Bancos: el puente del diablo entre la producción y el consumo
Escribía Marx en el siglo XIX, lo que hoy vivimos en toda su irracionalidad: “La deuda pública… Es como una varita mágica que infunde virtud procreadora al dinero improductivo y lo convierte en capital sin exponerlo a los riesgos ni al esfuerzo que siempre lleva consigo la inversión industrial e incluso la usuraria. En realidad, los acreedores del Estado no entregan nada, pues la suma prestada se convierte en títulos de la deuda pública, fácilmente negociables, que siguen desempeñando en sus manos el mismísimo papel del dinero”[1].
En los últimos dos siglos la Ciencia y la Tecnología han evolucionado más que en todos los milenios anteriores. Ambas proporcionando a la economía múltiples y gigantescas técnicas para explotar los recursos naturales. Además, la ciencia económica ha acumulado en los doscientos últimos años más sabiduría que en los dos milenios anteriores. Sin embargo, en el presente siglo ni siquiera se puede garantizar la conservación del valor adquisitivo de miles de millones de habitantes del planeta. Siguen ocurriendo, cíclicamente, periodos en que se reduce el poder adquisitivo de pueblos enteros, así sean del primero, del segundo o del tercer mundo[2].
Lo paradójico de la crisis económica contemporánea, es que seguimos produciendo bienes que no podemos comprar. Nos hallamos en una situación de pobreza extrema en medio de la superproducción. Sobre este contexto reflexionaremos en el presente ensayo. Más concretamente, sobre las etapas o elementos del proceso económico: La producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios. Definamos brevemente los tres elementos de la economía, para más adelante detenernos en cada uno de ellos.
Producción.- La producción es la actividad que aporta valor agregado por creación y suministro de bienes y servicios, es decir, consiste en la creación de productos o servicios y, al mismo tiempo, la creación de valor. Se trata de la capacidad que tiene un factor productivo para crear determinados bienes en un periodo de tiempo determinado. Además, el concepto económico de producción engloba a actividades más amplias, como la fabricación de objetos físicos, pero también la provisión de servicios; que pueden ser: médicos, sanitarios, enseñanza, espectáculos, etc.
Distribución.- La distribución es la segunda etapa de la producción. Este elemento nos permite entender los niveles de riqueza, ingreso y consumo de una sociedad o de un país en particular. La distribución lleva a los consumidores los bienes y servicios a cambio del pago de un precio fijado, no por el empresario, sino por el mercado a través del sistema de precios. Así, la Distribución es el órgano que vincula la Producción y el Consumo; y, el Dinero es el medio a través del cual opera la Distribución[3].
Consumo.- El Consumo es la Demanda, es lo que mantiene la rueda en constante movimiento. Es el disfrute de los bienes y servicios que se producen en la economía. Es, en su conjunto, aquella parte de la producción que desaparece por su utilización. En nuestra vida diaria, consumimos gran cantidad de bienes y servicios. Cuando el consumo es inferior a la renta o ingreso, se afirma que hay un ahorro. Y, viceversa, cuando el consumo es mayor que el ingreso, se produce un desahorro. Por la particularidad del ensayo, formulamos la pregunta de investigación, como se suele hacer en las tesis.
Problema.- ¿De la producción, Distribución y Consumo, cuál es el elemento que no cumple su función, que obstaculiza el Desarrollo Económico y produce situaciones de crisis y pobreza en el mundo?
- Producción.-
El Premio Nobel de química, Frederick Soddy en Citadel of Chaos: escribía, en 1935, que únicamente 4.000 hombres, facilitados por máquina moderna – hace 82 años – lograban acopiar toda la cosecha de trigo de Norteamérica. Bauer, Massuh, Sanguinetti afirman que el desarrollo económico, gracias al avance de la técnica y la organización colectiva, ha logrado mejorar notoriamente la disponibilidad de bienes y servicios. “Basta mencionar como ejemplo de la contribución tecnológica, que entre 1950 y 1970 la producción de granos se duplicó, pasando de 1000 a 2000 millones de toneladas, y este crecimiento que superó el ritmo contemporáneo del aumento poblacional, se debió solamente en un 8% a la mayor superficie sembrada y en un 92% a mejoras tecnológicas”[4].
Igualmente, el desarrollo de la tecnología industrial en otros campos del conocimiento, de la producción y del confort, con la destacada contribución actual de tecnologías de punta como las del transporte, las telecomunicaciones, la electrónica, la robótica, la informática, la genética y la nanotecnología, han hecho posible que hoy vivamos mejor que nuestros padres y mucho mejor que nuestros abuelos[5].
Es evidente que el mundo contemporáneo es muy diferente al de hace un siglo o más; pero, lo verdaderamente distinto, lo que hace a nuestro universo diferente de todos los anteriores períodos, es el grado de desarrollo que han alcanzado la ciencia, la tecnología y el conocimiento humano. Podríamos soslayar el desarrollo del arte en los últimos cien años, suponiendo que no ha afectado nuestras vidas; y, quizá tengamos razón. Pero no podríamos decir que no hemos sido influenciados por el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Porque éstas, a diferencia de otras actividades humanas, se imponen a todo el mundo.
Juan Jesús Rueda, sostiene que al ingresar en la segunda década del tercer milenio, la humanidad está creando una “red global de transmisión instantánea de información, de ideas y de juicios de valor en la ciencia”, en la industria urbana – rural en la diversidad de sus rubros, en el comercio, la educación, en la política, y en todos los demás campos, donde se desenvuelve el ser humano. Más adelante, escribe que “El prestigioso MIT de Massachusetts” informa una cadena de cambios en forma de tecnologías evolucionadas que transformarán el mundo.
