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Economías populares de La Paz

Chryslen M. Barbosa G.

  1. Cómo se conforma el comercio popular globalizado y la conexión entre lo económico, lo ritual y lo festivo en las relaciones entre “caseritas”, las fraternidades de baile y comerciantes viajeros a China.

El jueves 02 de marzo se presentó en la Universidad Pública de El Alto (UPEA) el libro de la antropóloga y docente de la Universidad de Barcelona, Juliane Müller, que se titula: “El comercio popular globalizado. Mercado, reciprocidad y acumulación en los Andes bolivianos”, publicado por Plural Editores. El evento  fue organizado por la editora y por la Carrera de Sociología de la UPEA. Como comentaristas del libro, estuvieron la docente de Sociología de esa misma universidad, Tania Quilali, especialista en temas de economías populares aymaras y la festividad del Gran Poder; y el doctor Pablo Mamani Ramírez, reconocido sociólogo aymara y docente de la UPEA.

El libro de Juliane Müller es fruto de ocho años de investigaciones en La Paz (Bolivia), específicamente en los mercados de la Eloy Salmón y la Feria de la Huyustus, espacios constituidos por la migración desde las comunidades rurales en la ciudad de La Paz. La antropóloga estableció vínculos en los mercados con las llamadas “caseritas”, en las festividades con las fraternidades de morenada y, también, en viajes de estos comerciantes para China, con el objetivo de entender cómo se conforma este comercio popular globalizado y la conexión entre lo económico, lo ritual y lo festivo en estas relaciones.

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Como fue comentado por Pablo Mamani, este libro evidencia la importancia de leer estas economías populares no en la clave de la informalidad y, tampoco, entendiéndolas como economías de subsistencia, sino tratando sus características complejas, sus relaciones (entre caseras, entre fraternos y de compadrazgo, por ejemplo) y el lenguaje propio presente en estos espacios económicos. Estas características aparecen en el enfoque teórico de la autora (que toma como referencia autoras latino-americanas como Raquel Gutiérrez y Verónica Gago).

Como sostiene Pablo Mamani, el libro demuestra una suerte de reinversión de lo acumulado por los comerciantes en las prácticas sociales, una redistribución de la economía en relaciones que congregan distintos sectores de la sociedad, como pasantes en las fiestas, en las relaciones de compadrazgos y en los espacios del mismo mercado y de las ferias. A parte de eso, para Mamani, el libro de Müller sostiene las diferencias de estas prácticas económicas, que no están desvinculadas del mercado global, pero que tienen singularidades en el entendimiento de la moneda, en su forma de acumulación y reinversión, por ejemplo: “Es una manera distinta de entender la economía. Y no es una economía comunitaria, es una economía capitalista, pero es un tipo de capitalismo distinto”, analiza Mamani.

Philopp Schorch al fondo, Pablo Mamani a su lado, luego Adrián Huanca y, haciendo uso de la palabra, Tania Quilali, en la presentación del libro de Juliane Müller en la UPEA. Foto: captura vídeo UPEA.
Philopp Schorch al fondo, Pablo Mamani a su lado, luego Adrián Huanca y, haciendo uso de la palabra, Tania Quilali, en la presentación del libro de Juliane Müller en la UPEA. Foto: captura vídeo UPEA.

 

En la interpretación de Tania Quilali, una particularidad del libro de Juliane Müller es que toma a estos sujetos del sector popular como sujetos políticos en sus conflictos con las decisiones de la Alcaldía – sobre todo en los intentos de formalización y reestructuración del mercado por parte de esta institución. Para Quilali, el aporte de trabajos como el de Müller es ayudar a comprender cómo se crearon estos mercados y cómo la gente se relaciona económica y socialmente, incluso para la producción de políticas públicas que sean más efectivas para estos sujetos. Especialmente en Bolivia, que con un 82,8% de trabajadores en la economía informal es el país con mayor índice de informalidad de Latinoamérica según datos de la OIT.

En la presentación del libro también estaban presentes el profesor de la Universidad de Múnich, Philipp Schorch, el decano del Área Social de la UPEA, Adrián Huanca, y el director de la Carrera de Sociología, David Ali Condori, quienes firmaron un Convenio entre la Universidad de Múnich y la Universidad Publica de El Alto para futuros trabajos e intercambios entre docentes y estudiantes.

 

Breve reseña del libro

El libro “El comercio popular globalizado. Mercado, reciprocidad y acumulación en los Andes bolivianos”, de Juliane Müller, es resultado de un largo trabajo etnográfico de ocho años en las zonas de Eloy Salmón y la Feria de la Huyustus en La Paz, trabajo realizado específicamente con comerciantes de productos electrónicos. Para la producción del texto, la autora se relacionó con las personas en los espacios económicos (de compra y venta), en los espacios festivos (como son las fiestas de las fraternidades de morenada) y en viajes de algunos comerciantes a China; demostrando las diversas capas y lo complejo que es la economía popular transnacional que se produce en estos territorios andinos.

