Dólar: banda “oficial”, crisis real en la calle

El Banco Central de Bolivia (BCB) comenzó a publicar un valor referencial diario del dólar frente al boliviano para intentar ordenar un mercado cambiario tensionado por meses de cotizaciones paralelas y especulación, medida que economistas ven como un paso parcial que no reemplaza una reforma de fondo del tipo de cambio fijo.

El BCB informó que desde el 1 de diciembre publicará cada día en la portada de su web un valor referencial del dólar basado en las operaciones efectivas de compra y venta realizadas por los bancos y entidades financieras, con la idea de ofrecer una “referencia clara y confiable” a ciudadanos y empresas.

Para la primera jornada, el valor referencial se fijó en 7,85 bolivianos por dólar para la compra y 9,32 para la venta en operaciones con el exterior, mientras que el tipo de cambio oficial se mantiene anclado en 6,86 para la compra y 6,96 para la venta, vigente desde 2011.

El emisor explicó que el valor de compra corresponde al promedio ponderado de las transacciones del mercado mayorista y que el valor de venta marca el tipo de cambio máximo que las entidades pueden cobrar en operaciones internacionales, incorporando costos de transferencia.

Según el banco, la referencia busca unificar criterios después de un periodo en que la ausencia de una señal oficial permitió la proliferación de precios distintos provenientes de plataformas virtuales, casas de cambio y cambistas, generando confusión y distorsiones.

COMUNICADO DE PRENSA BCB_DIC_ok

Contexto de crisis cambiaria y dólar paralelo

Pese a la paridad fija, la escasez de divisas y la caída de las reservas impulsaron la aparición de un mercado paralelo donde el dólar llegó a cotizar hasta 21 bolivianos este año y, más recientemente, se mueve en niveles sensiblemente superiores al tipo oficial.

En varios medios de comunicación, analistas señalan que la brecha entre el dólar oficial y el informal se ha convertido en un indicador de las tensiones económicas y de la dificultad de acceder a divisas por los canales bancarios, factores que alimentan la demanda en el mercado alternativo.

Estudios de consultoras y organismos privados apuntan a que el régimen de cambio fijo ayudó a contener la inflación durante varios años, pero a costa de una presión creciente sobre las reservas internacionales, que se han visto afectadas por la caída en los ingresos por exportaciones de gas y por el aumento de las necesidades de financiamiento del Estado.

En respuesta, el BCB ha recurrido a instrumentos como bonos en dólares para captar divisas del mercado interno, al tiempo que mantiene su compromiso de sostener la paridad oficial.

Reacciones de economistas

Economistas consultados por medios locales valoran que la banda referencial aporte información más realista sobre las operaciones del sistema financiero, pero advierten que la medida por sí sola no corrige los desequilibrios que originan el mercado paralelo.

Varios analistas sostienen que la coexistencia de un tipo oficial de 6,96 y referencias mucho más altas deja intacta una brecha que incentiva la especulación y plantea dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario en ausencia de mayores reservas.

Algunos especialistas han planteado la necesidad de revisar el tipo de cambio oficial o diseñar un nuevo régimen cambiario que reduzca de forma más estructural la diferencia entre el valor oficial y el paralelo, sugiriendo una eventual devaluación controlada como mecanismo para estabilizar expectativas.

Otros advierten que, mientras no se resuelvan factores de fondo como la disponibilidad de dólares, el déficit fiscal y la caída de exportaciones, cualquier referencia administrada seguirá enfrentando presiones del mercado y podría requerir ajustes adicionales en el corto y mediano plazo.

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