- Redes de sensores sin cables: que observarán casi todo, incluyendo el tráfico, el tiempo, la actividad sísmica, el estado de edificios y puentes, con mayor precisión que sus predecesores. 2. Ingeniería inyectable de tejidos: Para sustituir a los tradicionales trasplantes de órganos. 3. Mecatrónica: Para mejorar todo, desde el ahorro de combustible hasta el rendimiento del mismo en sus diferentes beneficios y control de software inteligente. 4. Sistemas informáticos: los llamados protocolos grid que nos enlazaran a casi todo: bases de datos, herramientas de simulación y visualización; y, hasta la potencia gigantesca de los ordenadores en sí. Este tipo de protocolos proyectan aportar a las máquinas domésticas y de oficinas la capacidad de alcanzar el ciberespacio. 5. Imágenes moleculares: permiten que los investigadores avancen en el análisis de cómo funcionan las proteínas y otras moléculas en el cuerpo. A diferencia de rayos x, ultrasonido y otras técnicas más usuales, las imágenes moleculares ayudaran a descubrir las verdaderas causas de la enfermedad. 6. Glucomicas: Un campo de investigación que pretende comprender y controlar los miles de tipos de azúcares fabricados por el cuerpo humano, para diseñar medicinas que tendrán un impacto sobre problemas de salud importantes[6].
Con un poco más de dos siglos de invenciones y perfeccionamiento, la máquina domina en la tierra. Sus extraordinarias creaciones han hecho que el hombre se convierta en Señor del Planeta. Todo esto significó pasar de un período de escasez – antes de Watt – a una de abundancia – posterior a Watt. En base a datos fríos y objetivos, podemos observar que la máquina disminuye, como mínimo, el 95% del trabajo humano y no sólo lo disminuye sino que, en términos generales, lo hace mejor a través del trabajo industrial. Se podría, incluso, asegurar que el 95% es una apreciación modesta. Aún el 5% restante que “realiza el hombre”, es igualmente auxiliado por otras máquinas.
La producción agrícola en América Latina y el Caribe
En las últimas décadas, incluyendo el siglo XX, la agricultura en América Latina y el Caribe (ALC) tuvo un crecimiento notable. Para el 2000, la agricultura en ALC, aumentó su participación en la producción mundial de 10% en 1960 a cerca de 13%. En esa década, ALC pasó a ser la mayor exportadora de productos agrícolas. “En los últimos diez años, el valor de la producción agrícola se incrementó notablemente. Este incremento se asocia a la expansión agrícola de Brasil y al crecimiento de la producción ganadera, en comparación con los cultivos”[7]. Diversificando significativamente la producción agrícola, que se refleja en los cambios de la estructura de las exportaciones[8].
Además, se estima que existen suficientes tierras para aumentar el rendimiento agrícola entre los pequeños y medianos agricultores; quienes pueden introducir significativos cambios tecnológicos, asociados con un mejor manejo, asistencia técnica y genética de plantas. “El uso del suelo y recursos naturales en América Latina tiene las mayores reservas de tierra para la agricultura del planeta y ha experimentado una expansión agrícola muy rápida. La región es exportadora neta de alimentos y productos agrícolas…”[9]. La productividad de la agricultura en la región tiene un índice de producción agrícola de 2.2 (1,0 representa el promedio global), lo que ha permitido que ALC sea considerada la región más integrada a los mercados internacionales[10].
Desde principios del siglo XXI ALC llegó a ser la región de mayor exportación neta de productos agrarios, superando a EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda en conjunto. Este despliegue de la región se debe principalmente a Brasil y Argentina[11]. No obstante, desde el 2012 ha disminuido la tasa de crecimiento de las exportaciones de productos agroalimentarios en ALC. Esta disminución, se debe fundamentalmente a la contracción económica de los países desarrollados y a la desaceleración de las economías de la zona. Empero, desde el 2013 la inflación en los precios de los alimentos al consumidor fue menor y relativamente más estables[12]. Las fluctuaciones en los precios de los alimentos, no tiene que ver con la producción; sino, con la especulación financiera. En las Bolsas de Chicago, Londres o Hannover, se negocian contratos futuros sobre cereales y oleaginosas. Y, esto, tiene repercusiones globales sobre el precio y la disponibilidad de los alimentos.
Resumiendo, el principal problema de la humanidad no es la producción de alimentos. Como se ha mostrado, brevemente, las sociedades son cada vez mejores produciendo alimentos. Por otro lado, se estima que existe un 20% más alimento disponible respecto al que estrictamente se necesita para alimentar al mundo. En gran parte de los países, incluso en países con problemas serios de desnutrición, paradójicamente tienen un superávit de alimentos.
- Distribución y Finanzas.-
En la introducción se dijo que la Distribución es el órgano que vincula la Producción y el Consumo. También se dijo que “Las Finanzas son el medio que permite -o no, según convenga a los financieros- que la Producción y el Consumo se encuentren”, que el “Dinero es el medio a través del cual opera la Distribución”; y, en la economía moderna, la emisión del dinero tiene que ver con el Banco Central y los bancos privados. Desde esta perfectiva veremos el Segundo elemento del proceso de producción.
Los Bancos y la creación del dinero en la economía moderna.-
Alejandro Nadal, economista mexicano, señala que hay tres mitos comunes sobre los bancos[13]
- El primer mito.- Los bancos son sólo intermediarios entre los ahorradores y los agentes que necesitan recursos adicionales, ya sean inversionistas o consumidores.
Según esta concepción, los bancos reciben en depósito los fondos de quienes ahorran, para luego prestarlos. A quienes ahorran, el banco les paga una tasa de interés inferior al interés que los bancos exigen a los prestatarios; y, la diferencia constituye la ganancia de los bancos. Michael McLeay, Amar Radia y Ryland Thomas, miembros del Directorio de Análisis Monetario del Banco de Inglaterra, escriben: “El modo real de crear hoy el dinero difiere de la descripción que se encuentren en algunos manuales de economía: En vez que los bancos reciban depósitos cuando los hogares ahorran y luego los presten, los préstamos bancarios crean depósitos”[14].
