevado a la implementación de bloqueos de caminos.
La Confederación Sindical de Choferes de Bolivia ha organizado este paro debido a la creciente escasez de diésel y dólares, situación que se ha intensificado por los retrasos en la descarga y transporte de carburantes desde Chile. El transporte pesado ha iniciado bloqueos de caminos en protesta, y las federaciones de El Alto, el Altiplano y los Yungas se han unido a esta medida, con planes para realizar bloqueos contundentes tanto en la ciudad como en las provincias.
El Servicio Departamental de Educación (Seduca) ha anunciado que las clases se mantendrán, pero con cierta flexibilidad en los horarios de ingreso de los estudiantes y en la presentación de trabajos y exámenes, para adaptarse a las dificultades provocadas por el paro. En otras regiones del país, como Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Beni, Potosí y Tarija, los transportistas también han confirmado su participación en el paro y en los bloqueos, con la expectativa de que la protesta sea total y contundente.
Por su parte, la Federación de Transporte de Chuquisaca ha decidido brindar solo apoyo moral al paro nacional, sin sumarse activamente a las movilizaciones. Esto se debe a que no quieren incrementar los perjuicios dentro de su región, especialmente considerando que ya hay otros sectores en huelga indefinida. La falta de respuesta del Gobierno a las demandas de los transportistas podría llevar a una escalada en las medidas de presión.