Banca pública y corrupción
La susceptibilidad de corrupción y el escándalo financiero alcanzado en el caso del Banco Unión es cuestionable de evitar y refutar. Más del 95% de las acciones del banco están a favor del Estado; por tanto, es una entidad financiera de dominio público.
Para muestra basta un botón, por el cual se refleja la debilidad en el sistema de organización pública, en comparación con el sistema de organización privada: una tediosa analogía con evidencia estadísticamente diferenciada a lo largo del tiempo.
Por otra parte, cabe señalar que un siniestro de corrupción se presenta por la intersección de tres elementos: el pensamiento de los actores o delincuentes oportunistas (factor humano); la oportunidad para realizar el golpe y la debilidad en los controles institucionales, especialmente en entidades públicas.
En tal sentido, surgen algunos cuestionamientos tales como: ¿cuál es la relación entre el nivel corrupción y la fragilidad institucional? ¿Por qué las instituciones públicas frecuentemente tienen problemas de corrupción?
El principio económico general es que las instituciones sí importan y determinan el rumbo del desarrollo económico en el largo plazo; de forma contraria, en la medida que las instituciones estén en duda; se pone en riesgo la credibilidad del sistema en el tiempo.
En un estudio previo (de Beck, Kunt y Levine), se demuestra que a mayor control y supervisión estricta del regulador bancario (ejemplo: la Autoridad de Supervisión financiera ASFI), no se mejora la integridad y el desempeño bancario; donde se evidencia que el auto-control privado es el medio más efectivo de auto-supervisión con base en 2500 bancos de 37 países.
De forma adicional, se demuestra que la mejor forma de regulación consiste en el empoderamiento y monitoreo privado sobre la integridad del banco con sólidas instituciones financieras (transparencia en la información).
La evidencia general sugiere que la deficiencia en la supervisión bancaria está fuertemente relacionada con débiles sistemas legales, bajos niveles de efectividad gubernamental y elevados niveles de corrupción nacional; en tal sentido, a medida que existe mayor control o supervisión bancaria, el resultado será vano si el sistema general está corrompido.
En suma, existe una evidencia internacional generalizada que a mayor supervisión de la autoridad reguladora, no se traduce en mayor transparencia institucional de los bancos; sino que existe una relación tediosa entre la banca pública corrupta y el sistema en su conjunto; por lo tanto, se puede concluir que la supervisión financiera está estrechamente relacionada con la calidad de las instituciones nacionales.