Para realizar un préstamo los bancos no necesitan que los recursos que van a ser objeto del crédito hayan sido ahorrados con anterioridad. Cuando un banco otorga un préstamo, se limita a abrir una cuenta a nombre del prestatario y le adjudica un saldo positivo (por el monto del crédito). En el mismo acto les otorga a los prestatarios instrumentos de pago: dinero bancario, una chequera o una tarjeta de crédito. Cuando un banco hace un préstamo, por ejemplo, a alguien que firma una hipoteca para comprar una casa, normalmente no lo hace dándole miles de dólares en billetes. En vez de ello, acredita en su cuenta bancaria un depósito bancario por el monto de la hipoteca. En ese momento se crea dinero nuevo. Por esta razón, algunos economistas se refieren a los depósitos bancarios como «dinero de estilógrafo», creado por los trazos de los estilógrafos de los banqueros cuando aprueban préstamos[15].
Los investigadores del Directorio de Análisis Monetario del Banco de Inglaterra, reiteran: “La inmensa mayoría del dinero en manos del público toma la forma de depósitos bancarios. Pero a menudo no se entiende de dónde proviene el volumen de depósitos bancarios. Una concepción errónea común es que los bancos actúan simplemente como intermediarios, prestando los depósitos que los ahorradores colocan con ellos. Según esta concepción los depósitos normalmente son creados por la decisión de ahorrar de los hogares y los bancos luego prestan los depósitos existentes a los prestatarios, por ejemplo, a las empresas que buscan financiar inversiones o a los individuos que quieren comprar viviendas”[16].
Los bancos privados o comerciales, nunca verifican si le quedan recursos de los agentes ahorradores para otorgar un préstamo. No tiene que hacerlo porque el crédito no depende de esos depósitos. Es innegable que hay gente que deposita sus ahorros en bancos privados, pero la captación bancaria no es lo que permite a los bancos realizar préstamos. Para intervenir como prestatario, el banco no tiene más que evaluar el proyecto en el contexto económico. Al otorgar el crédito se abre un depósito en el banco. En suma: los préstamos crean los depósitos y no al revés, como dice este mito[17].
- El segundo mito. Los bancos guardan en reserva parte de los depósitos de los ahorradores, para enfrentar una eventual demanda de los depositantes que deseen recuperar sus ahorros.
Esta es una variante del mito anterior y está ligada a lo que se ha denominado ‘banca de reserva fraccionaria’; y, supuestamente funciona de esta manera. Si en un banco se depositan cien pesos y dicho banco guarda el 10 por ciento en reserva, puede prestar los otros noventa, que son depositados nuevamente en el mismo o en otro banco. Sobre ese depósito se deben guardar el 10 por ciento de reservas, pudiendo volver a prestar 81 pesos y así sucesivamente. Al final de la serie, suponiendo reservas de 10 por ciento, los primeros cien pesos se habrán convertido en mil pesos por el efecto del multiplicador bancario (equivalente al recíproco del coeficiente de reservas que guardan los bancos)[18].
Volvamos a los investigadores del Banco de Inglaterra: “Para que la teoría se sostenga, el monto de reservas debe ser una restricción obligatoria a la concesión de préstamos, y el banco central debe determinar directamente la cantidad de reservas. Aunque la teoría del multiplicador monetario puede ser una manera útil de presentar el dinero y la banca en los manuales, no es una descripción exacta de cómo se crea el dinero en realidad. En vez de controlar la cantidad de reservas, los bancos centrales hoy normalmente implementan la política monetaria fijando el precio de las reservas: las tasas de interés”[19].
En realidad, ni las reservas son una restricción forzosa a la concesión de préstamos, ni el Banco Central fija el monto de reservas que están disponibles. Normalmente funciona a la inversa que describen algunos manuales. Los bancos primero deciden cuánto prestan, préstamos que dependen de la tasa de interés que fija el Banco Central. A su vez la cantidad de depósitos bancarios influye en la cantidad de dinero del Banco Central que los bancos privados quieren mantener en reservas (para satisfacer retiros del público, hacer pagos a otros bancos o cumplir los requerimientos de liquidez regulatorios).
Por su parte, Alejandro Nadal, sostiene: el 2007, antes de la crisis financiera, las reservas de los bancos en Estados Unidos ascendían a 20 mil millones de dólares (mmdd), lo que tendría que haberse acompañado de una oferta monetaria de 200 mmdd. Si el multiplicador existiera y no de los varios billones (castellanos) que existían en circulación. El multiplicador simplemente no existe como lo demuestran varios trabajos auspiciados por el FMI[20].
- El tercer mito: Se piensa que con las reservas el Banco Central controla la expansión del crédito (y la oferta monetaria), además de establecer un requisito prudencial para eliminar el riesgo de ‘corridas’ contra los bancos.
Sobre este tercer mito, Nadal sostiene que hace mucho que los Bancos Centrales dejaron de imponer niveles realmente significativos de reservas obligatorias. En muchos países los requerimientos de reservas son cero, y eso incluye Inglaterra, Canadá y México. Esto significa que los Bancos Centrales no tienen control sobre la oferta monetaria. En los hechos, si un banco privado necesita reservas al final del día, las puede obtener en el mercado interbancario de corto plazo o directamente del Banco Central. “No es la base monetaria (el dinero de alto poder emitido por el banco central) lo que se necesita para arrancar todo el proceso. La causalidad es la inversa: los créditos bancarios generan la cantidad de dinero de alto poder.”[21]. La conclusión es que los Bancos Centrales, no controlan la creación monetaria. La tarea del Banco Central, se reduce a proporcionar las reservas que requiere el sistema; o dicho de otro modo, el Banco Central está al servicio de los bancos privados.
KEEN Steve, profesor de economía y finanzas en la Universidad de Western Sydney, escribe un polémico artículo[22] como respuesta a las críticas de Paul Robín Krugman[23], donde se lee: “Paul no parece percatarse del hecho que ese coeficiente de reservas obligatorias ya no existe”. En gran parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya no tienen ninguna obligación de reserva. Los EEUU la tienen, aún, pero sólo para los depósitos de las familias. “El coeficiente de reserva del 10% no es obligatorio para los depósitos de las empresas. Además, “…las reservas que son obligatorias, lo son con un margen de hasta 30 días después de concedido el préstamo, momento en el cual los depósitos creados por el préstamo se han filtrado ya por el sistema bancario”[24].
