Consideraciones filosóficas e históricas-políticas en los espesores de la coyuntura
Consideraciones filosóficas e históricas-políticas
en los espesores de la coyuntura
Raúl Prada Alcoreza
Horizontes restringidos y horizontes nómadas
Edmundo Husserl configuró el concepto de horizonte y en plural de horizontes. Se refiere a la apertura que se da el sujeto social, dada su situación originaria y, después, condición de cambio, también de transformación. Su situación inicial estaría dada naturalmente, en la naturaleza, en tanto forma parte de su cuerpo y, a partir del mismo, de la interrelación con los demás cuerpos y cosas. El mundo físico estaría dado por el conglomerado de cosas a las que asiste con su experiencia, el mundo natural estaría dado por el conglomerado de cuerpos con los que se relaciona e interactúa, estableciendo una atmósfera de empatía, todavía no representada. El mundo animado está conformado por las vivencias experimentadas por los cuerpos en las dinámicas de la naturaleza; este mundo supone el substrato del mundo material, que es conformado por el universo de cosas, mundo material al que se accede, sin embargo, a través de los sentidos y sensaciones, es decir por los fenómenos captados por la percepción. Es entonces el cuerpo el operador, si se quiere, el constructor del mundo material, así como del mundo natural animado. La empatía, que supone el reconocimiento, es decir, el substrato de la intersubjetividad, es experiencia primordial de constitución de la subjetividad, la constitución del sujeto, tanto solipsista como social, pues no pueden darse sino de manera recíproca, complementaria y diferenciada, siendo la condición del sujeto social más abstracta que la condición del sujeto solipsista, puesto que el soneto solipsista supone vivencias originarias experimentadas en el propio cuerpo. Sin embargo, el sujeto solipsista solo es posible a través del sujeto social, pues requiere de los recursos que tiene el sujeto social para comprenderse, incluso para configurarse a sí mismo. Esta diferencia radica en que el sujeto social supone no solo la interactividad entre sujetos, empatía y reconocimiento, sino también el uso del lenguaje y la inmersión en la cultura.
El cuerpo, en tanto materia animada, que supone la interrelación corporal, además de la interrelación entre sujetos, por lo tanto, supone los ámbitos del conglomerado de cuerpos y del conglomerado de sujetos, y en tanto se trata de cuerpo humano, constituye un yo, un cogito, de manera racional, siendo la razón una facultad también del cuerpo, solo que de un nivel más abstracto, pues utiliza las dinámicas sensorio-motoras y las dinámicas pre-interpretativas del sistema nervioso, que codifica y decodifica fisiológicamente el placer y el dolor, comprende, en cuanto ser animado, el alma, que es, según Husserl, la comunidad. Hay alma en todo ser animado, por lo tanto, lo hay no solamente en el humano, solo que en el caso humano suponen la comunidad corporal y la comunidad de sujetos. En otras palabras, desde esta perspectiva compleja, no se trata una secuencia lineal de substratos y ámbitos, el material, el natural, el cultural, sino de que, siendo, el cuerpo humano el operador en esta conjunción entrelazada e imbricada de ámbitos, asistimos a la simultaneidad dinámica e integrada de los ámbitos diferenciados.
Lecciones sobre democracia
Cuando se reclaman derechos y después se atropellan derechos de otros se pierde el derecho a reclamar derechos, incluso a tenerlos. La victoria electoral otorga legitimidad, pero si se usa esta legitimidad inicial para atropellar y ejercer autoritarismo y despotismo, se pierde inmediatamente la legitimidad. También se pierde el carácter democrático del gobierno, cuando se gobierna de esta manera el gobierno se convierte en ilegítimo. Ningún gobierno es imprescindible, solo el pueblo es inmortal, parafraseando a Maximilien Robespierre.
Hay gente, dedicada a la política, de una manera deportiva, a la que le basta ponerse la camiseta para fanatizarse y ver al contrincante como a un enemigo que hay que descalificar de entrada por llevar la otra camiseta. Esta gente confunde la política con un partido de fútbol. Hay gente dedicada a la politiquería, que cree que una victoria electoral es una entrega de un cheque en blanco, entonces cree que puede hacer lo que quiera y poner la cifra que quiera; estos politiqueros, “revolucionarios” de pacotilla o, en su caso, conservadores recalcitrantes y prepotentes, confunden la política con un banco especulador y de esquilmación. Cuando se llega a esto es que la política y la democracia han muerto; sobre sus cadáveres putrefactos se ejerce el poder. Pero, lo peor de todo esto es que hay gente que vota por ellos. Cuando ocurre esto, el pueblo ha muerto, sobre su cadáver danzan los saltimbanquis.
