¿Cómo analizar la deuda pública y no morir en el intento?
Los últimos días se presentaron varias opiniones en relación a la deuda pública en Bolivia, donde analistas económicos, diputados e inclusive medios de comunicación vertieron su criterio al respecto, no obstante, muchos de ellos cometieron errores garrafales generando desinformación innecesaria en la población. El análisis de la deuda pública debe ser abordado con absoluta responsabilidad para evitar distorsiones en la difusión informativa hacia los diferentes agentes económicos.
Empecemos por algo sencillo, algunos medios de comunicación aseveran que la deuda pública externa del país se ha duplicado entre 2005 y 2022, sin embargo, lo que no se menciona es que el tamaño de nuestra economía se elevó poco más de cuatro veces. Como ejemplo, supongamos que una persona tenía un nivel de deuda de Bs5.000 en 2005, la cual para 2022 creció a Bs10.000, en una primera instancia parecería que es algo preocupante, empero, no se considera que dicha persona contaba con un ingreso laboral de Bs10.000 en 2005 y que ascendió a Bs43.000 para 2022.
Una situación similar ocurre a nivel nacional, Bolivia contaba con una deuda pública externa de $us4.942 millones en 2005 y aumentó a $us13.112 millones a octubre de 2022. En cambio, el Producto Interno Bruto (PIB) creció de $us9.574 millones a más de $us40.000 millones en el mismo período señalado. ¿Qué quiere decir esto? Que el país cuenta con mayores niveles de ingresos para cumplir con sus obligaciones de deuda pública sin problema alguno.
Lo anteriormente señalado nos lleva a un análisis importante de deuda pública, el cual se realiza en función al ratio de deuda pública externa en términos del tamaño de la economía, es decir, deuda dividida entre el PIB. A octubre de 2022, la deuda pública externa alcanzó un 29,9% del PIB; ¿Por qué es importante señalar esto? Muchas veces se deja de lado la historia económica de nuestro país, si revisamos el mismo indicador durante 1987 (Gobierno de Víctor Paz Estenssoro) nos encontramos con una tasa del ¡99% del PIB!. ¿Qué significa ello? Que el 99% de nuestros ingresos estaban comprometidos a pagar deuda, de igual manera, si calculamos el promedio de deuda externa en términos del PIB entre 1985 y 2005, hallamos una cifra de 67% del PIB, la cual sigue siendo elevada en comparación al dato actual.
Pero ¿Cómo sabemos si 29,9% del PIB es sostenible o no? Si revisamos los umbrales de deuda pública que sugieren Organismos Internacionales podemos apreciar que la Comunidad Andina recomienda un límite de 50% del PIB, por otro lado, el tratado de Maastricht de la Unión Europea indica un 60% del PIB. En consecuencia, Bolivia se encuentra dentro de los márgenes señalados, reflejando no solo sostenibilidad, sino también espacio de endeudamiento.
Ahora, seguramente usted señor lector ha escuchado a algunos analistas afirmar que la deuda pública total (deuda externa más deuda interna) alcanza el 80% del PIB, en mi labor como analista responsable, sin el objetivo de generar pánico, sino más bien información real en relación a la situación de la deuda pública en Bolivia, debo señalar que dicho cálculo es erróneo.
En efecto, si leemos el Manual de Estadísticas de Finanzas Públicas del Fondo Monetario Internacional, detectamos la metodología correcta de medir la deuda pública total, la cual se basa en las buenas prácticas internacionales y consiste en evitar la “doble contabilización”, es decir, se debe reducir la deuda intrasector entre entidades públicas. En ese sentido, la deuda pública total en Bolivia es en realidad 46% del PIB al mes de octubre de 2022, cifra que de igual manera se encuentra por debajo de los umbrales señalados anteriormente.
Un punto adicional que se debe considerar también al momento de analizar la deuda pública es el destino de la misma, los últimos años la deuda contraída fue canalizada para diferentes proyectos de inversión pública, los cuales tienen un retorno positivo en la economía en el mediano y largo plazo, impulsando el crecimiento económico y generando fuentes de empleo. A diferencia de la deuda adquirida durante el período neoliberal donde ésta se destinaba al pago de sueldos y salarios sin generar un efecto multiplicador en la economía nacional.
Finalmente, bajo las recomendaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, se señala que el pago de intereses por deuda interna y externa no debería superar el 3% del PIB, situación que Bolivia tiene bajo control al contar con una tasa del 1% del PIB en promedio durante los últimos años, esto reflejaría que el pago de intereses no son onerosos, es decir, bastante costosos.