Carpenter y Demiralp, investigadores de la FED observan que los coeficientes de reservas “se estiman en sólo una décima parte de la moneda en circulación”, y concluyen: “…el multiplicador monetario estricto de los libros de texto no parece un medio útil para estimar las implicaciones de la política monetaria para el futuro del crecimiento monetario o del préstamo bancario.”[25]
Entonces, la Reserva Federal de EEUU y los Bancos Centrales no controlan la cantidad de dinero y, por lo tanto, la oferta monetaria. Sin ninguna herramienta de control por parte de los Bancos Centrales, los bancos privados son los que crean el dinero que circula, excepto la mínima parte de billetes y monedas. Según Nadal, los bancos privados otorgan créditos, casi sin restricción, sabiendo que la Reserva Federal y los Bancos Centrales, deberán crear las reservas necesarias para saldar las operaciones netas entre bancos.
“El dinero en sentido amplio está formado por depósitos bancarios -que en esencia son pagarés de los bancos comerciales a los hogares y compañías- y efectivo en circulación -en su mayor parte pagarés del banco central. De los dos tipos de dinero en sentido amplio, los depósitos bancarios son la vasta mayoría: el 97% del actual volumen en circulación. Y en la economía moderna, la mayoría de esos depósitos bancarios es creada por los mismos bancos comerciales”[26]. Entender lo señalado, es esencial, para tener una idea completa del privilegio ilegitimo que tienen los bancos privados para crear dinero de la nada, cuando realizan operaciones de créditos (préstamos); y además, cobrando intereses.
El modelo del multiplicador bancario.- El modelo del multiplicador bancario, funciona con los bancos que reciben depósitos de dinero creado por el Estado del que deben retener un mínimo, el coeficiente de caja normalmente del 10%. Jordi Llanos escribe: El cliente ingresa 1.000 € en efectivo en el banco que crea un depósito por ese importe. “Posteriormente concede un sólo préstamo, para simplificar, por lo que excede del coeficiente de caja (900 €), que suponemos será gastado por el prestamista. Imaginemos que el prestamista retira en efectivo el dinero y paga una transacción equivalente al importe del préstamo. El proveedor del bien o servicio adquirido ingresa ese dinero en un banco distinto del primero (puede ser el mismo banco el razonamiento no cambia). Ahora el segundo banco está en disposición de prestar lo que exceda del coeficiente de caja, en esta caso 810 €, retendrá 90 € que es el 10% de 900 €. Observamos que estamos ante una serie de préstamos, no infinita pues las unidades de cuenta no son infinitamente divisibles, pero que podría continuar teóricamente hasta que lleguemos a la fracción menor que sea posible prestar. Para simplificar consideramos la serie infinita y que los préstamos se van concediendo uno cada semana para poner de manifiesto el elemento temporal”[27].
Siguiendo los argumentos de Alejandro Nadal, se puede señalar que el modelo multiplicador ha sido igualmente desechado. Las dos hipótesis del modelo son:
- La creación del crédito debe ocurrir después que el Estado haya creado el dinero. Esto significa que los bancos no pueden conceder préstamos hasta que no reciban el dinero creado por el estado. El coeficiente de caja implica que al recibir un depósito pueden prestar el exceso del coeficiente de caja exigido[28].
- La cantidad de dinero en circulación, debe exceder la cantidad de crédito bancario; siendo la diferencia el coeficiente de caja exigido. En consecuencia, el ratio de deuda/dinero debe ser igual al coeficiente de caja. Si el coeficiente es del 10% el ratio sería de 0,9 inferior a 1 precisamente en el coeficiente de caja.
Si los dos puntos fueran cierto, deben cumplir dos requisitos.
- Debe existir una prelación temporal, primero el estado crea dinero, luego ese dinero se expande a través del multiplicador mediante los préstamos bancarios.
- El crédito concedido por el sistema bancario no puede exceder la cantidad total de dinero, que es el crédito bancario creado mediante el multiplicador más el dinero del estado, siendo el crédito bancario un múltiplo del dinero en efectivo que marca el coeficiente de caja[29].
Diversos estudios realizados sobre el modelo del multiplicador bancario indican lo contrario, que primero se crea dinero mediante crédito y tarda hasta un año en transmitirse a la base monetaria, lo que contradice dicho modelo.
El economista James Tobin (1965), premio Nobel, sobre la diferencia entre riqueza real y dinero señala: “La riqueza de la comunidad tiene dos componentes: los bienes reales acumulados mediante previas inversiones reales y los ‘bienes’ fiduciarios fabricados por el gobierno a partir del aire. Sin duda, la riqueza no humana de una nación sólo consiste ‘realmente’ en su capital tangible. Pero teniendo en cuenta cómo es percibida individualmente por los habitantes de esa nación, la riqueza excede las existencias de capital tangible en una medida que podríamos definir como el tema fiduciario. Esto es una ilusión, pero sólo una de las muchas falacias de composición características de cualquier economía o sociedad. Tal ilusión puede mantenerse intacta hasta el momento en que la sociedad trate realmente de convertir en bienes toda su riqueza en papel…”[30].
Los hechos son claros, ni existen los retardos entre la emisión de efectivo y la concesión de préstamos, ni la relación deuda/dinero es la predicha en el modelo del multiplicador bancario. Lo único cierto es la frase de un economista de la Reserva Federal que afirmó en 1969: “En el mundo real, los bancos conceden crédito, creando depósitos en el proceso, luego buscan las reservas.” Ergo, en el mundo real, el problema son los bancos privados, en manos de un grupo reducido del Sistema Financiero Internacional, que no rinden cuentas ante nadie, excepto, quizá a sus accionistas. Estos son los que tienen el control del dinero; control, que les permite el dominio político a nivel global.
La pregunta con la que empezamos el artículo fue: ¿De la producción, Distribución y Consumo, cuál es el elemento que no cumple su función, que obstaculiza el Desarrollo Económico y produce situaciones de crisis y pobreza en el mundo? Lo señalado hasta el momento, nos permite indicar que el elemento que no cumple la función para el que fue creado es la “Distribución”.