La bribonada no es un ejercicio democrático, vale para los juegos de la vida cotidiana, pero no es un recurso propio de la política, salvo si es un tramposo el que lo practica. El tramposo confunde la política con el juego circunstancial. Estas son sus limitaciones. Tampoco la imposición forma parte de la práctica ortodoxa de la política, esta práctica de la imposición, el forcejeo, el atropello y la suspensión grotesca de las reglas democráticas forman parte de la violencia. Se trata de una costumbre patriarcal, donde se ventilan las profundas frustraciones ateridas y el resentimiento acumulado, el espíritu de venganza se deleita con saña. Esta actitud es de catarsis, nada más. No tiene alcance ni durabilidad, lo único que ha ocurrido es que se evidencian las miserias humanas. En consecuencia, la democracia desaparece para dar lugar al jolgorio provisional de las venganzas pequeñas. Esto no tiene horizonte ni provenir, es el momento en que los que perpetran estos actos cavan su tumba.
Crisis múltiple del Estado-nación y del orden mundial de las dominaciones, el imperio
En plena crisis múltiple del Estado-nación y del orden mundial, del imperio, de la civilización moderna, del sistema-mundo capitalista, tanto en su versión liberal como en su versión socialista, así como en las versiones barrocas neoliberales y neopopulistas, el poder apunta a la virtualidad, dado que no puede resolver sus problemas de legitimidad. Nada es real, en el sentido efectivo, todo se ha vuelto una construcción mediática, virtual, cibernética y adulterada, empleando instrumentos sofisticados y técnicas y procedimientos de montajes espectaculares, cuya manipulación es imperceptible. Ante este nuevo ataque de la genealogía de las dominaciones contra los pueblos, la vida y la democracia, que busca el control y la vigilancia absoluta de las poblaciones, los pueblos tienen la responsabilidad de defenderse radicalmente, de defender la vida integralmente, de defender la democracia contra el círculo vicioso del poder, su lado institucional y su lado oscuro. La guerra contra la vida y los pueblos ha sido declarada.
La política, como tal, ha desaparecido. Lo que hay es comercio, negocio y negociaciones, espectáculos mediáticos, burdos montajes, comportamientos crápulas y sobretodo cinismo descomedido. Uno de los candidatos, en las recientes elecciones nacionales, ha declarado abiertamente, sin rubor, que ha comprado su candidatura a la presidencia. Para el colmo es pastor. ¿Qué clase de religión pregona este señor? Otro candidato a la presidencia hace pública la grabación de su candidato a la vicepresidencia, donde le pide dinero por su participación. Su alianza política, que no se sabe en qué cree y qué crea, paga por la participación en sus marchas. Los partidos políticos electorales participan en las elecciones, aunque sea por un curul, para negociar en el Congreso. Los partidarios del anterior gobierno, anterior a la «transición», clientelar y corrupto, denuncian de un posible fraude electoral, cuando han sido los maestros sin escrúpulos de una serie de fraudes, al cual más escandaloso. Ahora, después de las elecciones nacionales, le toca a la “oposición”, acusar de fraude electoral. Esto no es política, es decadencia. Lo peor es que hay gente, población que vota por esta clase de personas, ejemplos del derrumbe ético y moral. Son cómplices de esta degradación generalizada y la destrucción del país. Lo grave que los medios de comunicación toman en serio esta extravagante comedia burlesca. ¿Qué clase de debate puede haber entre estas personas, antes, durante las elecciones nacionales, en las vísperas de las elecciones subnacionales?
La forma de gubernamentalidad clientelar
El gobierno de la forma de gubernamentalidad clientelar durante una década, sin contar con los cuatro años de la primera gestión, antes de la promulgación de la Constitución, no solo ha desmantelado sistemáticamente la Constitución, para servir mejor a los intereses de las empresas trasnacionales y del conglomerado de burguesías, burguesía agroindustrial, burguesía ganadera, burguesía de la hoja de coca excedentaria y de la industria de la cocaína, además de la burguesía rentista, el entorno palaciego del caudillo déspota, sino que ha intentado hacer la reforma de la Constitución, intentando liberarse de los candados puestos en temas cruciales del Estado Plurinacional Comunitario y Autonómico. Ahora, el nuevo gobierno neopopulista barroco, salido de las últimas elecciones nacionales, intenta revisar la Constitución con la excusa de modificar la elección de los magistrados. Sabemos que los agentes encubiertos de las empresas trasnacionales extractivistas y del imperio buscan modificar la Constitución para beneficio de la nueva oligarquía en alianza con la antigua, además de su servidumbre respecto a la hiperburguesía de la energía fósil que domina el mundo. La responsabilidad del pueblo y de los constituyentes es evitar esta maniobra neopopulista que, después de desmantelar la Constitución, persigue su evaporación. En defensa de lo logrado por la movilización prolongada y el proceso constituyente debemos decir y actuar: ¡No se toca la Constitución!