Para tal empresa, la autora se basa en la teoría de las “economías populares”, definiendo lo popular como una expresión de Latinoamérica que, según ella, “ya no se conceptualiza como un vestigio del pasado e impedimento al desarrollo, sino como parte fundamental de la fortaleza y del ingenio de las economías contemporáneas.” (p. 15). La diferencia entre “economías populares” y el entendimiento clásico de “economías informales” o “economías marginales” está en la comprensión de estas economías a partir de su propia organización, del proceso histórico de sus sujetos en la producción de estas relaciones, una lectura que deja de caracterizarlos como simples víctimas de proyectos neoliberales. Las “formas propias” de las economías populares responden a las necesidades de estos sujetos y crean, más allá del sentido de economías para la subsistencia, formas creativas de acumulación, de mercado, de redes de reciprocidad.

Otro punto interesante sostenido por la autora es que la existencia de la reciprocidad no es necesariamente contraria a los intercambios monetarios-mercantiles. Para Müller, no podemos entender las relaciones económicas de estos sectores populares sin romper con estos antagonismos clásicos de las teorías etnohistóricas y antropológicas sobre reciprocidad. La realidad de los mercados andinos revela esta complejidad.

La obra de Juliane Müller está dividida en tres partes. En la primera parte “Hacer Mercado” la autora presenta los sectores populares, la ocupación que hacen de las calles y los conflictos con las instituciones del Estado por mayor legitimidad de sus formas económicas. En este bloque es posible ver cómo se conforman y se relacionan en los espacios políticos gremiales, evidenciando la organización colectiva de estos sectores populares. La autora señala las especificidades de estos sectores populares en la construcción de una urbanidad propia, algo que surge, también, de una reactualización de la memoria colectiva de los sujetos populares. En estos espacios existe una suerte de clúster popular, que la autora toma como representación de la heterogeneidad social de las relaciones económicas, o sea, la existencia en el mismo espacio geográfico de grandes comerciantes y de pequeños vendedores.

En la segunda parte “Circuitos del comercio”, aparecen las características de este comercio popular globalizado en sus desplazamientos hacia China – que la antropóloga acompañó desde cerca. Aquí se cuestiona la lógica del intercambio mercantil como constituido por el anonimato de sus actores y por relaciones de corto plazo. La autora presenta que la misma lógica del precio en estos espacios es heterogénea y dependiente de las relaciones establecidas entre los sujetos del mercado, relaciones muchas veces a largo plazo y totalmente personalizadas.

En esta lógica de precios como relaciones sociales, Müller presenta como ejemplo las relaciones entre “caseras” que se establecen en los mercados, una performance que evidencia la disponibilidad de los vendedores en establecer relaciones comerciales más personalizadas con sus compradores, construyendo un respeto mutuo: “’Caserito, pregunta nomás’ insinúa la voluntad de regateo y buen precio por parte del vendedor y su disponibilidad para responder a cualquier pregunta que el cliente pueda tener sobre los tipos de productos, categorías y modelos”. (p. 190).

Ya en la tercera parte “Torneos de valor”, Juliane Müller se desplaza del mercado hacia las relaciones festivas, específicamente las relaciones de fraternidades en la Fiesta Patronal para el Jesús del Gran Poder. En este apartado, la autora analiza cómo la economía y la fiesta están vinculadas y atravesadas por relaciones de compadrazgos, de reciprocidad (ayni), y de qué modo la reciprocidad evidencia procesos de reclamos de cariño. Un ejemplo importante dado por la autora son los reclamos de los fraternos hacia la falta de cariño de los pasantes en la invitación a las fiestas y con las cervezas que son ofrecidas. Estas categorías aparecen estrechamente vinculadas con los otros ámbitos de la economía presentados por Müller, revelando que al hablar de economías populares es indispensable hablar de relaciones de reciprocidad, de cariño, de construcción de espacios festivos, y que, por estas características, no dejan de ocupar una posición importante en los intercambios monetarios-mercantiles.

Esa es la economía popular globalizada propuesta por Juliane Müller.

Portada del libro “El comercio popular globalizado. Mercado, reciprocidad y acumulación en los Andes bolivianos”, de Juliane Müller.
Portada del libro “El comercio popular globalizado. Mercado, reciprocidad y acumulación en los Andes bolivianos”, de Juliane Müller.

Chryslen M. Barbosa G.

Chryslen Mayra Barbosa Gonçalves es antropóloga, doctorante por la Universidad Estatal de Campinas (Brasil) e investigadora invitada en la Universitat de Barcelona (UB). Es parte del Colectivo indianista-katarista La Curva en la ciudad de El Alto. Trabaja temas de economías de mujeres indígenas, movimientos políticos andinos y teorías anticoloniales.
El nombre JIWASA, de su columna, viene del aymara, es una de las formas de decir “nosotros”, un modo que incluye al interlocutor. Este nosotros inclusivo construye puentes posibles de luchas, de conocimientos y de historias entre diferentes pueblos y territorios. El Jiwasa es un thaki (camino o ruta) posible en la diversidad de pueblos que somos.

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