¿14 mil toneladas hacia los narcotraficantes?
Coca: 25 mil toneladas para el ‘acullico’ ancestral, de casi 39 mil a cosechar
¿Bajó repentinamente el rendimiento o productividad de la coca? Aumento de 82 % en cocales “impulsará el mercado legal para la hoja” e industrialización, dice el Presidente. Profesionales e intelectuales advierten sobre delito de tráfico de influencias. “En cualquier caso, es inmoral aprobar una ley para beneficio propio”. (Foto ABI -Actualizado al 1-Mar.)
Con Bolivia aún en Carnaval y batida la última resistencia de una mitad de los cocaleros contra la presunta preferencia presidencial hacia productores de esta hoja del Chapare, Cochabamba, vinculados al mercado no legal de la cocaína, el gobierno se esmeraba por justificar el aumento de cultivos de coca, de 12 mil a 22 mil hectáreas, de las cuales una porción significativa podría llegar al narcotráfico.
De acuerdo con estudios de Naciones Unidas al 2016 y versiones de cocaleros de Yungas en La Paz efectuadas la pasada semana, esas 22.000 hectáreas de superficie cultivada con cocales representaban un potencial de cosechas por un volumen de casi 40 mil toneladas métricas de hoja.
Es decir, 10.000 más que las calculadas por el gobierno, que prevé un consumo tradicional de 25.000 toneladas.
El excedente, ahora de entre 10.000 y 14.000 toneladas probablemente, se destina al narcotráfico, según diversas estimaciones, entre ellas el último Informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). En 2014, el representante de la ONU señaló que el 91 % de la producción del Chapare no pasaba por el mercado legal de Sacaba, Cochabamba.
Precisamente en Cochabamba, el presidente Evo Morales, quien a su vez preside a los cocaleros de este departamento, sostuvo ayer martes que el cuestionado aumento de cocales “impulsará el mercado legal para la hoja” y la industrialización según reporte de ANF, mientras que la estatal ABI destacaba que el mandatario restó autoridad a las críticas de “la derecha”.
INDUSTRIALIZACION LEGAL O ILEGAL
“Ellos no tienen ninguna moral, ninguna autoridad. Cuando la derecha estaba en el gobierno ¿cuántas miles de hectáreas había?: 37.000 hectáreas de coca”, dijo el mandatario.
En carta abierta al país, 150 intelectuales y profesionales que habían rechazado la nueva ley aun sin promulgar, advirtieron que beneficiará a un sector delincuencial con más de 11.000 toneladas de coca, colocando a Bolivia en la esfera internacional como tolerante al fortalecimiento del narcotráfico.
De promulgar la norma, el Presidente “estaría incurriendo en el delito de tráfico de influencias, toda vez que aún funge como presidente de las seis federaciones de productores de coca del trópico de Cochabamba”, observaron.
“En cualquier caso, es inmoral aprobar una ley para beneficio propio”, anticiparon.
Sectores adversos a la política cocaleras del presidente Morales, coincidieron en las última horas en que la nueva ley a ser promulgada por el mandatario «favorece y legaliza» al narcotráfico y que no se cuenta hasta ahora con una seria justificación gubernamental sobre el volumen legalizado (83 %) y apuro con que fue sancionada por las bancadas oficialistas.
Hasta el martes al mediodía el presidente Morales no se había referido a las consecuencias de la nueva legislación, pero el expresidente Jorge Quiroga twiteó: Gobierno de Evo festejó «carnaval cocalero congresal» legalizando coca del Chapare para producir cocaína.
«De manera sorpresiva, previo a los feriados nacionales por las fiestas de Carnaval, las dos cámaras de la ALP se apresuraron en aprobar la Ley General de la Coca, tras confrontaciones entre productores de coca de los Yungas de La Paz y del trópico de Cochabamba quienes, al parecer, sólo velan por intereses sectoriales y corporativos sin tener en cuenta el interés nacional”, refirieron este martes intelectuales y profesionales.
Luego de una semana de protestas y centenares de detenciones aproximadamente 33 mil cocaleros de los Yungas paceños terminaron aceptando el pasado jueves 23, un acuerdo para aumentar a 14.300 sus hectáreas, en tanto el gobierno legalizaba otras 7.700 hectáreas para el Chapare cochabambino.
