El ministro de Educacion y Culturas Víctor Cáceres Rodríguez habría presentado su renuncia irrevocable el lunes 4 de mayo por la noche cuando el gabinete de ministros se aprestaba a viajar a Santa Cruz. Trascendió que la renuncia obedece a fuertes diferencias entre la saliente autoridad y el propio Presidente Evo Morales, quien le ordenó descontar salarios a los maestros que paralizaron labores en dos ocasiones en abril y Cáceres no acató.

El Primer Mandatario le ordenó devolver unos "descuentos" que el ministro hizo a los funcionarios de ese Ministerio con motivo del día de la madre y cuyos montos oscilaban por encima de los 500 bolivianos. Esta orden fue acatada a regañadientes.

Aparentemente, existen otras dificultades que el ministro no pudo resolver: 1) No existe gestión porque el Plan Opetrativo Anual (POA) reformulado no fue ejecutado pese a que estamos a medio año; 2) no hay fecha de tratamientode la nueva ley de la educación. Cáceres había pedido en enero cuando asumió "solo 10 días" para terminar de concertar con sectores como los maestros urbanos (sector del que Cáceres fue dirigente) y la universidad pública; 3) Cáceres no funciona "ni para atrás ni para adelante", por lo que el propio Presidente convocó a un grupo de técnicos del ministerio para conocer de cerca informes que le iban llegando.

Otras diferencias son el anuncio presidencial hecho en mayo pasado en sentido de que se convocará a un referéndum para consultar a la ciudadanía si se declara al magisterio "profesión libre", hecho al que Cáceres y todos los dirigentes del magisterio, especialmente urbano, se oponen de manera categórica.

Se dice que comenzó esta semana una sorda disputa entre las dos confederaciones de maestros para ocupar el cargo vacante, pues ambos sectores creer ser los "dueños" de la educación. Al menos con esa idea llegó Cáceres al Ministerio de Educación en enero, cuando dijo que se hacía justicia al nombrar a un maestro de aula como ministro.

Otro dato es que aparentemente el minúsculo e irrepresentativo Partido Comunista de Bolivia (PCB), del que Cáceres es dirigente, habría ingresado en su acostumbrado y clásico "chantaje político" por influencia del "superministro" Juan Ramón Quintana, quien buscaría así que Cáceres logre mayor control en el Ministerio, en el gobierno y "haga lo que quiera".