Caminando con orgullo y soberanía
Nuestro Himno Nacional en su primera estrofa señala “Bolivianos el hado propicio coronó nuestros votos y anhelo; es ya libre, ya libre este suelo, ya cesó su servil condición”. Estas líneas, deberían ser una constante en la vida de todos los bolivianos, sin olvidar por lo que pasamos desde la colonia, la república y la época neoliberal, donde la mayoría de la población se vio sojuzgada no solo por un orden interno, sino también externo.
No obstante, existen ciertos grupos de poderes políticos y económicos para quienes estas estrofas no les interpelan en lo absoluto en sus conciencias. A ellos les dictan más el afán de la ganancia, por lo cual no dudaron en entregar las riquezas económicas a intereses foráneos. Para alcanzar tales fines se sirvieron de los gobiernos de turno, con todo su aparato burocrático, fijando medidas económicas totalmente contrarios a los intereses nacionales.
En el ámbito económico, en un pasado reciente, las políticas económicas –que no se ajustaban a nuestro contexto y realidad– se definían desde el hemisferio norte, en organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por azares de la vida, por poco y se repite esa historia el año 2020, cuando el gobierno de facto, contrajo un crédito ilegal e ilegítimo, poniendo bajo servilismo nuestra economía ante el FMI y con la Firma de un Programa Fiscal-Financiero, donde primó la reducción del déficit fiscal en desmedro de la inversión pública.
Esa situación cambió con la asunción de un gobierno legítimamente electo en octubre de 2020, con la suficiente autoridad y autonomía sobre los temas económicos. Tanto así que en los días precedentes se volvió a firmar de forma soberana un nuevo Programa Fiscal-Financiero para la gestión 2021, donde se establecen ciertas metas macroeconómicas a alcanzar. Es importante resaltar que el país recuperará la senda del crecimiento económico, ya que pasaremos de un caída de 11,1% del PIB, al segundo trimestre de 2020, a un incremento de la actividad económica del 4,4% para la presente gestión.
Para ello se recurrirá al principal motor del crecimiento económico que tiene nuestra economía: la inversión pública, la que bordeará los 4.011 millones de dólares. Cabe aclarar que el gobierno de facto no entendió la importancia de este componente y su efecto dinamizador en nuestra economía, por lo que la desdeño desde un principio.
Asimismo, es importante mencionar que desde la asunción del Presidente Luis Alberto Arce Catacora, se han estado implementando medidas enfocadas en la reconstrucción de la economía nacional, entre las que destacan: el pago del Bono Contra el Hambre, el incremento de las rentas de jubilación, la promulgación de la Ley del Impuesto a las Grandes Fortunas, el establecimiento de Fidecomisos para la Sustitución de las Importaciones, la creación de un Fondo de Garantía para el Desarrollo de la Industria Nacional (FOGADIN), entre otras, cuyos resultados en el corto plazo están dando indicios de una recuperación de la economía del país.
Así, con la firma del Programa Fiscal-Financiero 2021, Bolivia vuelve a caminar con orgullo y soberanía, porque “es ya libre, ya libre este suelo, ya cesó su servil condición”.