Gustavo Porras, dirigente sandinista, habla sobre su gobierno
Nicaragua: “Una revolución cristiana, socialista y solidaria”
Médico de formación, el doctor Gustavo Porras es el coordinador del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), principal fuerza sindical del país. Además es diputado en la Asamblea Nacional en representación del sandinismo y asesor de la presidencia de Nicaragua. La Brigada “30 años, homenaje y solidaridad” lo encontró en Managua en la última semana de julio. Entrevista
¿Cómo define la actual etapa política en Nicaragua con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el Gobierno desde enero del 2007?
Gustavo Porras (GP): Transitamos lo que nosotros definimos como la 2da etapa de la revolución sandinista. La primera, fue desde el triunfo popular del 19 de julio de 1979 hasta la derrota electoral de 1990. Luego, enfrentamos tres periodos seguidos de gobiernos neoliberales, con el sandinismo resistiendo en la oposición. En enero del 2007 llegamos de nuevo el Gobierno luego de haber ganado las elecciones generales en noviembre del 2006. Para nosotros el gobierno es el instrumento clave para implementar los cambios sociales a favor de los sectores populares. Un útil muy importante para implementar nuestra estrategia
¿Cuál es hoy esa estrategia del FSLN?
GP: El objetivo esencial es la lucha contra la pobreza, sacar al país de la pobreza. Y asegurar la paz que es una reivindicación esencial del pueblo. Sabemos que no se puede hacer de la noche a la mañana. Que exige un proceso largo dada la situación con la que nos encontramos luego del ciclo neoliberal anterior. Y estamos convencidos que esa lucha no la podemos hacer únicamente los sandinistas. Por eso apostamos con convicción a un modelo político que se basa en el diálogo, la búsqueda de consensos y la construcción de alianzas. Con la visión de una revolución cristiana, socialista y solidaria. En estos casi 9 años buscamos mecanismos para mejorar la distribución del ingreso sobre la base de lo que producimos nacionalmente. Buscamos capitalizar las familias tanto en el campo como en la ciudad. Y promovemos el protagonismo de la gente. No podemos repetir actitudes paternalistas que en tanto Gobierno asumimos en los ochenta en la primera fase de la revolución. No tenemos los medios para “beneficiar” de arriba abajo, y por lo tanto promovemos la participación activa de cada uno. Hoy no hablamos de beneficiarios sino de protagonistas.
¿Y los principales programas de gobierno sandinista para luchar contra la pobreza?
GP: El programa Hambre Cero, ahora reactualizado y con rectificaciones. Se trata de un bono productivo, elaborado tal como un documento bancario oficial, que permite a las mujeres jefas de familia que lo reciben cambiarlo por gallinas, cerdos o vacas, para lanzarse a la producción. También el programa Usura Cero, que consiste en créditos blancos destinados a las mujeres jefas de familia, para que puedan iniciar pequeños emprendimientos, negocios etc. Estos planes han beneficiado, con excelentes resultados, a centenas de miles de familias. Otros programas esenciales buscan asegurar el techo de las viviendas familiares (Plan Techo); se promueven la educación y salud gratuitas; el mejoramiento de las infraestructura viales, caminos y rutas; construcción de más de un centenar de Casas Maternas en todo el país para sostener a las mujeres embarazadas antes y durante el proceso de parto. Son solo apenas algunos ejemplos. Un conjunto de programas e iniciativas sociales que ratifican el compromiso del sandinismo con los sectores más marginados y empobrecidos de nuestro pueblo.