Veamos de qué forma afecta a los otros dos elementos del proceso productivo.
El economista Español Juan Torres López, en su libro La crisis financiera, señala que el dinero está matando a mucha gente, “para que poca gente sea cada vez más irracionalmente rica«. Esta es la realidad del capitalismo[31]. En una conferencia resalta. “Hoy van a morir en el mundo cuarenta mil personas como poco, según los informes más optimistas, por falta de hambre o de agua (…). No es que hoy haya sido un día extraordinario y vayan a morir cuarenta mil personas y mañana ya sea un día normal. No. Es que vienen muriendo cuarenta mil personas desde hace años y todo los días”[32].
Torres señala, que el engaño es el lenguaje abstracto de los economistas; cuando se refieren a los mercados, a las fuerzas económicas, a los agentes económicos; que los mercados sienten, que los mercados rechazan la política del gobierno, los mercados se encuentran satisfechos por las reformas del gobierno. “¿Han visto ustedes alguna vez a un mercado reclamando algo a un gobierno? No hay mercados, hay seres humanos, hay organizaciones de seres humanos. Hay millones de seres humanos, no mercados, que se sienten insatisfechos por las reformas del Estado, que mueren de hambre por las decisiones de la plutocracia del dinero”[33].
Entre los instrumentos financieros tenemos a: “Los productos derivados[34] – que- son armas de destrucción masiva… puesto que no son comprendidos ni por los que los crean, ni por quienes los compran y tienen el potencial de magnificar los efectos”[35]. Estos productos derivados generan un volumen entre setecientos y ochocientos billones de dólares, que es como dos o tres veces el Producto Interior Bruto (mundial). Estos setecientos u ochocientos billones de dólares, se controlan desde los terceros miércoles de cada mes, en un despacho de Manhattan en Nueva York, conformados por nueve personas y resuelven lo que ha de pasar en ese mercado. “No es el mercado, sino nueve personas que van en representación de nueve grandes bancos”[36].
¿Y, de donde viene el poder? ¿Dónde radica el privilegio que le está permitiendo a un grupo social cada vez más minoritario, manejar con tanta fuerza, con tanta intensidad los resortes de nuestra sociedad? Torres López, señala que hay un poder que está teniendo una importancia vital, y que está siendo ocultado a la ciudadanía. Poder que deriva de todo lo que tiene que ver con el dinero. “Nos están haciendo esclavos, de eso que Shakespeare llamaba ‘la gran puta universal’”[37]. Por otra parte, hemos sido mentalizados que los temas del dinero, lo tiene que resolver un Banco Central. Los técnicos del Banco Central. Como si los asuntos del dinero fueran piezas de un reloj, que el relojero sabe perfectamente cómo tiene que ir y no afecta a nadie. La cuestión del dinero, no es una cuestión técnica; sino, una cuestión política y de primer orden.
Respecto a la deuda y a los argumentos que señalan: los pueblos o las personas tenemos deudas, porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades reales. Que hemos gastado más de lo que tenemos. “Sin embargo – escribe Juan Torres – si conocemos que la deuda es el origen del dinero bancario; y, que el dinero bancario es el origen del poder de los banqueros, entenderemos que la deuda es el negocio de la banca; y, la banca tendrá como objetivo permanente, que aumente la deuda”[38]. Cada vez que aumenta el dinero de la deuda, aumenta el poder de la banca. De esta manera la banca influye en los gobiernos. Para que las políticas que se llevan a cabo, sean políticas que aumenten el endeudamiento. De esta forma, el interés a través de la deuda, se convierte en un mecanismo de un extraordinario poder. Por eso desde siempre los bancos procuran multiplicar por cualquier medio, la generación de la deuda”[39].
Especulación Financiera.- En las últimas décadas, los mercados de materias primas han superado con creces la rentabilidad de cualquier activo incluyendo los valores bursátiles, los bonos corporativos o la propiedad inmobiliaria. A través de los “contratos de futuros” los precios del arroz, el trigo, el maíz y la cebada, han experimentados un aumento del orden del 50%. Es un mundo controlado por las grandes multinacionales de la alimentación y la especulación financiera; para ellos las grandes hambrunas y revueltas sociales no tienen otra importancia que la ganancia mercantil.[40]
Este invasión de los especuladores financieros afectan de diferentes maneras a los alimentos: “La conformación de los precios ya no depende solo de la oferta y demanda de cada producto, sino también de las opiniones subjetivas de unos operadores cuyos incentivos difieren del interés público…Más aún, al pasar a formar parte de fondos mixtos de inversión, el precio de los alimentos depende de otras materias primas… como los metales”[41]. De esta manera, las inversiones especulativas activan las presiones inflacionistas de los mercados, inflando artificialmente el precio de los productos.
Sin embargo de lo anterior, en la crisis financiera de 2008: la llamada crisis de las hipotecas subprime, los gobiernos terminaron rescatando a los bancos, causantes de la crisis financiera y no a los productores y consumidores que son las víctimas de aquellos; y, que además son los mismos que especulan con los alimentos, causando hambre y miseria. Juan Torre escribe: “… sorprende la magnitud del apoyo que se destina a los ya de por sí más ricos del mundo. Y sorprende, sobre todo, si se compara con otras necesidades para las que nunca hay dinero”[42].
Para acabar con la tragedia del hambre, según la FAO, es necesario 30.000 millones de dólares. Es decir, que para que nadie en el mundo muera de hambre o de sed, sólo es necesario el 40% que el Banco Central Europeo inyectó en los mercados en un solo día: el 29 de septiembre de 2008[43]. ¿Cómo es posible que el hambre y la sed de 1000 millones de personas no se consideren una crisis suficientemente seria como para que los Bancos Centrales aporten la financiación que pudiera resolverla? ¿No se debería dejarlos caer? O como escribe Carlos Sánchez: “El cuerpo pide encerrar en una mazmorra a un buen número de banqueros y arrojar las llaves al fondo del mar. Sería un acto de justicia y hasta un ejercicio de responsabilidad ética”[44].
