Boris Johnson: ¿Será el nuevo primer ministro?

Isaac Bigio

La corte acaba de desestimar el pedido para que Boris Johnson pueda ser juzgado bajo la acusación de haber mentido durante el referéndum del 2016 cuando él prometió que si se votase por salir de la UE ello implicaría lograr que haya £350 millones semanales más para el NHS (Servicio Nacional de Salud).

Sus críticos sostienen que esto no ha pasado mientras que el principal promotor del Brexit, Nigel Farage, afirma que la ruptura con la UE permitirá a UK adoptar un modelo más similar al de EEUU donde se vaya privatizando la salud y el NHS. Trump en su reciente visita dijo que en un futuro acuerdo comercial con un UK pos-Brexit “todo estaría sobre la mesa” incluyendo el NHS, cuyo embajador en Londres no ha dudado en confesar que hay varias multinacionales norteamericanas que están interesadas en adquirir partes de éste.
Los defensores de Johnson sostienen que él tiene todo el derecho a la libre expresión y que no se debe “latinoamericanizar” la política británica tratando de derribar al rival con acusaciones judiciales.

Boris en carrera

Tras ser liberado de dicha amenaza Johnson puede correr más rápido. Él sacó ventaja del arribo de Trump, quien abiertamente le ha endosado diciendo que él va a ser un buen primer ministro, para lanzar su primer video-campaña para ser electo líder tory. Él conferenció con Trump pero solamente por teléfono no queriendo aparecer muy pegado a él para que le sindiquen como muy allegado al presidente norteamericano.
Johnson es por lejos el candidato más carismático y popular de los conservadores. Desde hace medio siglo los laboristas han dominado todos los gobiernos electos de Londres, salvo en 2008-16 cuando Boris fue capaz de derrotar dos veces seguidas al “Rojo Ken”, el más reconocido líder izquierdista que haya tenido la capital británica. Su receta fue la de distanciarse del modelo del conservador tradicional para aparecer como una figura populachera, graciosa, excéntrica y bonachona que era capaz de pegarse a las posiciones de su adversario para eliminarlo.
Boris adoptó muchas políticas de la izquierda e incluso llegó a estar a la izquierda del laborismo cuando fue la única autoridad importante del país en proponer la amnistía a indocumentados. En su administración londinense promovió muchas políticas medioambientalistas y multirraciales habiéndose hecho famoso por introducir el sistema de bicicletas rentadas que algunos aún llaman con su nombre.
En el 2012 Johnson incluso sacó un mejor porcentaje partido como candidato a alcalde que el de su partido conservador para la asamblea de Londres. Cuando en el 2016 él desistió de postular, el candidato tory sacó poco menos de 10 puntos menos que lo que él sacó en las dos veces que ganó.

Boris: Un gran líder electoral

Johnson ha ganado todas las elecciones en las cuales ha llegado a la alcaldía y al parlamento, y también fue el gran artífice de la victoria del sí a salirse de la UE en el referéndum del 2016 en el cual él derrotó al primer ministro David Cameron, a los 3 ex primeros ministros, a los gobiernos de Londres, Escocia y Gales, y a los líderes de todos los grandes partidos (excepto UKIP).
Cuando, inmediatamente después de dicho referéndum, Cameron dimitió, todos esperaban que Johnson fuera a ser quien lo reemplace. Empero, eso no pasó. Su principal aliado tory en la campaña por salirse de la UE, Michael Gove, decidió romper con él a último minuto aduciendo que él iba a ser un mal primer ministro. Sintiendo que el piso se le está moviendo, él prefirió dar un paso al costado. Inicialmente Boris fue el secretario de relaciones exteriores de Theresa May, la lideresa conservadora coronada unánimemente para tratar de unir a todas las alas del partido, y su meta era trabajar con ella hasta lograr el Brexit para luego lanzarse al premierato.
Ahora que ha caído May Boris quiere aparecer como la única persona que puede rescatar al conservadurismo de la debacle y comandar una lid electoral contra el ascenso de Farage y de Corbyn. Johnson ha demostrado antes su capacidad de anular a Farage pues durante el referéndum se negó a aparecer a su lado pero le quitó varios de sus slogans (por ejemplo terminó el gran debate sobre el Brexit con la consigna de Farage: el día que ganemos este referéndum va a ser el día de la independencia). Igualmente, él fue el candidato que derrotó dos veces al socialista Ken, el cual fue tan apoyado por Corbyn.
Todos los sondeos indican que él es el mejor candidato. Con seguridad él podría lograr rescatar a la mayoría de los simpatizantes tories que votaron por el Partido del Brexit en las euro-elecciones, y también ser un gran rival contra Corbyn. Sin embargo, la pregunta es: ¿Acaso el conservadurismo está dispuesto a ir hacia unas elecciones generales adelantadas? ¿Se necesita un estadista capaz de negociar el Brexit o un buen organizador de campañas electorales? ¿Qué es lo que más necesita el conservadurismo en estas circunstancias?

