Bolivia ante la crisis económica

Anahi M. Chuquimia Vargas

En un contexto internacional complejo, acompañado por los efectos de la pandemia (Covid -19), así como la guerra entre Rusia y Ucrania, la economía mundial atraviesa incertidumbre y elevadas tasas de inflación, toda vez que, se afectaron directamente en el incremento de los precios de las materias primas, alimentos, combustibles, entre otros. Es importante recordar que, Bolivia atravesó por una inestabilidad política en octubre de 2019, la paralización de actividades en marzo de 2020 y la mala administración de un gobierno ilegitimo, influyendo en una serie de cambios regresivos en la política económica.

En ese sentido, las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, ante esta crisis económica, fue primeramente restablecer el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), fortaleciendo la inversión pública y priorizando el mercado interno, para dinamizar la economía y reactivar el sector productivo. Las principales políticas implementadas en el corto plazo fueron: El pago del bono contra el hambre; incremento a las rentas de los jubilados; incremento de la inversión pública; cancelación de planillas adeudadas a las empresas constructoras; reintegro en efectivo del IVA; impuesto a las grandes fortunas; aumento del salario mínimo nacional; devolución de los aportes a las AFP; facilidades de pago de deudas y multas tributarias; refinanciamiento y/o reprogramación de créditos diferidos.

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De esta manera, en la gestión 2021 se registró un crecimiento económico de 6,1%, sustentado en el dinamismo de la demanda interna, así como, en el buen desempeño de sectores como el transporte y almacenamiento, la minería, la industria manufacturera y la construcción, respecto a la inflación, ésta fue la más baja de la región sudamericana registrando un 0,9%, inferior a la prevista en el Programa Fiscal Financiero de 2,6%; asimismo, la estabilidad del tipo de cambio permitió precautelar el poder adquisitivo de las familias, al mitigar las presiones inflacionarias externas.

En la gestión 2022, Bolivia se mantiene en la senda del crecimiento, con una balanza comercial positiva, un déficit fiscal que disminuyó y una inversión pública que incrementó; como reflejo de la recuperación económica, se registró un aumento en la facturación de los restaurantes del 22%, hoteles en 37% y del transporte aéreo en 68% respecto al 2021. A noviembre de 2022, Bolivia registró una inflación de 3% y se consolida como el índice de inflación más baja de Sudamérica, producto de las medidas aplicadas por el Gobierno Nacional para estabilizar los precios de la canasta familiar.

Finalmente, las políticas económicas adoptadas por el Gobierno Nacional son acertadas, por cuanto, los precios son estables y existe crecimiento económico, además que, Bolivia es reconocida por organismos y entes internacionales como el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, The Economist Intelligence Unit, BBC Mundo, Sputnik y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, por su buen desempeño económico en el 2022, a pesar de la coyuntura mundial compleja, lo que demuestra que, el MESCP garantiza la estabilidad económica para la población boliviana.

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