El ABC de la deuda pública externa
Hace unos días se generaron nuevamente análisis erróneos sobre la deuda pública externa, señalando que ésta se encontraría en niveles insostenibles y que incrementó alarmantemente durante los últimos años. Hablar de deuda pública es un tópico que debe ser abordado con mucha responsabilidad debido a la desinformación que existe y que da lugar a especulaciones que no son sanas para la economía nacional.
Empecemos señalando el crecimiento que tuvo la deuda pública externa, si bien el país contaba con una deuda pública externa de $us4.942 millones en 2005, la cual aumentó a $us13.112 millones a octubre de 2022 (según la última información disponible del Banco Central de Bolivia), se debe aclarar también que el Producto Interno Bruto (PIB) creció de $us9.574 millones a más de $us40.000 millones en el mismo período mencionado. ¿Qué quiere decir esto? Que la economía nacional creció a tasas más aceleradas que el endeudamiento público externo, lo que garantiza la solvencia para el pago de la deuda.
Lo anteriormente señalado nos lleva a un análisis importante de deuda pública, el cual se realiza en función al ratio de deuda pública externa en términos del tamaño de la economía de acuerdo las buenas prácticas internacionales, es decir, el ratio de deuda dividido entre el PIB nominal. A octubre de 2022, la deuda pública externa alcanzó un 29,9% del PIB; cifra por debajo de los niveles alcanzados durante 1985 y 2005 que en promedio registraba un 67% del PIB.
Asimismo, dicho ratio cuenta con métricas en el marco de las buenas prácticas internacionales, donde diferentes organismos indican que la deuda pública externa en términos del PIB no debería superar el 40% (Marco de Sostenibilidad de la Deuda – MSD del Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional); 50% (Comunidad Andina) y 60% de la Unión Europea.
Indicar que dichos ratios no son una referencia de sostenibilidad y que tampoco cuentan con algún sustento es una aseveración equivocada, ya que los mencionados límites de endeudamiento fueron estimados en función al comportamiento de la deuda pública externa de varios países, de todas formas, en el actual contexto donde varios países optaron por un mayor endeudamiento por la crisis internacional los umbrales dejan de ser una referencia de límite de endeudamiento. No obstante, sí así fuese Bolivia se encuentra dentro de los márgenes señalados.
Por otra parte, es importante señalar la dinámica de la deuda frente al crecimiento económico del país, el PIB de Bolivia creció en promedio un 4,5% los últimos años, dicha cifra se encuentra por encima de las tasas de interés promedio de deuda contraída lo cual puede reflejar la solvencia de la deuda en el tiempo.
Finalmente, es importante señalar los intereses que se pagan por deuda pública, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indica que estos no deben superar el 3% del PIB para no ser considerados como pagos onerosos (demasiado caros), en el caso boliviano la cifra bordea el 1% del PIB (servicios de deuda interna y externa), mostrando una prudente administración de la deuda. En consecuencia, la deuda pública externa es sostenible, se encuentra acorde al nivel de actividad económica y se encuentra dentro de los umbrales internacionales recomendados.