Tipo de líder según el tipo de programa

En la carrera por ganar el liderazgo conservador hay alrededor de una docena de precandidatos. Johnson encabeza éstas teniendo el respaldo de 40 de los 313 parlamentarios tories y siendo el favorito en la gente que milita dentro o simpatiza con el conservadurismo. Todo lo que él tiene que hacer es lograr derrotar a sus rivales en las rondas de votaciones dentro de los parlamentarios de su partido, para llegar así a quedar entre los 2 finalistas que sean sometidos a voto a los 160,000 miembros tories.
Hoy sus dos mayores rivales son su eterno contrincante Gove, Secretario de Estado para el medio ambiente, quien esta vez se ubica en un campo moderado diciendo que él sí va a lograr el Brexit pero que va a necesitar extender la fecha de salida de la UE hasta después del 31 de octubre. Siendo escocés eso le puede permitir una carta frente a los intentos de Escocia de rebelarse contra el Brexit para pedir mantenerse en la UE rompiendo con Inglaterra. Desde una perspectiva más dura se encuentra al otro extremo Dominic Raab, Secretario de Estado del Brexit, quien quisiera que el 31 de octubre se de el Brexit aunque ello implique impedir que el parlamento sesione o vote (algo que implicaría pedirle a la reina que rompa su neutralidad y ordene la salida, cuestión que podría ser vetada por el parlamento o que conduzca a que éste pida un voto de censura que implicaría la caída del gobierno).
Johnson navega entre ambos extremos. Hay otros candidatos que incluso llaman a un nuevo referéndum o a una transacción con la oposición para llegar a una nueva fórmula de Brexit, pero éstos no tienen por el momento mucho sostén.
Una de las características de Boris es su extremo pragmatismo. Para ganarle a la izquierda la alcaldía de Londres se pegó mucho a sus ideas, se hizo campeón del feminismo, del medio-ambientalismo, de los derechos de los inmigrantes y las minorías étnicas, del salario mínimo vital y de los mercados afectados por las grandes constructoras. Fue tan liberal que dos de sus tenientes alcaldes fueron declarados gays. Ahora, él se ha pegado a la derecha pues sabe que por ese lado sopla el viento dentro de la base conservadora deseosa de un Brexit inmediato y radical.
Johnson ha dicho que si él es electo primer ministro va a lograr salir de la UE con o sin acuerdo el 31 de octubre. Si el parlamento le impide hacer ello (lo más probable) y si la opción de suspender éste hasta salirse de la UE no se impone, el último recurso que tendría sería adelantar unas elecciones generales.
Esto último es una jugada muy arriesgada. Ya en el 2017 May lo intentó y, si bien consiguió que los conservadores saquen un mayor porcentaje de votos (encima del 42%), quien más creció fue el laborismo que quedó a solo 2 puntos por detrás y quitándole la mayoría parlamentaria absoluta que tenía. Para poder ganarle a Corbyn él podría estar obligado a hacer alguna forma de pacto con Farage que podría pasar por una lista conjunta o por apoyar al Partido del Brexit en algunos distritos a condición que este último haga lo mismo con los conservadores. Esta última maniobra también tiene riesgos pues puede acabar rompiendo a los tories (muchos de los cuales rechazan cualquier combinación con Farage a quien consideran un extremista) y desacreditarlos dentro de muchos electores moderados. Todo esto podría acabar ayudando a que les quiten votos los liberal-demócratas.
Dentro de los conservadores hay un consenso en sentido de que antes de que se dé el Brexit cualquier adelantamiento de las elecciones generales podría ser un suicidio. De allí que la opción de Gove y otros “moderados” de buscar alargar el proceso de salida hasta lograr uno que sea votado por la mayoría parlamentaria absoluta puede parecer más racional. Johnson no puede ir en esa dirección pues Raab le quitaría votos y tampoco puede ir hacia poses más equilibradas como la de su eterno rival Gove pues Raab y los duros le quitarían fuerza. Johnson no puede perder cl clave apoyo de Rees-Mogg, el líder del ERG (Grupo de Investigaciones Europeas), el cual es una suerte de partido antieuropeo dentro del partido conservador.