“El Jefe de Estado dijo que los políticos de la derecha están en desacuerdo con esa distribución porque pretenden que se elimine el cultivo de la hoja sagrada en todo el país”, consignó ABI.
«Quieren que la Ley 1008, del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, siga. Y de acuerdo a la 1008 coca cero en toda Bolivia, incluido Yungas de La Paz», agregó según la agencia estatal considerando “que el consumo interno para el masticado (pijcheo) se incrementó en los últimos años, a pesar de que los gobiernos neoliberales impulsaron que esa práctica sea penalizada internacionalmente”.
“Nos dejaron al país con pijcheo satanizado… hemos ganado una lucha internacional” para despenalizarla, sentenció, según ABI.
Entre sus aspectos relevantes, la nueva ley cocalera de Bolivia elimina sólo los primeros 31 artículos de la anterior Ley 1008 antidrogas, de 149 artículos y no establece un nuevo mercado legal al oriente del país, para controlar el tránsito a Santa Cruz y Argentina, manteniendo de Adepcoca y de Sacaba.
Según Morales, la industrialización de la coca abarcaría productos como el «vino mariano». El brebaje, una mezcla de alcohol y cocaína, era utilizado por europeos en el siglo XIX.
RENDIMIENTO: ¿BAJON REPENTINO?
Según se desprende de recientes declaraciones del ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, el índice de productividad o rendimiento de los cocales habría bajado a 1.4, aunque el reporte UNODC-2016 promediaba dos toneladas de coca por cada hectárea cultivada: 1.3 para Yungas paceños y 2.7 para el Chapare cochabambino.
«Hemos hecho una proyección de cuánto necesitamos al 2017; de acuerdo a los estudios que se tiene de la Unión Europea nosotros necesitamos producir un total de 24.785 toneladas de coca, solamente para el consumo. Esto se produce aproximadamente en 18 mil hectáreas”, dijo Cocarico este lunes, lo que daba un promedio de 1.37 de productividad.
Pero los productores de coca de los Yungas, sostuvieron que si de rendimiento se trata, Cocarico calculó en las negociaciones de la semana pasada que con 7.000 hectáreas el trópico de Cochabamba producirá unas 19.300 toneladas de coca. La cifra confirmaba un 2.75 de productividad media.
Respecto a la superficie, Cocarico señaló este fin de semana a los medios estatales que con la nueva ley de la coca, sólo unas 4.000 hectáreas utilizadas en «industrialización» y 18.000 en el consumo interno.
Sin embargo otro estudio del Consejo de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas con apoyo de la UE, concluyó en 2012 que la superficie requerida era 14.705 hectáreas.
El ministro se preguntó: «¿Cuánto vamos a producir con 22 mil hectáreas? 30 mil toneladas, 25 mil toneladas para acullicar (masticar)».
«Eso mediante estudio –añadió-, aunque creo que necesitaríamos un poquito más para acullicar, y el resto que serían unas 6 mil toneladas serán utilizadas para la industrialización», agregó a los medios estatales, con lo que aumentaron dimensiones del debate sobre el desvío de coca al narcotráfico.
La producción potencial de hoja de coca a nivel nacional fue estimada en 32.500 toneladas por UNODC en 2015, oficina que el año pasado reiteró la necesidad de realizar estudios periódicos de productividad de la hoja de coca, a fin de calcular con mayor precisión su producción en el país. Recomendó además un estudio sobre el factor de conversión coca-cocaína, para estimar el potencial de fabricación de esta sustancia en Bolivia.
¿COCALES PARA EL NARCOTRAFICO?
Luego de una semana de protestas y centenares de detenciones los aproximadamente 33 mil cocaleros de los Yungas paceños terminaron aceptando el pasado jueves 23, un acuerdo para aumentar a 14.300 sus hectáreas, en tanto el gobierno legalizaba otras 7.700 hectáreas para el Chapare cochabambino, bastión de Morales, presidente, simultáneamente, de los 45 mil productores de hoja de coca que en 90 % no pasa por los mercados legales y se considera destinada a los narcotraficantes.