¿De dónde sale tanto dinero para salvar a los banqueros? Los recursos, como siempre, salen de los ciudadanos víctimas de los banqueros y su crisis financiera. Y, se arrancará de los impuestos directos, que afecta al consumo de los ciudadanos; y, de los impuestos indirectos, lo que significa el recorte de los gastos públicos o impuestos diferidos, como las pensiones. “De esas fuentes saldrá el dinero para que los ricos que han provocado la crisis con su codicia criminal salgan de ella sin despeinarse ni un pelo”[45].
- Consumo y pobreza.-
El consumo es la pauta más eficiente para medir el consumo y la pobreza de los pueblos. Si bien es cierto que la pobreza es un mal de hace milenios; no es menos cierto que hasta el siglo XIX, las épocas de hambre que causaba estragos a poblaciones enteras, tenía como causas, generalmente, naturales. “Hoy día en la mayoría de los casos son producto del comportamiento humano”[46]. La pobreza el subdesarrollo y las desigualdades en medio de la abundancia, no es algo inevitable, sino que es producido por políticas concretas que van dirigidas a enriquecer a algunos y empobrecer al resto.
La declaración de los Derechos Humanos señala que: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado… en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios…”[47] Otro instrumento jurídico señala “La eliminación del hambre y la malnutrición y la garantía del derecho a una nutrición adecuada…”[48] El Secretario General de las Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali, el 13 de noviembre de 1996 declaraba: ¡Todavía hoy, una de cada cuatro personas padece hambre! ¡Ochocientos millones de personas sufren desnutrición crónica! ¡Ochenta y ocho países, de los cuales casi la mitad se hallan situados en el África subsahariana, conocen la angustia hambre crónica y la malnutrición! En este mismo instante, 200 millones de niños menores de cinco años padecen malnutrición y carencias alimentarias. ¡Esto es inadmisible!”[49]
¿Radica la causa en la carencia de alimentos, en la falta producción? Ya se demostró en un anterior inciso que ese no es el problema. Es absolutamente reconocido, que los recursos de la tierra, considerados en su totalidad, pueden alimentar a todos los habitantes del planeta[50]. Los alimentos disponibles por habitante, a nivel mundial, han aumentado considerablemente en los últimos años[51]. Sin embargo cada hora, mueren más de 1.200 niños. La abrumadora mayoría se debe a una única patología: la pobreza[52].
Anastasio Ovejero, Catedrático de Psicología Social de la Universidad de Valladolid, señala que con la tecnología actual, con los recursos financieros y la acumulación de conocimientos, el mundo tiene la capacidad de superar la pobreza extrema[53]. No obstante, de los 57 millones de personas que murieron en el mundo en 2002, uno de cada cinco era un niño menor de cinco años, es decir que muere casi un niño cada tres segundos[54]. La magnitud del problema del hambre, pone en tela de juicio, no sólo a las Organizaciones citadas; sino, a las estructuras del sistema capitalista, a sus mecanismos financieros; que además, de su incapacidad para mitigar el hambre y muerte de millones de personas, hacen extenderse continuamente las zonas de miseria y angustia.
Es inadmisible, con una economía mundial cada vez más próspera, 10,7 millones de niños no viven hasta los cinco años. Más de mil millones de personas “sobreviven en condiciones de abyecta pobreza con menos de un dólar al día. De acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 4.600 millones de personas viven en «países en desarrollo»; 2.400 millones no tienen acceso a servicios sanitarios; 2.500 millones no tienen luz eléctrica; 1.500 millones carecen de agua potable; más de once millones de niños menores de cinco años siguen muriendo cada año por causas evitables”[55].
Según Oxfam Intermon, 62 personas más ricas del mundo tienen una fortuna equivalente a la mitad de la población más pobre. Según la misma fuente la brecha entre ricos y pobres se ha ampliado «dramáticamente» en los últimos 12 años. Ovejero escribe: “El patrimonio neto de las 200 personas más ricas del mundo pasó de 440.000 millones de dólares a más de un billón entre 1994 y 1998, hasta el punto que en 1998, el patrimonio de las tres personas más ricas del mundo excedía al PIB combinado de los 48 países menos desarrollados, en los que viven 600 millones de personas”[56].
Otro extremo es la inversión que ciertos países destinan a sus presupuestos militares, según los datos recogidos en el Informe 2005 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Los países del G-7 dedican al menos cuatro veces más a gastos militares que a la ayuda humanitaria. En el caso de los Estados Unidos aumenta la inversión militar, llegando a 25% más que algunos países de Europa. “Si el aumento del gasto militar desde 2000 se hubiese destinado a ayuda, bastaría para alcanzar la antigua meta de la ONU de dedicar un 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo. Los 7.000 millones de dólares anuales que se necesitarán durante el próximo decenio para proveer acceso al agua limpia a 2.600.000 millones de personas, es menos de lo que gastamos los europeos en perfumes. Estamos hablando de una cantidad de dinero que podría salvar unas cuatro mil vidas anuales”[57].
Resumiendo, actualmente el planeta tiene un 23% más de alimentos por persona que hace cuarenta años. Hay hambre porque los alimentos se distribuyen muy desigualmente. Hay abundancia de alimentos incluso en países africanos donde el hambre es crónico; pero tales alimentos se dan a los animales para surtir de carne a la oligarquía local y para enviarla, a bajo precio, a países ricos[58].
De lo expuesto hasta aquí, concluimos que: 1) Existe suficiente producción; hecho que permitiría cubrir todas las necesidades básicas y accesorias de todo el planeta; 2) Si los consumidores no pueden comprar lo que se ha producido, es que porque no tienen dinero; y, 3) El elemento que no cumple su función es la distribución; es decir, el dinero en circulación a través de la banca.
