El rol de las subvenciones en Bolivia

Ante opiniones vertidas por distintos analistas, sobre la subvención de hidrocarburos y alimentos, que aseveran que dicha medida es un fracaso adoptado por el Gobierno Nacional; al respecto, es necesario comprender cuales son los objetivos y alcances que conllevan al Gobierno Nacional a destinar en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023, Bs8.079 millones, de los cuales Bs7.642 millones para combustibles y Bs437 millones son para acopio y comercialización de alimentos.

En este sentido, con relación a la subvención de hidrocarburos, es preciso señalar que Bolivia no es un país petrolero por lo que es necesario importar diésel y gasolina; asimismo, hace más de 15 años el precio del litro de diésel y gasolina se mantuvieron en Bs3,72 y Bs3,74 respectivamente, los cuales son subvencionados en más de Bs8, dado que el precio de compra es de Bs11 el litro actualmente, teniendo un efecto positivo en el bolsillo de las familias bolivianas.

Asimismo, considerando el incremento del precio internacional del petróleo tiene una correlación positiva con el gasto por importación de combustibles, dicho incremento se debe a varios factores, entre ellos, la guerra entre Rusia y Ucrania. Adicionalmente, se debe recordar que, al tener precios fijos en la comercialización de combustibles, dando como resultado que Bolivia tiene la inflación más baja de la región, disminuyendo el desempleo y la pobreza y el mercado interno dinamiza la economía del país.

El PGE 2023 prevé para la subvención de hidrocarburos Bs4.705 millones para Diésel Oíl, Bs2.637 millones a Insumos y aditivos (gasolina), Bs157 millones incentivos a la producción de petróleo, Bs106 millones GLP engarrafado y Bs37 gas oíl, garantizando el aprovisionamiento en el mercado interno de dichos líquidos.

En el marco del Modelo económico social comunitario productivo, y con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria bajo la estabilidad de precios de los productos de primera necesidad, se prevé en el PGE 2023 Bs437 millones para la subvención de alimentos, de los cuales Bs219 millones corresponden a maíz, Bs 168 millones a trigo y Bs50 millones para arroz.

Por lo que a través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA), el Estado compra a los pequeños y medianos productores, para posteriormente transformarlo y comercializarlo a los sectores pecuarios, panificadores y otros a precio subvencionado, teniendo como resultado precios justos y estables de los alimentos como las carnes de pollo y de cerdo, huevo, leche, harina y otros, en el mercado interno coadyuvando a la familia boliviana.

Finalmente, la subvención de alimentos para la gestión 2023, prevé fortalecer y apoyar al sector agropecuario para la reconstrucción económica y productiva, y contribuir a la soberanía alimentaria, incrementando la producción y productividad en el Estado Plurinacional de Bolivia, para avanzar hacia la industrialización con sustitución de importación, por lo que en el PGE 2023 se prevé Bs2.676,1 millones para la seguridad alimentaria con soberanía y Bs5.084,9 millones para la industrialización con sustitución de importaciones.