Entre otras presiones, los cocaleros de La Paz no pudieron superar la responsabilidad que les endilgaron los ministros, sobre la vigencia de la ley 1008 antidrogas, que desde 1988 establecía sólo 12 mil hectáreas legales, y sobre la nueva ley que aprueba la Cámara de Diputados con un total ampliado de 22 mil hectáreas.
Plantear la suspensión definitiva del proyecto de ley en la Asamblea Legislativa, es pedir la aplicación de la Ley 1008, les advirtió el mandatario al comenzar la semana.
El viceministro José Luis Quiroga, arremetió contra la presunta “intención desestabilizadora, golpista” del presidente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), Franklin Gutiérrez, a quien dos organizaciones yungueñas, la campesina Confecay y la mancomunidad de Municipios de Yungas restaron apoyo el último minuto del conflicto
Quedaron en el camino las quejas de los cocaleros yungueños sobre el denunciado favoritismo del presidente Morales hacia los cocaleros del Chapare, traducido en mayor infraestructura como el aeropuerto de Chimoré y las plantas de industrialización de coca y de úrea, más un ferrocarril moderno.
20.000 TONELADAS EN EL CHAPARE, 18.000 EN YUNGAS
También parecieron olvidarse los francos cuestionamientos a la coca cochabambina destinada a la fabricación de cocaína: de acuerdo con UNODC al 2015 el 35% de la hoja de coca (32.500 toneladas métricas) no se comercializaba por mercados legales, es decir que 11.300 toneladas métricas de la hoja que no van a los mercados autorizados de Villa Fátima en La Paz y de Sacaba en Cochabamba, por los que pasaron sólo 21.201 toneladas.
En agosto de 2014 el viceministro Felipe Cáceres, admitió que el 40% de la coca que se produce en el país es desviada a la producción de cocaína.
Cocaleros de Yungas y especialistas de Naciones Unidas remarcaron la alta productividad de la coca del más lluvioso y plano Chapare cochabambino ‒2.7 toneladas por hectárea a 280 metros sobre el nivel del mar y con hasta cuatro cosechas al año‒ que redituará con 7.700 hectáreas unas 20.800 toneladas de coca en su mayor parte desviada a las factorías de droga en la selva.
En los Yungas a una altura promedio de 1.750 metros, menos lluvias y terreno escarpado, la productividad de 1.3 toneladas de coca por hectárea permitirá la producción de un máximo de 18,600 toneladas métricas destinadas al mercado legal del pijcheo/acullico como se denomina en lengua autóctona al masticado tradicional de coca como estimulante natural, virtud que no tiene la del Chapare, considerada amarga.
Otros medios revelaron cómo se desarrollan nuevas formas de cultivos excedentarios de coca, que escapan a los controles estatales
http://www.rimaypampa.com/2017/02/revelan-como-ocultan-la-coca-ilegal-en.html?m=0
Igualmente quedaron fuera de la futura ley, y su denominación de «producción originaria y ancestral», las aspiraciones de municipios y regiones de producción de coca desde tiempos prehispánicos, entre otros los de Larecaja, Muñecas e Inquisivi, antiguos enclaves del Estado Inca, al igual que la región de Zongo, aledaña a La Paz, que intentaron reconocimiento oficial a sus cocales ancestrales.
Obtivieron sin embargo una especie de reconocimiento a su producción «bajo registro y catastro» las provincias Pedro Domingo Murillo, Ildefonso de las Muñecas y Franz Tamayo. ademas de sectores de las provincias Caranavi, Bautista Saavedra y Larecaja (Poroma y Santa Rosa de Mapiri) y parte del municipio de La Asunta de la provincia Sud Yungas. La ley no precisó si la inclusión de Inquisivi es para toda la priovincia o sólo para el municiupio de Cajuata, vecino a los Yungas.
¿QUIEN TRAICIONO A QUIEN?
Hace una semana, tras la renuncia del viceministro Ernesto Cordero, un representante de los cocaleros paceños que pidió con lágrimas al Estado y al Órgano Legislativo “no abusar a los cocaleros de los Yungas”, se instaló la protesta del sector que fue dispersada por la policía en diferentes oportunidades con cientos de detenciones.
