El Cojudo de hoy no será el cojudo del mañana…
En un medio como el nuestro, la palabra “cojudo” que engloba ser tonto o bobo, la utilizamos para referirnos a una persona o personas, que en cualquier momento de la vida y ante cualquier circunstancia que se presente, según lo que digan o hagan son catalogados como “cojudos”, recordando un ejemplo actual, “..en Bolivia aun habiendo perdido por guerra el Litoral y jurídicamente posibilidad de retorno al mar cautivo, seguimos manteniendo como verdad que algún día volveremos a nuestro Litoral cautivo, por lo que les pregunto ¿hay que ser o no cojudo para pensar eso?”
Para no herir susceptibilidades ni dañar la imagen integra de quienes no se sienten cojudos, empezaremos en decir que el primer cojudo es quien escribe sobre ello, dado de que puede errar al definir o equivocarse al interpretar por lo que no dejará de ser quien es “cojudo”.
Por otra parte, en nuestro país tenemos una infinidad de tipo de cojudos, aquellos que lo son desde siempre, otros que, aunque intenten no serlo siempre lo serán y aquellos como quien escribe, cojudos circunstánciales incluso involuntarios, pero al fin y al cabo cojudos.
Esta palabra, mucho más que antes hoy por hoy se constituye en un símbolo a través del cual cualquiera puede pertenecer al club, dado de que por diestra o siniestra en algún momento de la vida será, pero jamás dejará de ser cojudo.
Los cojudos clásicos de siempre son los políticos, que, frente a la demagogia y esas promesas falsas pre eleccionarias, lo que hacen siempre es hacerse a los desentendidos y pasar la pelota a sus jefes de bancada o partido para luego desdecirse frente a lo que la opinión pública opina de ellos, es decir los cojudos de siempre.
Luego tenemos a quienes se creen astutos, hábiles o infalibles, pero por ese mismo hecho no pueden dejar de ser cojudos; Luego están los llunkus, pudiendo ser estos karas o taras que solo por serlo jamás dejaran de ser cojudos; Luego tenemos a los empresarios que frente a cualquier situación que se presenta, oportunidad para ellos, creen que por hacerse a los cojudos podrán lograr sus objetivos más por el contrario siempre pertenecerán al club; luego tenemos a los que forman parte de las organizaciones sociales quienes por quedar bien con unos, obedecer a otros y aplicar medidas innecesarias en desmedro de las mayorías, se constituyen en cojudos útiles y tenemos a quienes hoy observan de frente o detrás de ustedes, sentados o parados quienes fueron, son o serán en algún momento de la vida cojudos, es decir “cojudos seguros”.
Frente a esta situación, y ante la coyuntura actual en el país y el mundo, lo seguro es decir que estamos plagados de cojudos quienes creen que pueden solucionar los problemas de países, cuando ni sus propios problemas familiares son capaces de solucionar; nos encontramos frente a personajes “cojudos” que consideran absurdo buscar un equilibrio entre el bienestar social y la liberalidad económica y por el contrario buscan el protagonismo y el figurar como remedio para aminorar su cojudez o falta de compromiso social o iniciativas.
Nos encontramos frente a una serie de cojudeces en el mundo que no nos permite pensar con claridad y menos actuar con sosiego y tranquilidad, la intervención militar rusa en ucrania; los ataques israelíes en gaza, los problemas inmigratorios en la frontera México-USA, las pateras y el infierno africano en busca de libertad, Taiwán-China y lo que puede venir más adelante, Irán, corea del Norte, oriente próximo u Oriente medio, Países Latinoamericanos y sus gobiernos, África y sus problemas y mucho mas hacen de que estemos plagados de cojudos sin capacidad ni idoneidad de resolver nada, sin embargo para tranquilidad de todos, no siempre estarán los cojudos de hoy, por lo que existe la esperanza de que el cojudo de mañana no sean tanto como el cojudo de hoy y ello ojala para por fin vivir bien y en armonía.