- El puente del diablo.-
Es preciso tener una idea totalmente clara de la función de enlace llevada a cabo por las Finanzas. Para ello, se propone un ejemplo que ilustra de manera gráfica tal función. Es el denominado “ejemplo del puente”. Figura que ha sido utilizada por varios escritores. “Un puente que, por las cosas y raras y nocivas que en él ocurren llamaremos el Puente del Diablo”[59]. Dicho puente une las dos riberas de un río. Riberas que simbolizan la Producción y el Consumo. Y, en todo sistema económico, somos, simultáneamente, productores y consumidores. Así un industrial produce, por ejemplo, lingotes de acero y consume alimentos, ropa, etc. Y un agricultor produce cereales y consume pan, vino, etc. Es decir, todos trabajamos en la ribera de la Producción y vivimos en la del Consumo.
El puente.-
- Es una institución creada por productores y consumidores. Por tanto, éstos pueden cambiar de puente, cuando no cumple su función. Aparte del servicio que debe cumplir, carece de todo valor.
- Ha sido creado para beneficiar exclusivamente a productores y consumidores.
- Es obra humana, no divina. Por tanto puede modificarse las veces que productores y consumidores quieran para que sea un medio eficaz y permita pasar la producción al consumo, sin ninguna interferencia, sin ninguna carga a la economía real.
- Pertenece a la comunidad que lo necesita y emplea, y no al personal que cuida de su mantenimiento y cobrar el peaje de tránsito. Es sólo un servidor público para consumidores y productores. Y, finalmente
- Cómo es un servidor público de productores y consumidores, debe rendir cuentas de su gestión, como deber, no como una dádiva.
Y no obstante… Observemos las cosas inesperadas que suceden en este diabólico puente:
- Trabaja sólo para su beneficio, en detrimento de sus dueños. Ha concentrado tanto poder económico que ahora detenta un extraordinario poder político. En Bolivia, recordemos las confesión del ex Ministro de Economía Luís Arce Catacora y ex empleado del Banco Central: “se bolivianizó la economía dándole al Banco Central un grado de libertad muy alto para ´hacer´ política monetaria”[60].
- En vez de ser un instrumento de medida y cambio; es un instrumento de poder. En sólo seis años (2006 – 2012) creció el 312%, mientras se cerraban cientos de fábricas pequeñas, medianas y grandes en Bolivia.
- Para contribuir al engaño colectivo, se ha rodeado al puente de una doctrina de adoración al becerro de oro. Según esta doctrina el pueblo debe dejarse guiar por los sabios consejos de los magos-expertos en los secretos de la hermética bancaria.
- Se ha ocultado tras un lenguaje abstracto de los economistas. Desplazando con este lenguaje impreciso al hombre de carne y hueso; al hombre productor de riqueza real y consumidor. Por tanto,
- El puente actúa como si fuera pura emanación de la voluntad divina. En vez de ensanchar el tamaño del mismo para acomodar al tráfico, es precisamente éste el que, con perjuicio para toda la comunidad, debe amoldarse a las inmutables y estrechas dimensiones del puente.
- Se ha adueñado del oro de las naciones. De esta forma tienen el dominio económico y político del mundo.
- Pregonan que son un puñado, pero nadie tan poderoso como ellos, porque tienen la fuerza de la finanza, contra la que ningún gobierno puede luchar. Además,
- Inyectan dinero al mercado, para crear una sensación de bienestar causando inflación; y, retiran ese dinero, cuando productores y consumidores más lo necesitan, causando deflación. De esta manera, los pueblos vivimos la miseria en medio de la abundancia.
Es evidente que el puente no cumple la misión para la que ha sido creado. Si la Gestión en complicidad con las autoridades del Estado se enriquece, extorsionando y despojando a la comunidad a quien debería servir y para la cual fue creada. ¿Qué correspondería hacer?
Primero, pedirles cuentas de su gestión a los gerentes y responsables de su mantenimiento. Y, segundo, si procede, echarles a la calle. Pero esto, nunca ocurre de esa manera. Cualquier debate acerca de la función del Sistema Financiero Mundial, en concreto de los bancos, es tabú para los sabios economistas de nuestras universidades. Además, aceptado no sólo por los gobernantes; sino, también por productores y consumidores. De esta manera, siempre están dispuestos a ser trasquilados después de cada boom económico, artificialmente provocado por los ejecutivos del Puente del Diablo.
NOTAS
[1] MARX Karl, El Capital, La llamada acumulación originaria, p. 144.
[2] BORREGO Salvador, Inflación empobrecedora, deflación empobrecedora, ‘Tenazas del Supra capitalismo, 6ma edición actualizada, México D. F., 2003, p. 4
[3] BOCHACA, Joaquín, El enigma capitalista, Biblioteca Weltanschauung, Libros para ser libres, Frankfurt, 1999, p. 4
[4] BAUER Conrado, MASSUH Víctor, SANGUINETTI Juan José, La tecnología y el hombre. (Centro Argentino de Ingenieros y UNESCO. IV Congreso de Políticas de la Ingeniería, p. 224
[5] Ibíd. p. 25
[6] Cf. RUEDA López Juan Jesús, LA TECNOLOGÍA EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI: ALBORES DE UNA NUEVA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, aposta revista de ciencias sociales, nº 32, Enero, Febrero y Marzo 2007, The Pennsylvania State University http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/jjrueda.pdf, pp. 2 – 6
[7] ESCOBAR Germán, La relevancia de la agricultura en América Latina y el Caribe, Nueva Sociedad, Democracia y Política en América Latina, 2016 en http://nuso.org/autor/german-escobar/ p. 8
[8] Ibíd. p. 10
[9] Ibíd. p. 13
[10] Arias, Diego y Sarah Giannozzi: «Market-Based Agricultural Risk Management in the Caribbean», Caribbean Knowledge Series, Banco Mundial, Washington, DC, 2013, disponible en <http://documents.worldbank.org/ curated/en/2013/06/17900369/market-based-agriculturalrisk-management caribbean>. pp. 18 – 19
[11] VON BRAUN Joachim y DÍAZ Bonilla Eugenio, Los pobres y la globalización de los alimentos y la agricultura, Instituto internacional de investigación sobre políticas alimentarias, 2008.
