Periodista argentino: La “operación fraude” se gestó en la embajada de EEUU en La Paz, seis meses antes de las elecciones de 2019
ABI.- La “operación fraude” se gestó seis meses antes de las elecciones generales de octubre de 2019 en una reunión de diplomáticos de EEUU y Argentina en la embajada estadounidense en la ciudad de La Paz, según un documento citado por el periodista argentino Franco Mizrahi, del periódico El Destape.
El periodista, entrevistado en el programa “Primer Plano”, de Bolivia Tv, dijo que, en ese encuentro realizado en el mes de abril de 2019, los diplomáticos de EEUU pidieron a sus similares argentinos que difundan dos ideas centrales: la desconfianza en las elecciones generales que tenían como favorito a Evo Morales y la noción de que podría existir un fraude electoral.
“Hablaron de la operación fraude, y justamente ese fue el detonante del golpe de Estado, ahí la importancia y relevancia del documento que ubica al gobierno de Macri otra vez con Bolivia. Tenemos el documento de abril de 2019 donde se habla de fraude”, dijo el reportero.
El documento, que según supo el portal El Destape, fue elaborado por fuentes argentinas vinculadas a la embajada en Bolivia, está fechado en mayo de 2019 e informa que en la reunión altos funcionarios de la embajada de los EEUU advirtieron que podría existir un fraude electoral en las elecciones presidenciales del 20 de octubre de aquel año. La excusa que se esgrimió fue la situación que atravesaba el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia.
El punto central de la operación surge de la estrategia que se coordinó para que la idea del fraude se propague: “Se sugirió a los funcionarios de la embajada argentina en Bolivia, que hagan conocer públicamente esta situación de desconfianza, reclamándose transparencias en el acto electoral y sobre el hipotético riesgo de fraude si no se toman medidas que garanticen que el ‘TSE’ actúe con independencia y capacidad técnica que permita evitar cualquier intento de fraude en las próximas elecciones”, indica la publicación.
El dato adquiere mucha relevancia a la luz de lo que sucedió seis meses después: en octubre de 2019 Evo Morales ganó esas elecciones por 10 puntos de diferencia, justo lo necesario para evitar el ballotage, pero la oposición (Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho) instaló la idea del fraude, con manifestaciones en las calles de Bolivia y rebeliones de las fuerzas de seguridad.
El 10 de noviembre de aquel año, Morales, cuya vida corrió serio peligro, se vio forzado a renunciar a la presidencia y exiliarse. La OEA, con un informe preliminar que fomentó el golpe de Estado, cumplió un rol central en ese proceso.
El 12 de noviembre de 2019 asumió la presidenta de facto Jeanine Añez. Por la noche de esa misma jornada viajaba a Bolivia de contrabando armamento argentino enviado por el gobierno argentino de Mauricio Macri. Era para los golpistas, ya que las fuerzas armadas y policiales se estaban quedando sin municiones para reprimir. En los días siguientes se produjeron las masacres de Sacaba y Senkata, indica la publicación.
De acuerdo al documento, la posición sobre la desconfianza en el proceso electoral en Bolivia “tendría que comprender a la embajada de Brasil, al considerar que ambos son países relevantes en la región”.
En una conferencia de prensa que realizó el 19 de julio pasado para mostrar el armamento que el gobierno de Macri envió a los golpistas y fue hallado en depósitos de la Policía de Bolivia, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, realizó una cronología del golpe de Estado. El Ministro ubicó el inicio de la desestabilización en julio de 2019. La filmina en la que mostró las distintas etapas del golpe comenzaba con un encuentro del 24 de julio de 2019. Aquel día, el subsecretario adjunto del Departamento de Estado de EE.UU. para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kevin O’Reilly, “llegó a Bolivia y se reunió con personeros de las embajadas de Perú, Argentina, Brasil, OEA y la Unión Europea e insinuó la posibilidad de un fraude electoral en Bolivia sin pruebas”, se afirmó durante la rueda de prensa, indica El Destape.
El rol de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue clave en el desarrollo del derrocamiento de Evo Morales porque un informe preliminar de esa entidad sobre el desarrollo de las elecciones de 2019 en Bolivia sirvió de anclaje a los opositores para lanzar el golpe de Estado. Las sospechas instaladas de fraude fueron las que detonaron las manifestaciones.