Primera jornada de marcha evista culmina con enfrentamientos y heridos

La primera jornada de la marcha liderada por seguidores de Evo Morales concluyó en medio de tensiones, enfrentamientos y un saldo de al menos 26 heridos, según el informe del Ministerio de Salud. Esta movilización, que partió desde Caracollo, Oruro, tiene como destino la ciudad de La Paz, con el objetivo de denunciar lo que consideran un intento de frenar la candidatura de Morales para las elecciones presidenciales de 2025. La jornada estuvo marcada por enfrentamientos con grupos afines al gobierno de Luis Arce, quienes intentaron bloquear el avance de los marchistas.

Uno de los puntos más álgidos de la marcha ocurrió en la localidad de Vila Vila, donde se reportaron violentos choques entre los manifestantes y los autoconvocados que apoyan al presidente Arce. A pesar de los intentos por detener el avance, los seguidores de Morales lograron superar el bloqueo, generando disturbios que dejaron varios heridos, incluidos tres efectivos policiales, según informó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. La Defensoría del Pueblo también señaló que periodistas fueron agredidos mientras cubrían los hechos.

La postura del gobierno se ha mantenido firme en rechazar las acusaciones de un “golpe de Estado” promovido por Morales. El ministro del Castillo fue tajante al calificar la marcha como un acto desestabilizador que busca generar violencia y caos en el país. Además, el ministro lamentó la brutalidad de los enfrentamientos, responsabilizando a Morales por los hechos violentos y anunciando la posibilidad de iniciar acciones legales contra el exmandatario y sus seguidores.

Evo Morales, por su parte, ha acusado al gobierno de Luis Arce de intentar impedir el avance de la marcha y de traicionar al pueblo boliviano. Durante un discurso, Morales criticó la gestión del actual presidente y afirmó que su objetivo es continuar con la lucha por la candidatura presidencial, a pesar de los obstáculos impuestos por el Tribunal Electoral y el gobierno. Sus declaraciones han generado mayor tensión política, con amenazas de una posible “convulsión social” y advertencias de más enfrentamientos en los próximos días.

La primera jornada de la marcha concluyó con los manifestantes pernoctando en Panduro, mientras el gobierno se mantiene alerta ante la posibilidad de nuevos disturbios. Las autoridades han enfatizado que no permitirán más actos de violencia y reiteraron su compromiso de garantizar la estabilidad del país, utilizando los recursos legales a su disposición. Sin embargo, la falta de un diálogo visible entre las partes hace temer que los próximos días traigan más enfrentamientos en esta creciente crisis política.

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