Perdieron todos
Perdió el establishment. Perdió la casta. Perdió la élite. Perdió la media. Perdió la TV. Perdió USA Today. Perdió el resto de la prensa. Perdió el star system. Perdió Hollywood. Perdió Robert de Niro. Perdió el marketing. Perdió la encuesta. Perdió la manipulación. Perdió la globalización. Perdió la mariconada. Perdió la pose. Perdió la aristocracia. Perdió Manhattan. Perdió el apocalipsis. Perdió el reformismo barato. Perdió el Photoshop. Perdió el brócoli. Perdió lo light. Perdió el descafeinado. Perdió Obama. Perdió Michelle Obama. Perdió Chelsea Clinton. Perdió George W. Bush. Perdió la inteligencia prestada. Perdió la subestimación. Perdió la confianza fatua. Perdió el desprecio. Perdió ISIS. Perdió lo latino. Perdió lo latino pro yanqui. Perdió lo latino lameculos de lo yanqui. Perdió Salma Hayek. Perdió el servilismo. Perdió la imagen. Perdió la frase hecha. Perdió la opinión publicada. Perdió el análisis “objetivo”. Perdió Miley Cirus. Perdió Scarlett Johansson. Perdió Hollande, ese impresentable. Perdió Europa. Perdió Colin Powell. Perdió el liberalismo. Perdió el intelectualismo. Perdió Bernie Sanders. Perdió el glamour. Perdió la fama. Perdió la demagogia «progre». Perdió el pudor fingido. Perdió Harvard. Perdió la academia. Perdió la empresa privada. Perdió el dólar. Perdió el lloriqueo. Perdió la hipocresía. Perdió la soberbia. Perdió el partido demócrata. Perdió el partido republicano. Perdió el sistema. No ganó nadie. Perdieron todos.