Ultimátum de Evo Morales y bloqueos del transporte cercan al Gobierno de Paz

La Pza/Santa Cruz. Dic. 19.– Bolivia se encamina a una parálisis este viernes luego de que el expresidente y líder cocalero Evo Morales lanzara un ultimátum al gobierno de Rodrigo Paz, amenazando con una marcha masiva si no se restituye la subvención a los combustibles, mientras el transporte público mantiene bloqueadas las principales arterias del país.

Las protestas sociales surgen en respuesta al Decreto Supremo 5503, que eliminó el subsidio estatal a los hidrocarburos el pasado miércoles, elevando los precios de la gasolina y el diésel a niveles internacionales por un periodo inicial de seis meses.

Ciudades bajo asedio

Desde las primeras horas del viernes, las ciudades de La Paz y El Alto registraron más de 80 puntos de bloqueo. Los choferes, utilizando sus vehículos y fogatas, cortaron el acceso a rutas estratégicas y estaciones de teleférico, dejando a miles de ciudadanos sin transporte.

En Santa Cruz, motor económico de la nación, las líneas de micros suspendieron sus servicios. «Estamos acatando un día de brazos caídos», afirmó el dirigente Bismark Daza, mientras otros sectores del transporte cruceño advierten con un paro nacional a partir del sábado 20 de diciembre.

El regreso de la calle

El expresidente Evo Morales, tras reunirse con ejecutivos sindicales en el trópico de Cochabamba, dio al gobierno un plazo hasta el fin de semana para abrogar el decreto. De lo contrario, convocó a una movilización masiva hacia Cochabamba el próximo lunes.

«Sobran razones. Los millonarios no pagan impuestos, los pobres siguen pagando», declaró Morales, quien vinculó el ajuste económico con un aumento inmediato en el precio del pan, que según denunció, ya alcanza los Bs 1,50 en algunas regiones.

La controversia de las rentas

Morales también atacó la credibilidad del presidente Rodrigo Paz, acusándolo de incumplir su promesa de austeridad. Según el exmandatario, lejos de eliminar las rentas vitalicias de expresidentes y vicepresidentes, las asignaciones habrían subido de Bs 27.000 a Bs 33.000.

El incremento equivale a aproximadamente diez salarios mínimos nacionales. Morales calificó de «vergüenza» que el mandatario no haya recortado los beneficios que percibe su propio entorno familiar (en referencia a su padre, el expresidente Jaime Paz Zamora).

La convergencia de las protestas gremiales del transporte con la movilización política de la base leal a Morales coloca al gobierno de Rodrigo Paz en su mayor crisis de gobernabilidad desde que asumió el poder.

La capacidad del Ejecutivo para sostener el ajuste económico dependerá de su habilidad para fragmentar a los sectores movilizados antes de que la marcha del lunes gane tracción nacional.

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