¿Fraude?
La sociedad boliviana se encuentra dividida y cercada por las consignas, teorías, supuestos y otras posiciones respeto a si hubo fraude o golpe de estado; lo de golpe de estado considero que es un tema netamente jurídico constitucional, sin embargo en el aspecto de fraude me permito analizar el proceso como ciudadano.
Al inicio de todo proceso electoral, en cada mesa de votación, de forma aleatoria se designa a los jurados electorales, que no son más que simples ciudadanos que se encuentran inscritos en el padrón electoral, es muy difícil que los 5 jurados electorales respondan ideológicamente a un solo partido, de aquí podemos afirmar que este jurado es independiente política y partidariamente; sin embargo, suponiendo el extremo que los 5 jurados si responden a un partido político, tenemos a los delegados de todos los frentes participantes, los cuales deben firmar las actas tanto al inicio como al final.
En el acto eleccionario, los jurados cuentan con una lista de votantes, en esta lista puede haber personas fallecidas días o semanas antes de las elecciones y que no fueron depuradas, sin embargo, para que una persona pueda emitir el voto debe presentar su carnet de identidad, luego los jurados deben hacer una verificación de los documentos y de la foto con la persona presente, esta verificación también lo realizan los delegados de los partidos participantes, por tanto el que una persona pueda hacerse pasar por un difunto es muy difícil y si lo logran también son culpables los delegados partidarios.
Al final los jurados electorales hacen el recuento público (donde todo ciudadano puede asistir), verificando papeleta por papeleta, los resultados se plasman en el ACTA DE SUFRAGIO, el cual es firmado por los jurados y delegados partidarios, a los cuales se les da una copia; entonces ¿dónde y cómo podría realizarse un fraude?
La respuesta a gritos y unísona de los que defienden esta teoría será, en la manipulación informática, ahí la organización de los frentes políticos no podrán negar que tienen una copia de todas las actas y también cuentan con un centro de cómputo, mínimamente contratarían o tendrían militantes transcriptores donde puedan tener un dato referencial a los resultados oficiales, lo cual facilitaría la identificación de las posibles adulteraciones que pueda considerarse como fraude.
Se sabe que los principales frentes adquirieron para las elecciones de 2019, software y hardware especializados en recopilación de datos (incurriendo en gastos por encima de los $us150.000), con estas herramientas informáticas estas agrupaciones políticas ya contaban con sus conteos propios, los cuales nunca dieron a conocer.
Toda esta estructura organizativa y operativa de elecciones no solo se da en el país, sino en todo el mundo, en este aspecto la experiencia de años y cantidades de elecciones realizadas en el planeta perfecciona cada vez más los actos eleccionarios que son monitoreados por organismos internacionales especializados, el querer hacer creer que cualquier gobierno pueda manipular los resultados de alguna elección, resulta casi imposible, más aun cuando el avance tecnológico está al servicio de persona u organizaciones políticas.