En medio de las refriegas, el dirigente de Adepcoca, Abel Alarcón, llegó a decir el pasado martes: “Este gobierno pertenece a zonas excedentarias e ilegales, no vamos a permitir que se cocalice Bolivia, nosotros pedimos un estudio el uso y consumo real de la coca”, mientras el productor Víctor Cusi lamentó a la Red Erbol “la actitud dictatorial del presidente Morales al imponer una ley en desmedro de los productores de Yungas. “Vamos a darle voto castigo a Evo, gracias a nosotros está donde está”, agregó.
Poco antes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero los sindicó de traición y alianza con la derecha. «Nos parece catastrófico que algunos dirigentes de Adepcoca, guiados por asesores que pertenecen a fuerzas políticas de la derecha, se están equivocando en pretender enfrentar a Yungas con Chapare, eso equivale a una traición al proceso de cambio», dijo.
Dirigentes de los cocaleros del trópico de Cochabamba rechazaron el cerco que efectuaron sus pares de Yungas en Plaza Murillo, y acusaron a los dirigentes que impulsan esta medida de ser “inmaduros” y estar engañando a sus bases.
El dirigente de la Coordinadora de las 6 federaciones del trópico, Leonardo Loza, ‒acusado a su vez de amedrentar por teléfono a los productores de coca yungueña‒, se declaró preocupado por el “comportamiento tan inmaduro”, pero Adepcoca, reiteró el rechazo a que se legalice “tanta coca” en el Chapare, debido a que desconfían de la legalidad de los fines de la hoja de esta región., sin tener la seguridad que la producción vaya al consumo tradicional.
Mapa del monitoreo de cultivo de coca de la UNODC
En: http://www.paginasiete.bo/nacional/2017/1/28/proyecto-coca-yungas-chapare-125330.html
DESCONTROLES
En la cúspide de la tensión, Adepcoca llegó a cuestionar la justificación para las 19.000 toneladas de la hoja que produciría cada año el trópico de Cochabamba en las 7.000 hectáreas que el proyecto de ley propuesto por el Ejecutivo legalizaba preliminarmente
De acuerdo a cifras de UNODOC citadas por los cocaleros yungueños en las 6 mil hectáreas que tiene Chapare en 2016 se produjo 16 mil toneladas de la hoja, mientras que en en las 14 mil hectáreas que en la actualidad tiene Yungas produce 18 mil toneladas.
Señalaron que el ministro César Cocarico, calculó que con 7.000 hectáreas en el trópico de Cochabamba producirá unas 19.300 toneladas de coca. Por su parte Cocarico sostuvo que no toda la producción del Chapare sale a Sacaba porque el mercado natural es Tarija y Santa Cruz.
“Entonces, hay venta directa, la ley permite que un comunario puede vender hasta 15 libras directamente y eso no se registra y es una falla que también será solucionada”, dijo la autoridad.
Sin embargo no explicó por qué el gobierno no ha instalado aún un control o instalaciones de mercado legal en el oriente, sea en Yapacani o Montero.
Por el momento, el precio ponderado de la coca bordeaba los 70 bolivianos, es decir unos 35 bolivianos la libra. El valor total de la producción de la hoja sumaba 273 millones de dólares, según el informe de UNODC al 2016. Los siguientes datos muestran la situación en 2012.
https://www.unodc.org/documents/bolivia//informe_de_coca_2012/BOLIVIA_COCA_SURVEY_2013.pdf
Uno de los temas sacrificados en el conflicto es el referéndum planteado por los cocaleros yungueños para determinar qué coca es destinada al “pijcheo” tradicional y doméstico: si la cultivada por las seis federaciones del Chapare cochabambino o la de los Yungas de La Paz.
En febrero de 2016, hace un año, cuando los cocaleros paceños protestaron en La Paz demandando el referéndum el “taque” (envoltura) de 50 libras había bajado de 900 a 500 bolivianos. “Pero no entendemos cómo la coca del Chapare vale, la misma cantidad, 1.700 o 1.900 Bs.”, se cuestionaba entonces el secretario de Hacienda de los cocaleros yungueños, José Laime.
Tras el acuerdo con el gobierno, las preguntas de los productores paceños parecen haber naufragado en la negociación.