Deuda pública externa saludable
La deuda pública externa de Bolivia ha sido objeto de análisis y especulaciones infundadas en los últimos días, generando preocupaciones sobre su sostenibilidad. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que el crecimiento económico del país ha superado ampliamente el endeudamiento público externo, lo que garantiza la capacidad de pago de la deuda.
Un análisis riguroso del ratio de deuda pública externa en relación al tamaño de la economía revela que Bolivia se encuentra por debajo de los niveles promedio registrados entre 1985 y 2005, cuando la deuda representaba en promedio el 67% del Producto Interno Bruto (PIB). En contraste, en 2022 la deuda pública externa de Bolivia representó el 30,0% del PIB, e incluso a mayo de 2023 alcanzó el 29,2% del PIB, lo cual demuestra una mejora significativa en la sostenibilidad de la deuda.
Estas cifras se ajustan a las buenas prácticas internacionales. El Marco de Sostenibilidad de la Deuda del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional recomienda que la deuda pública externa en términos del PIB no supere el 40%. De manera similar, la Comunidad Andina establece un límite recomendado del 50% del PIB, y el Tratado de Maastricht (Unión Europea) sugiere un umbral de referencia del 60% del PIB. Por lo tanto, Bolivia ha logrado mantenerse por debajo de estos límites de endeudamiento.
La relación entre el crecimiento económico y la dinámica de la deuda pública es un aspecto crucial a considerar. En los últimos años, el PIB de Bolivia ha experimentado un crecimiento promedio del 4,5%, superando las tasas de interés promedio de la deuda contraída. Esto refleja la solvencia de la deuda y la capacidad del país para hacer frente a sus obligaciones financieras.
Además, los pagos de intereses por la deuda pública son un indicador de una gestión prudente. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, los pagos de intereses no deben exceder el 3% del PIB para evitar cargas excesivas. En el caso de Bolivia, estos pagos representan aproximadamente el 1% del PIB, lo que demuestra una administración responsable y un manejo adecuado de los intereses de la deuda.
La solidez en la gestión de la deuda pública externa es crucial para mantener la estabilidad financiera y fortalecer la confianza en la economía nacional. Un endeudamiento sostenible respaldado por un sólido crecimiento económico y pagos de intereses manejables proporciona la base necesaria para enfrentar los desafíos económicos y sociales.
La gestión responsable de la deuda pública no solo implica mantener una relación equilibrada entre la deuda y el crecimiento económico, sino también utilizar los recursos adquiridos de manera eficiente. Es fundamental destinarlos a inversiones productivas y programas que impulsen el desarrollo socioeconómico, generando así un retorno positivo para el país y su población.
Además, la transparencia en la gestión de la deuda es esencial para generar confianza y proporcionar información precisa a los ciudadanos y los mercados. La rendición de cuentas y la divulgación periódica de datos confiables son componentes clave para construir una reputación sólida en términos de finanzas públicas.
La gestión de la deuda pública externa de Bolivia, respaldada por indicadores positivos y cumpliendo con estándares internacionales, es una prueba de la responsabilidad y el profesionalismo del gobierno en la administración de las finanzas públicas. Esto contribuye a mantener la estabilidad macroeconómica y sentar las bases para un crecimiento sostenible.
En consecuencia, es fundamental reconocer los logros y la solidez de la gestión de la deuda pública externa por parte del gobierno boliviano y en ese sentido, aclarar la relevancia de la aprobación de nuevos créditos externos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, ya que estos recursos contribuirán en el fortalecimiento de la estabilidad financiera y fomentarán un desarrollo socioeconómico sostenible en beneficio de toda la nación.