Perú: Navidina
Que le pedirían los peruanos a Mamá Noel Dina y a Papa Noel Soto con todo su Congreso en estas navidades?
Este diciembre cada uno de los 130 parlamentarios va a recibir unos S/ 1,400 diarios, igual que la suma de 42,3 sueldos mínimos (S/ 33 diarios). Uno solo de ellos percibirá más que todos los trabajadores de una empresa mediana. Encima, la mayor parte de los adultos no son asalariados y muchos de ellos hay días que no ganan ni un sol.
Una sola comida que ofrezca Dina puede costar más de los mil soles mensuales de una remuneración mínima vital. Sin embargo, todas las promesas que ella u otros legisladores haya hecho para subir algo los magros ingresos de la población han caído en nada. Los Santa Clauss del poder andan con sacos rotos.
Los peruanos no quieren que les regalen un poco de pavo, panteón o chocolate caliente, sino ver qué se vaya todo este Congreso y la presidente. El mejor obsequio que pudiesen darnos es, simplemente, verlos que se vayan.
Los actuales Ejecutivo y Legislativo se han tornado unos que fomentan y lucran con la corrupción. Y, con eso, han hecho agigantar la inseguridad ciudadana, el caos ecológico, el descontento popular, el hambre y la recesión.
No hay un solo país del hemisferio en el cual tanto el Gobierno como el Parlamento solo tengan un dígito de aprobación. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo el 4.2% de los peruanos confía en este Congreso, quizás el más impopular del planeta.
Hay que seguir otros ejemplos. El del pueblo argentino que viene tomando la calle contra su nuevo mandatario electo Milei y su shock, el del chileno quien ha vuelto a apostar por una nueva carta magna, el del boliviano y ecuatoriano que lograron una nueva constituyente.
Ni este Kongreso ni Dina se van a ir por su propia voluntad o la de una hada madrina. Hay que volver a ganar las calles y solo con grandes movilizaciones se va a lograr sanear al país, sacar a estas autoridades y darnos el regalo que nos merecemos: una nueva Constituyente con poder que sea capaz de reorganizar y depurar radicalmente nuestra sociedad.