Bajó de 12 a 4 puntos la pretensión de los sindicatos
Evo demuestra cómo él sí es independiente de la COB
Gobierno y COB acordaron subir el haber básico en 4% y en 3% el mínimo nacional .La COB exigía 12% al básico y 10% al mínimo. Los empresarios plantearon como ‘manejable’ un aumento del 2%
El presidente Evo Morales en conferencia con la dirigencia de la COB. Foto:Margarita Ochoa
En una reunión compleja por las posiciones contrapuestas, el presidente Evo Morales y los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), a la cabeza del dirigente Juan Carlos Huarachi, acordaron que el incremento salarial para esta gestión será de 4% al básico y de 3% al mínimo nacional, con lo que subirá de Bs 2060 a Bs 2.122.
Morales informó del acuerdo en una conferencia de prensa en la Casa Grande del Pueblo con ministros de Estado y el pleno del Comité Ejecutivo Nacional del ente matriz de los trabajadores. A las 05.00 de la mañana empezó la reunión para tratar este tema, en la tarde se declaró un cuarto intermedio y la negociación se reanudó pasadas las 17.00.
Cerca de las 21.000 concluyó la reunión con el acuerdo que concilió posiciones contrapuestas. Los trabajadores exigían un incremento de 12% al básico y de 10% al mínimo, mientras que el Gobierno contrapropuso congelar el salario mínimo nacional y subir en 2,5% el básico, teniendo en cuenta que la inflación se situó en 2018 en 1,5%.
Huarachi reflejó lo complejo de la negociación. “Para nosotros no ha sido fácil, ha sido esta, tal vez, la reunión más agria que hemos tenido, pero felizmente se ha tenido un consenso para que puedan gozar de un incremento, particularmente los que tienen un salario mínimo nacional”, sostuvo el dirigente de los trabajadores.
Este miércoles 1 de mayo, Día del Trabajador, será oficializado el incremento mediante un decreto supremo. “El tema económico siempre es difícil, saludo el entendimiento…quiero decir que nunca el incremento será debajo de la inflación, es como buscar un equilibrio entre el aspecto laboral y la inversión”, explicó Morales.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) planteó que el incremento debe situarse en 2%, incluso consideró aceptable la propuesta inicial del Gobierno que fue modificada como resultado de las negociaciones.
Varios otros temas fueron concertados en las diferentes comisiones de trabajo formadas para debatir el pliego petitorio de los trabajadores. Entre los acuerdos están la construcción de 2.500 viviendas para los trabajadores y la modificación del Código Penal para prohibir la persecusión a los dirigentes sindicales por conflictos.
(30/4/2019)
El presidente Evo Morales declaró un cuarto intermedio hasta las 17:00, las negociaciones para definir el incremento salarial, luego de reunirse con la Central Obrera Boliviana (COB) en La Paz.
«Hemos entrado a un cuarto intermedio en la reunión de la comisión Económica con el Gobierno, para que replanteen su propuesta (del 2,5% al salario básico y 0% al salario mínimo) y nosotros vamos a ver hasta qué punto podemos reducir nuestra demanda (del 12% al básico y 10% al Salario Mínimo Nacional)», manifestó Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la COB, al salir de la Casa Grande del Pueblo, pasada las 10.30 de hoy martes.
La reunión se prolongó por cinco horas y media, donde participaron el Primer Mandatario, el vicepresidente Álvaro García Linera, seis ministros, dos viceministros, además de una decena de dirigentes del ente matriz de los trabajadores.
La reunión no contempla hasta ahora, la participación del sector empresarial. A los medios de comunicación, el sector planteó la propuesta de incrementar el básico en solo un 2%, de acuerdo a la inflación del año pasado y congelar el salario mínimo nacional.
► Gobierno propone el 2,5% de aumento al salario básico y no incrementar el mínimo
► Trabajadores aguardan que el incremento no sea menor al 5,5%
Evo evalúa alza salarial con empresarios y dice COB no tiene muchos argumentos
Remarcó que es obligación del gobierno cuidar el crecimiento económico, y “eso tanto empresarios y trabajadores tienen que entender”.
La Paz, 30 de abril (ANF).- El presidente Evo Morales informó este martes que evalúa con los representantes de los empresarios privados el incremento salarial para esta gestión, luego de reunirse con los trabajadores por la mañana, y afirmó que la Central Obrera Boliviana (COB) no tiene muchos argumentos en su propuesta.
“Esta mañana ampliamente hemos explicado (el tema salarial) a la Central Obrera Boliviana, no tiene muchos argumentos, quiero decirles de manera sincera, pero también es una reivindicación y entiendo perfectamente (…), ahora estamos tocando con el sector empresarial, cómo balancear el tema del incremento salarial”, manifestó Morales junto al presidente de los empresarios Luis Barberí.
