Policía boliviano acusado de homicidio alega defensa propia
El subteniente de la Policía Boliviana, Joaquín Antonio C. P., imputado formalmente por la muerte de dos comunarios en Cotapachi, relató los violentos momentos previos a los disparos, asegurando que fue emboscado por una turba de manifestantes, según un informe al que accedió el diario El Deber.
El oficial C. P., quien permanece hospitalizado tras ser herido por perdigones de escopeta, reconoció el uso de su arma reglamentaria, una pistola calibre nueve milímetros, pero declaró haber actuado en legítima defensa al ser rodeado por la turba que, según su testimonio, amenazó con matarlos y quemarlos vivos.
El subteniente C. P. detalló el ataque en un informe al que tuvo acceso El Deber, indicando que fue rodeado por al menos 100 manifestantes armados mientras ejecutaban una orden para habilitar el acceso al relleno sanitario.
«Nos bajaron de la colina golpeándonos, haciendo explosionar petardos, lanzándonos piedras, golpeándonos con palos», describió C. P., añadiendo que la turba gritaba: «¡Mátenlos, quémenlos!».
El oficial afirmó haber disparado solo al escuchar gritos de «¡Échale la gasolina, échale, los quemaremos aquí!». C. P. justificó el disparo fatal a un manifestante argumentando que fue dirigido a una «zona permitida» según los manuales policiales, buscando controlar la «amenaza letal».
Los comunarios fallecidos fueron identificados como Pablo P. M. y Sinforiano C. C. El fiscal departamental, Osvaldo Tejerina Ríos, confirmó la imputación formal contra C. P. tras reconocer el uso del arma. En la escena se colectaron 16 casquillos, incluyendo 13 de calibre nueve milímetros y tres de escopeta, que están bajo análisis pericial.