Científicos hallan nuevos indicios sobre la edad del universo
Es conocido como el “Big Bang” el momento en el que el universo comenzó a expandirse, desde ese momento han pasado alrededor de 13 a 14 mil millones de años. Un tiempo para nosotros inimaginable, sin embargo hay algo que va más allá del “Big Bang”. A observar este fenómeno han sido los investigadores del “Instituto de Fisica Nuclear” que trabajan en el laboratorio subterráneo “Gran Sasso” situado en el Apenino Central de Italia, inmortalando la primera medida directa que los científicos la llaman” doble captura del isótopo Xénon-124” (Xe-124), (el Xénon es un elemento químico de peso atómico 54, se trata de un gas noble) y que ha sido publicado en “Nature” la más prestigiosa y autorizada revista científica internacional. “Nature” ha iniciado sus publicaciones en el lejano 1869 volviéndose la revista de referencia de la comunidad científica a nivel mundial
La excepcionalidad del descubrimiento está en el hecho que un evento de este tipo se verifica cada 26 billones de billones de millones de años. Un tiempo infinito. La “doble captura del isótopo Xénon-124”, no es un concepto de entendimiento simple. Se trata de un proceso de decadencia jamás observado, cuya vida promedio es mil millones de veces mayor que la edad del universo. Estos nuevos resultados proporcionarán información útil no solo para los modelos de estructura nuclear sino también para otros experimentos que estudian procesos raros.
El laboratorio de “Fisica Nuclear” se encuentra bajo millones de metros cubos de roca en las montañas del “Monte Gran Sasso”, es ahí dónde se estudia la decadencia o “transformación” del Universo. Si a transformarse es una partícula elemental, se está en presencia de una “descomposición de partículas”, si a transformarse es un núcleo atómico se está en presencia de una “desintegración radioactiva”.
En este proyecto trabajan 160 científicos provenientes de Europa, Estado Unidos y Oriente Medio. El trabajo consiste en un detector de “eventos” constituído de un cilindro del peso de tres toneladas y medio y aproximadamente un metro de altura, que contiene Xénon líquido y gaseoso a una temperatura de menos -95°C
La prueba de una transformación de una partícula, viene dada por un débil destello de luz acompañado por un puñado de electrodos que, a su vez se convierten en luz una vez que alcanzabn la parte gaseosa del xénon gaseoso. Ambas señales son grabadas gracias a los sensores ultra-sensibles. Xénon IT, que tiene como objetivo científico la investigación directa de la materia oscura en forma de Wimp (partículas masivas de interacción débil) y es actualmente el detector más grande jamás hecho para este propósito.
El haber observado en modo directo una descomposición tan rara, confirma inequívocamente el gran potencial del detector que se encuentra al interior del monte Gran Sasso.