El diálogo entre el Gobierno y la COB que inició esta mañana entró en cuarto intermedio hasta las 17.00 sin que se haya llegado a ningún acuerdo por la posición inflexible entre ambas partes.
¿EL FIN DE LA COB?
-Rafael Puente / Cueca
La antaño gloriosa Central Obrera Boliviana (COB) emergió de ese rico y complejo proceso que fue la Revolución de 1952. Era la mejor expresión del verdadero sujeto de dicha revolución, tanto que cuando el nuevo “Estado Nacionalista” empezó a claudicar fue responsabilidad del presidente Paz Estenssoro (obediente a la Embajada de Estados Unidos) y no de la inconsecuencia de la COB. Y por muchas críticas que se le pueda hacer a Don Juan Lechín, no se podrá negar que mantuvo la unidad de la COB (cosa que en muy pocos países ha sido posible) y también su independencia. Así se explica que una vez concluido -y fracasado- ese modelo de Estado (fracaso que empezó a hacerse visible en 1964, con el golpe de Barrientos, y culminó con el desgraciado gobierno de la UDP), la COB se mantuviera viva, y unida, aunque visiblemente con menos fuerza, a lo largo de los gobiernos neoliberales
En la gestación del actual proceso la COB jugó un papel secundario y muchas veces inadvertido, sobre todo cuando se trataba de un proceso de cambio. Y precisamente intenta jugar nuevamente un papel importante cuando se acabó el cambio y lo que se busca es la continuidad inconstitucional de un gobierno. Cierto que la iniciativa de semejante participación la tomó el Gobierno, que -en su desesperada búsqueda de nuevos aliados- se esmeró en regalarle a la COB sedes sindicales, vehículos para sus dirigentes e incluso un hotel privado, y lo penúltimo que se supo es que aceptaban que en las próximas elecciones no fuera un dirigente de la COB el candidato del MAS a la Vicepresidencia a cambio de una mayor presencia cobista en el próximo gobierno, tanto en el Órgano Ejecutivo como en el Legislativo.
Eso se llama prebendalismo, se llama oportunismo político, y está en el polo opuesto de lo que fue la COB de 1952, la COB que exigía coherencia a los gobiernos nacionalistas, la COB que resistió heroicamente a las dictaduras militares. Comprensible, porque así nomás son los procesos históricos, pero triste. Sin embargo, en estos momentos está mostrando que su proceso degenerativo es mucho más grave aún de lo que parecía, hasta el extremo de que su nuevo aliado/salvador, que es el presidente Evo Morales, a los actuales dirigentes los ha calificado públicamente de “platistas”. ¿Cuál es la novedad?
La novedad es que en el pacto electoral acordado por la COB con el MAS para este año 2019, resulta que ya no se trata de agrandar los intereses corporativos de la COB, sino que éstos han sido sustituidos por intereses personales y egoístas de algunos dirigentes (sin que las bases muestren la más mínima capacidad de resistencia, última señal de la degeneración de su entidad matriz) cuando han arriesgado su vergonzosa alianza con el MAS para exigir que el doble aguinaldo -que a todas luces no tiene justificación financiera sino una mera justificación electoral- se aplique también a los trabajadores que ganan más de 15.000 bolivianos, o sea trabajadores ya de por sí tremendamente privilegiados. ¿Cuántos pueden ser? Nadie nos da el número exacto, pero es evidente que son una total minoría. Sin embargo, aparece claro que ésa es la minoría que tiene la sartén de la COB por el mango, y que las bases no tienen nada que decir…
¿Qué queda de aquella gloriosa Central Obrera Boliviana de 1952, la que hacía temblar a Paz Estenssoro, la que fue capaz de hacerle frente a Barrientos, y también a Banzer, y por supuesto a García Meza? Podemos decir que lamentablemente sólo queda la sigla, ya no la organicidad, ya no la representatividad, ya no los principios revolucionarios. Y por supuesto tampoco la fuerza. Lo que sí queda a la vista es su degeneración, y en ese sentido sería mejor que dejara de existir.
¿Y el Gobierno? Es evidente que no aprende, que ha cambiado los principios por los votos (hipotéticos), y después de que aceptó la alianza con la Unión Juvenil Cruceñista y se llenó de exmilitantes de derecha —incluida la NFR— está dispuesto a aliarse con cualquiera, también con “platistas”… ¡Qué triste! (Rafael Puente es miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba. Publicado el 4 de enero de 2019).