“El pueblo cada vez más pobre”, ¿a qué pueblo se referiría?
Mientras la economía boliviana se recupera y el restablecimiento del Modelo Económico Social Comunitario Productivo desempeña un importante papel en este comportamiento y en garantizar al país el retorno a una senda de crecimiento sostenido, se lee y escucha una posición completamente errónea y fuera de lugar por parte de Virginio Lema sobre indicadores del bienestar en nuestro país en la última década y media.
En efecto, en recientes declaraciones el señor Lema señala que el ingreso per cápita del país siempre se ubicó en el último lugar, que no habría mejorado durante el “gobierno del MAS”, y que la población se hizo “cada vez más pobre”. Tales afirmaciones son falsas.
La aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo desde 2006, tras un fallido modelo neoliberal que sumió al país en la pobreza y desigualdad, significó un profundo cambio en el país a favor de la población boliviana, especialmente de la más vulnerable. Durante dicho período el país mostró importantes avances en sus indicadores macroeconómicos, pero fundamentalmente en la calidad de vida de la población.
Así, la pobreza se redujo notablemente, desde 60,6% a 37,2% entre 2005 y 2019 en el caso de la pobreza moderada y de 38,2% a 12,9% en el de la pobreza extrema; la desigualdad de ingresos también disminuyó, desde 0,60 a 0,42 en el mismo período, empleando el índice de Gini, un indicador que mide en nivel de concentración de los ingresos y que mientras más cercano a 1 se encuentre significa mayor concentración y cuando tienda a 0, mayor igualdad.
Asimismo, en este período, el país se posicionó como el de mayor reducción de la pobreza en la región sudamericana, destacado incluso por varios organismos internacionales, como el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Asimismo, según información del primero, el país destacó a nivel mundial como el de mayor crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población.
Por lo tanto, los avances en términos de reducción de la pobreza y desigualdad de ingresos son innegables. Las condiciones de vida mejoraron y la población pudo sentirlo en su nivel de ingresos y en mejores y mayor calidad y acceso a bienes y servicios. Por lo cual, la declaración del señor Lema simplemente no tiene sentido, o ¿a qué población se refiere?. Vale la pena aclarar que la mejora de los ingresos no sólo se produjo en el estrato de la población de ingresos bajos y medios, la población de ingresos altos también se benefició, aunque obviamente no al ritmo de la mejora de los primeros, en línea a la política de redistribución de los ingresos en el país, que prioriza la atención de la población más vulnerable.
Sobre el ingreso per cápita, efectivamente en los años 1970 el país se ubicó en el último lugar en la región latinoamericana, en 2005 el país mantenía esa posición, y el ubicarse en último lugar fue común en el país hasta dicho período en diferentes variables, de hecho, Bolivia era catalogado como un país pobre y con indicadores macroeconómicos rezagados, aunque sí era campeón en desigualdad y con elevados niveles de pobreza. Esta situación cambió de forma sustancial durante la vigencia del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, el país recuperó su dignidad, llegó a constituirse en un país de ingresos medios y a destacarse por el notable avance de sus indicadores económicos y sociales.
En relación a los datos del ingreso per cápita empleados por Virginio Lema, se hace notar que la fuente de la cual extrae la información y presenta está desactualizada, pues corresponde a febrero de 2020. Recurriendo a la misma fuente, Human Progress, ya actualizada, y a la fuente también de Human Progress, The Conference Board, se puede constatar que el país destacó como uno de los de mayor crecimiento del ingreso per cápita, y no sólo medido en términos nominales sino en términos reales y con el ajuste de paridad del poder de compra, que es útil para comparaciones entre países ya que descuenta el efecto del tipo de cambio.
Estas conclusiones son corroboradas también con información del Fondo Monetario Internacional (FMI), que muestra que entre 2005 y 2019 el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del país, real y en paridad del poder de compra, se incrementó en 52%, el tercer de mayor crecimiento de la región sudamericana, sólo por debajo de Perú y Uruguay. En tanto, en el período neoliberal sólo se registró un crecimiento de 19%, que no destacaba en la región, período en el cual el partido al que pertenece y fue candidato el señor Lema tuvo mucho que ver.
Si se realiza la comparación dentro de la región de América Latina, similar a la que menciona Lema, Bolivia fue el quinto de mayor crecimiento entre 2005 y 2019, un logro entre 18 países considerados; asimismo, un hecho a destacar es que el país ya no se ubica en la última posición como falsamente señala el señor Lema. Por lo mismo, sus declaraciones no tienen fundamento y sólo reproducen información pasada, sin análisis previo.
El Modelo Económico Social Comunitario Productivo ha permitido al país alcanzar logros que son irrefutables, logros que se tradujeron en las mejores condiciones de vida de todos los bolivianos y bolivianas, especialmente de la población más vulnerable. Es un modelo que mostró ser efectivo para enfrentar tiempos de crisis y que ahora vuelve a retomar su papel para superar la que el país vivió en 2020, con resultados favorables a la fecha que se reflejan en el gradual proceso de recuperación de la economía y de los ingresos y bienestar de la población.