[12] Ibíd., p. 33
[13] NADAL Alejandro, Tres mitos comunes sobre los bancos. En http://www.jornada.unam.mx/2013/01/09/economia/024a1eco
[14] McLeay, M.; A. Radia y R. Thomas. «La creación de dinero en la economía moderna», Revista de Economía Institucional 17, 33, 2015, pp. 355-383. DOI: http://dx.doi.org/10.18601/01245996.v17n33.16, p. 2
[15] Ibíd. p. 2
[16] Ibíd. p 4
[17] Cf. NADAL Alejandro, Tres mitos comunes… Ob. Cit.
[18] Ibíd.
[19] McLeay, M.; A. Radia y R. Thomas. «La creación de dinero… Ob. Cit. p 5
[20] NADAL Alejandro, Tres mitos comunes… Ob. Cit.
[21] Ibíd.
[22] KEEN Steve, Teoría económica ptolemaica en la era de Einstein: Krugman, el dinero y la banca. En http://www.sinpermiso.info/textos/teora-econmica-ptolemaica-en-la-era-de-einstein-krugman-el-dinero-y-la-banca
[23] Paul Robín Krugman (Albany, 28 de febrero de 1953) es un economista estadounidense, es profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton.
[24] KEEN Steve, Teoría económica ptolemaica en la era de Einstein…
[25] INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS, UNAM, Seth B. Carpenter and Selva Demiralp Money, Reserves, and the Transmission of Monetary Policy: ¿Does the Money Multiplier Exist?
[26] McLeay, M.; A. Radia y R. Thomas. «La creación de dinero… Ob. Cit. pp. 5 – 6
[27] LLANOS Jordi, Dinero soberano: Loanable funds vs teoría monetaria endógena, La economía del Dr. Pangloss, en http://economiapangloss.blogspot.com/2015/06/dinero-soberano-loanable-funds-vs.html.
[28] Por coeficiente de caja entendemos la cantidad mínima que el banco debe conservar en dinero del estado como reserva. Existe un retardo entre la recepción del dinero creado por el gobierno y la concesión de créditos.
[29] LLANOS Jordi, Dinero soberano: Loanable funds vs teoría monetaria… Ob. Cit.
[30] TOBIN, James (1965), «Money and Economic Growth», Econométrica, octubre, p. 676.
[31] TORRES, López, Juan con la colaboración de Alberto Garzón Espinosa, La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla, Ed, ATTAC, Sevilla, 2009.
[32] Torres López Juan: «Terrorismo financiero: alternativas contra la ceguera» (53min) (parte 1 de 2) Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=HJDyC6SepoI.
[33] TORRES, López, Juan con la colaboración de Alberto Garzón Espinosa… Ob. Cit. p. 37
[34] “Los productos derivados son instrumentos financieros cuyo valor deriva de la evolución de los precios de otros activos denominados activos subyacentes.
[35] Warren Buffet, según la revista ‘Forbes’, el hombre más rico del planeta. En https://elmicrolector.org/2017/05/18/las-armas-financieras-de-destruccion-masiva-que-pueden-hundir-la-economia-global/
[36] Torres López Juan: «Terrorismo financiero: alternativas contra la ceguera…
[37] Ibíd.
[38] TORRES, López, Juan con la colaboración de Alberto Garzón Espinosa… Ob. Cit. p. 49
[39] Ibíd. p. 56
[40] HERNÁNDEZ Vigueras Juan, El Casino que nos gobierna. Trampas y juegos financieros a lo claro. Clave Intelectual. Madrid. 2012, p. 84
[41] TORRES, López, Juan con la colaboración de Alberto Garzón Espinosa… Ob. Cit. p. 56
[42] TORRES, López, Juan con la colaboración de Alberto Garzón Espinosa… Ob. Cit. p. 76
[43] Ibíd. p. 77
[44] SÁNCHEZ Carlos, Por qué hay que rescatar a la banca y no dejarla caer. En: http://blogs.elconfidencial.com/espana/mientras-tanto/2012-06-10/por-que-hay-que-rescatar-a-la-banca-y-no-dejarla-caer_406250/
[45] TORRES, López, Juan con la colaboración de Alberto Garzón Espinosa… Ob. Cit. p. 78
[46] EL HAMBRE EN EL MUNDO UN RETO PARA TODOS: En http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/corunum/documents/rc_pc_corunum_doc_04101996_world-hunger_sp.html, p. 6
[47] Declaración Universal de Derechos Humanos, Aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 217 A (III) del 10 de diciembre de 1948, art. 25.1.
[48] ONU, Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 2542 (XXIV) del 11 de diciembre de 1969, II, art. 10b.
[49] ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION. Cumbre Mundial Sobre la Alimentación, 13 – 17 de noviembre de 1996, Roma.
[50] FAO – Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y OMS (Organización Mundial de la Salud), Conferencia Internacional sobre Nutrición, Declaración Mundial sobre Nutrición, Informe final de la Conferencia, n. 1, Roma 1992.
[51] Ibíd.
[52] Cf. OVEJERO Bernal, Anastasio, Desigualdad, subdesarrollo y pobreza… Ob. Cit. p. 8
[53] Ibíd.
[54] PNUD (2005a): Informe sobre desarrollo humano 2005: La cooperación internacional ante una encrucijada: Ayuda al desarrollo, comercio y seguridad en un mundo desigual. p. 30
[55] Ibíd.
[56] OVEJERO Bernal, Anastasio, Desigualdad, subdesarrollo y pobreza… Ob. Cit. p. 10
[57] CONTRERAS García, Ana Gabriela, Las relaciones internacionales de la pobreza en América Latina y el Caribe, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO, 2012, p. 247
[58] LAPPÉ Francés Moore, Terminar con el hambre: La respuesta no es nuevos alimentos, sino una nueva mirada, Ed, Archipiélago, Valladolid, 2006, p. 11
[59] Bochaca Joaquín, El enigma capitalista… Ob. Cit. p. 22
[60] LAZO Z Jhonny, El MAS partido neoliberal, la verdad sobre las transnacionales petroleras y mineras, Cochabamba, septiembre 2014, p. 3