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Bolivia como Referente Económico en la Región

Miguel Clares

El Presupuesto General del Estado (PGE) 2022 proyecta una tasa de crecimiento de 5,1% para la próxima gestión, tasa que va acorde al esfuerzo importante que se le está dando al principal motor de crecimiento económico que es la inversión pública con un monto de USD 5.015 millones. Cabe señalar que la presente gestión se caracterizó por la labor de reconstrucción y reactivación de la economía boliviana, la cual se materializó mediante la ardua labor de medias económicas tanto por el lado de la demanda como de la oferta y la implementación del Plan Estratégico de Lucha Contra el COVID-19.

Asimismo, se debe mencionar que alrededor del 42,5% de la inversión pública será destinada al sector productivo, siendo este el segmento que genera un efecto inmediato y directo en la actividad económica en general. Además, se proyecta la transformación del aparato productivo para diversificar la producción boliviana con sustitución de importaciones e impulsar el proceso de industrialización, así como la continuidad de las políticas sociales con redistribución de ingresos.

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No olvidemos que el presente año se programó una inversión pública de USD 4.011 millones, la cual fue la base de diferentes proyectos que fueron paralizados durante el anterior gobierno y nuevos proyectos que dieron como resultado un crecimiento económico de 9,4% al segundo trimestre de 2021, tasa muy por encima del -12,9% a similar período de la gestión pasada que provocó el ya difunto gobierno de facto de Jeanine Añez.

Es preciso destacar que Bolivia se encuentra posicionada como la tercera economía con mayor crecimiento económico en la región al primer semestre de 2021, situación muy diferente a la que el gobierno autoproclamado de J. Añez dejó la economía nacional, donde el desempeño económico se situaba entre los peores de la región. No obstante, en la actualidad con las diversas medidas de reconstrucción económica y productiva se proyecta volver a la senda de crecimiento económico donde Bolivia lideraba el puesto N°1 en Latinoamérica, gracias a la implementación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP).

En el ámbito fiscal, para la presente gestión se estima un déficit de 9,7% del PIB según el Programa Fiscal Financiero (PFF) 2021, sin embargo, en el marco del PGE 2022 se proyecta una disminución del déficit fiscal llegando a 8,0% del PIB, lo cual refleja la consolidación fiscal que está realizando el Gobierno nacional, es decir, aumentando los ingresos y racionalizando los gastos no prioritarios. Por otra parte, las actuales autoridades económicas transmitieron la señal de no escatimar gastos si se presentan más variantes u olas de COVID-19 para 2022, dando respaldo y seguridad a la población boliviana.

En cuanto el destino del presupuesto 2022, se menciona la priorización de recursos con un 10,8% del total para educación y 10,0% para salud, lo cual es una realidad hoy en día, –cuando la gestión pasada solo parecía ser un sueño–. Sin duda, dicha distribución muestra la gran diferencia que existe con respecto al gobierno de facto, quienes además de desviar recursos de los bolsillos de los bolivianos para intereses propios con múltiples casos de corrupción, destinaban presupuesto en la compra de armamento para oprimir y asesinar al pueblo boliviano.

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