El evismo declara “pausa humanitaria” en los bloqueos de caminos

Después de seis muertos y millones de bolivianos en pérdidas económicas, el Pacto de Unidad y el denominado Estado Mayor del Pueblo, afines al evismo, declararon este domingo una “pausa humanitaria” en los bloqueos de caminos, pero anunciaron que las marchas y cacerolazos proseguirán en el país.

En un documento publicado por el medio evista Radio Kawsachun Coca, las organizaciones evistas acusaron al Gobierno de sumir al país en la quiebra económica, demandaron una investigación internacional “de todos los hechos provocados por la intervención policial y militar instruida por el gobierno de Luis Arce” y se declararon en duelo por las muertes producidas en los días recientes en enfrentamientos en Llallagua y Arque.

Asimismo, anunciaron que las protestas sociales como marchas y cacerolazos continuarán en las ciudades hasta que el Gobierno renuncie, por su incapacidad de dar solución a la falta de combustibles, medicamentos, dólares y alimentos que atraviesa el país y, además, en defensa de los recursos naturales.

“Determinamos una pausa humanitaria en la movilización nacional en carreteras, mientras se realice una investigación internacional exhaustiva, transparente e independiente, pero continuaremos con otras medidas de presión”, señala el comunicado.

También determinaron declarar “enemigos y asesinos del pueblo” a los ministros de Gobierno, Roberto Ríos, y de Defensa, Edmundo Novillo. Y exigieron al alto mando policial y militar replegar “inmediatamente” a los efectivos a sus diferentes unidades para “evitar enfrentamientos”.

Igualmente, conminaron a la Asamblea Legislativa a no aprobar créditos externos y exigen a la presidencia de la Cámara de Diputados y Senadores a iniciar acciones judiciales “por los hechos de corrupción en diferentes instituciones del Estado y por las denuncias que involucran a la familia del presidente Luis Arce Catacora”.

La medida de presión se suspende después de 15 días, en que ocasionaron seis personas fallecidas y una pérdida económica estimada en más de Bs 500 millones para el sector agropecuario, además de graves perjuicios a diferentes sectores del país.

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