Perspectivas

De otro lado, Johnson debe buscar convencer a los “moderados” y pro-europeos del partido que él no es un radical tipo Farage, pues muchos de ellos están dispuestos a hacer cualquier cosa para detenerlo e impedir que llegue a entrar en la ronda final.
Su situación es muy compleja. Para él le sería más fácil ganar el liderazgo tory si su partido estuviese en la oposición y necesitase alguien popular que les haga volver al poder. Hoy muchos parlamentarios tories piensan que Johnson no tiene las características seria de un estadista y que podría no ser el líder que se necesitase, pues las características de éste en la actual etapa es de alguien capaz de negociar con la UE y con un parlamento adverso una forma de salida de la UE.
Johnson, por su parte, no aspira a quedar primero en las internas dentro de la bancada conservadora, y con solo quedar segundo él clasificaría y de allí podría ser imparable dentro de las bases tories sedientes de un brexitero duro.
Una tradición que tienen los conservadores es que generalmente no ganan las internas el candidato más popular o brillante, sino uno que inicialmente no era tan conocido y destacado. Si Johnson gana sería una excepción a la norma.
Supongamos que Johnson gana a él todavía le queda la posibilidad de recibir un voto de censura por parte de la mayoría parlamentaria (algo que podría darse hasta con el voto de varios parlamentarios pro-europeos) con lo cual deberían adelantarse muy probablemente ls elecciones generales, si es que los tories no deciden cambiar de líder.
Supongamos que Johnson evita dicha censura, si él no es capaz de lograr una mayoría parlamentaria para salirse el 31 de octubre de la UE y no logra evitar que el parlamento se reúna para ello y luego evalúa que no hay posibilidades para ganar unas elecciones generales adelantadas, él puede dar un giro hacia la actual posición de Gove. Tal es el pragmatismo que le caracteriza que al final hasta podría decir que ya no hay condiciones para el Brexit debido a una fuerte oposición parlamentaria y popular y al riesgo que Irlanda del Norte y Escocia puedan pedir referéndums para salirse de UK, si ésta sale de UE.
Esto último hoy parece altamente improbable, pero no imposible. Por el momento Johnson quiere ganar las internas conservadoras (y eventualmente unas posibles elecciones generales adelantadas) apareciendo como el campeón de efectuar el Brexit.

Isaac Bigio

Isaac Bigio es un analista internacional formado en la London School of Economics & Political Sciences. En ésta, considerada la principal universidad internacional especializada en ciencias sociales, él ha obtenido grados y postgrados en Historia y Política Económica, y ha estado investigando y enseñando. Su especialidad son países en conflicto y transición entre distintos sistemas sociales. Ha llevado cursos y seminarios en el Instituto Europeo, la Escuela de estudios Asiáticos y Orientales, la escuela de Estudios Eslávicos y Europeo Orientales así como en otras dependencias de la Universidad de Londres. Es una de los analistas que habla castellano o portugués con mayor conocimiento de las guerras en Afganistán, el Medio Oriente o los Balcanes. Sus artículos han sido publicados en unos 200 medios en 5 continentes. Es columnista regular de El Comercio (Perú y Ecuador), La Patria (Bolivia), El Panamá América, Noticias (Reino Unido), La Opinión (EEUU) y otros diarios y decanos. Colabora con la BBC, CNI, Canal N, Radio Progreso y diversas emisoras de radio y TV. Sus escritos son difundidos por medios afiliados al ALAI, Adital, al Grupo de Diarios de América y otras redes de prensa. Diversos diarios electrónicos le han creado páginas web entre ellos Notionline, informativos.net, altopilar.com, analítica.com, Gran Valparaíso y El Ojo Crítico Digital.
En 1998 obtuvo 2 Premios significativos: el de la Excelencia de Dillons-Waterstone (la mayor librería británica), y el E.H. Carr del Departamento de Política Internacional de la Universidad de Gales, Aberyswyth (el primer departamento de dicha disciplina en el mundo).
Isaac Bigio se encuentra escribiendo un libro sobre la revolución boliviana de 1952.

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