El incremento de la inflación y el costo de alimentos golpea a las familias bolivianas
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, atribuyó el incremento de la inflación y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a una combinación de factores que están afectando gravemente el bolsillo de los bolivianos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación acumulada hasta septiembre alcanzó el 5,53%, con un aumento del 0,88% solo en el último mes. Este escenario ha generado una preocupación creciente entre la población, que ya enfrenta dificultades para acceder a productos básicos.
Factores que impactan en la inflación
En conferencia de prensa, Montenegro explicó que la inflación está siendo impulsada por cinco factores principales:
- Contrabando a la inversa: Debido a que Bolivia mantiene precios más bajos que sus países vecinos, productos como el arroz y la carne están siendo llevados ilegalmente a Perú y Argentina, lo que provoca escasez y aumento de precios en el mercado interno. “El arroz, la carne vacuna y otros productos son trasladados a otros países, lo que genera un incremento en los precios dentro del país”, señaló el ministro.
- Aumento en el costo de productos importados: El precio de productos de uso cotidiano, como artículos de higiene personal y detergentes, ha subido debido a los costos internacionales. “Lo que pasa afuera del país afecta aquí adentro, especialmente en los productos que importamos”, explicó Montenegro.
- Impacto del cambio climático: Las sequías y heladas han afectado la producción agrícola, especialmente la producción de alimentos para aves, lo que ha derivado en un encarecimiento de la carne de pollo. «Estos fenómenos climáticos están golpeando fuertemente la producción de alimentos», comentó el ministro.
- Bloqueos de carreteras: Las protestas y bloqueos que ocurren en el país están interrumpiendo el suministro de productos, generando desabastecimiento y especulación en los mercados.
- Contexto internacional: A nivel global, los precios de los alimentos y los costos de transporte marítimo se mantienen altos, lo que presiona aún más la economía nacional. Montenegro también mencionó que los conflictos internacionales, como la guerra en Medio Oriente, están generando nuevas tensiones económicas.
La situación en los mercados
Este aumento en la inflación se refleja en los mercados populares de Bolivia, donde productos básicos como el arroz, el aceite y las verduras han experimentado un fuerte incremento en sus precios. En el mercado Mutualista, por ejemplo, el precio del arroz ha duplicado su costo en pocos días, pasando de Bs 6 a Bs 12 por kilo. “Todo está más caro y ya no podemos seguir pagando estos precios”, expresó Rocío, una madre de cuatro hijos que hacía fila en una agencia de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) para comprar arroz a precios subsidiados.
El precio de la carne de res también ha subido, lo que llevó a los carniceros a extender su paro indefinido, exigiendo medidas que estabilicen los costos. “La gente ya no puede comprar carne. Es difícil seguir adelante con estos precios”, expresó uno de los comerciantes afectados.
Medidas del Gobierno
Montenegro destacó que el Gobierno está tomando medidas para mitigar el impacto de la inflación, incluyendo la lucha contra el contrabando con operativos y controles más estrictos, así como la organización de ferias populares que permiten a los consumidores adquirir productos a precios más bajos. Sin embargo, reconoció que la situación es compleja y que los efectos del clima, el contexto internacional y la especulación siguen siendo factores difíciles de controlar.
A pesar de estas iniciativas, economistas advierten que la inflación seguirá siendo un reto. Expertos como Jaime Dunn y Gabriel Espinoza señalan que la inflación de este año podría llegar hasta el 7% o incluso el 10%, lo que marcaría un récord en los últimos años. «Estamos en un panorama complicado, con la inflación más alta desde 2018», afirmó el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Romero.
En medio de este escenario, las familias bolivianas se enfrentan a un desafío diario: hacer que su dinero alcance para cubrir las necesidades básicas mientras los precios continúan subiendo.