EEUU- Rusi y China “con derecho de torturar”
Para pocos es desconocido lo sucedido el pasado 22 de marzo, cuando hombres armados irrumpieron en Crocus City Hall, en Krasnogorsk, un suburbio del norte de Moscú y dispararon contra el público. Unas 6.000 personas asistían a un concierto de rock, de las cuales 139 personas fallecieron y un poco más de 1000 personas se encuentran heridas.
Sin embargo, de lo acontecido y lo horrendo del desenlace armado perpetrado, el día 25 de marzo se mostraron fotografías y videos donde se conocían nombres y nacionalidad de los autores intelectuales y alguno de ellos materiales del horrendo crimen.
Los hombres capturados y que comparecieron ante el tribunal este domingo, las autoridades rusas los identificaron como Dalerdzhon Mirzoyev, Saidakrami Murodali Rachabalizoda, Shamsidin Fariduni y Muhammadsobir Fayzov, todos ellos naturales de Tayikistán, país al norte de Afganistán.
Si bien es cierto la organización Estado Islámico (EI) se atribuyó en su canal de Telegram el atentado del pasado viernes y publicó pruebas en video de los atacantes disparando contra la multitud dentro de la sala de conciertos y la BBC verificó que el video es auténtico, no es menos evidente que el gobierno ruso dijo este pasado lunes que no era apropiado hacer comentarios al respecto hasta que no hubiera concluido la investigación.
Sin embargo, las autoridades rusas desde un inicio por declaración del presidente Putin y posteriormente, han sugerido que Ucrania ayudó a los atacantes, siendo así que el mandatario ruso manifestó que Kyiv había «preparado una ventana» para permitirles cruzar la frontera y escapar hacia territorio ucraniano.
No obstante estas declaraciones, tanto el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, como la portavoz del Consejo de seguridad Nacional de EEUU Adriene Watson, rechazaron las acusaciones y atribuyeron toda responsabilidad al Estado Islámico (EI) por el hecho perpetrado, este último como líneas arriba se mencionó atribuyéndose como en el pasado contra Rusia una vez más una acción criminal, pero ¿toda esta versión occidental será verdad?, ¿sabemos que información de inteligencia pocas veces se publica, por tanto que deparará el futuro más cercano? ¿No aparenta ser otro caso como el atentado del gasoducto Nordstream?.
Sin embargo lo anterior, y la situación política internacional que aflora por lo acontecido, si bien es cierto y evidente que todo lo que se muestra con relación a la detención de los supuestos autores pudiera caber plenamente en la violación de los derechos humanos como también la vulneración a la convención internacional sobre tortura, y que si bien es evidente que la noción tradicional y más extendida de tortura se ha centrado en el dolor y sufrimiento infligidos a una persona, normalmente un hombre, bajo custodia del Estado, la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes define la tortura de forma mucho más amplia: “ (…) se entenderá por el término ‘tortura’ todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia (…) ”
Existe una prohibición mundial de la tortura y todas las formas de crueldad y humillación desde 1948, año en que se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos siendo así que a la fecha son 156 los países que han firmado la Convención contra la Tortura de Naciones Unidas, pero la prohibición va aún más allá y es vinculante incluso para los Estados que no se han unido a los tratados de derechos humanos pertinentes. Ningún Estado puede torturar ni permitir ninguna forma de tortura o malos tratos en ningún caso, ni bajo justificación alguna.
A pesar de lo anterior, EEUU, Rusia y China las más grandes potencias militares, económicas y comerciales del mundo, lastimosamente no se han adherido o ratificado a la convención de las NNUU contra la Tortura y otros tratos inhumanos, por lo que a pesar de lo que se diga y cuanto se diga, estos tres países se sienten y sentirán siempre con derecho de torturar, digan lo que digan y aunque duela que lo digan.