La inclinación a la mentira
Tienen una inclinación a mentir, sobre todo, apego a presentarse como víctimas, aunque no lo sean y más bien sean agresores compulsivos, aprovechando su condición de dirigentes o representantes. Se construye una narrativa elemental e insostenible, salvo para el imaginario de políticos oportunistas y pragmáticos. El problema radica en la decadencia política, que incluye la decadencia sindical y de los partidos, que se inventan representaciones y desprenden promesas trasnochadas incumplibles. Se trata de los nuevos perfiles de la burguesía nacional, burguesía sindical, burguesía rentista, burguesía de la hoja de coca excedentaria y de la industria de la cocaína, en alianzas intermitentes con los perfiles tradicionales de la burguesía y sus nuevas configuraciones, burguesía ganadera, burguesía maderera, burguesía de tráfico de tierras, burguesía agroindustrial y burguesía financieras. Estas burguesías locales son subalternas a la hiper-burguesía de la energía fósil, que domina el mundo. En una modernidad bizarra no es insólito que parte de estas burguesías se disfracen de “revolucionarias» para conseguir sus objetivos depredadores, que son los de la acumulación originaria y ampliada de capital, a costos excesivamente altos, la destrucción de los ecosistemas y los tejidos sociales. Llegando al control territorial perverso de los Cárteles y las mafias de toda clase, cuya consecuencia es el derrumbe catastrófico ético y moral, que deriva en la denigración humana y el incremento desmesurado de los tráficos y las tratas.
Los paramilitares de los Carteles han reiniciado su guerra contra el pueblo y la sociedad. El pueblo tiene que defenderse formando grupos de autodefensa. Defensa de la democracia, de la vida, de los bosques. Los Cárteles tienen control territorial; es menester la liberación del territorio del control del narcotráfico.
Ante este panorama apocalíptico, los pueblos deben defender radicalmente la vida, los ecosistemas, los tejidos sociales y la democracia. Lo que viene será de una dura y cruenta lucha, en plena niebla mediática y elocuencia de diatriba política. El pueblo, los pueblos indígenas, los tejidos sociales, las memorias y los saberes sociales deben prepararse a afrontar la guerra declarada del imperio camuflado, los conglomerados de Cárteles y empresas trasnacionales, apoyados por la casta política más descarada.
Un decantado correista, excanciller ecuatoriano, opina en RFI respecto a las elecciones en Bolivia, repitiendo las sandeces de los mal llamados “progresistas”, “revolucionarios” de pacotilla. Niega el escandaloso fraude electoral del 2019 comprobado empíricamente, informáticamente, estadísticamente y por la OEA. El escandaloso fraude comenzó desde el desconocimiento de la Constitución, después del referéndum, la voluntad popular, apoyándose en la tramoya leguleya que usa un argumento estrambótico, “derecho humano” de Evo Morales a reelegirse indefinidamente. El “opinador” devela su demagogia elevando a la enésima potencia su desconocimiento de la historia política reciente de Bolivia y América latina, falta saber si desconoce también la historia política reciente de Ecuador. RFI ha perdido seriedad en los análisis sobre América Latina.
Sobre el despilfarro y la década perdida
Manejaron y administraron más de 200 mil millones de dólares, se evaporaron. Las reservas internacionales acumuladas bajaron en más de la mitad; lo hicieron sin consultar al pueblo boliviano, propietario de los recursos. Tampoco rindieron cuenta de esos usos arbitrarios de los stock y flujos dinerarios. Creen que los pecados de la «transición» limpia sus demoledores pecados de la década perdida. Comienza el electo presidente con olvidos y mentiras, como sus antecesores.
El llamado de la Madre Tierra
El llamado de la Madre Tierra, su convocatoria primordial, es defender la vida. Contra los ecocidas y criminales de la naturaleza y de los pueblos. Esta gente usa argumentos trasnochados y reputados empírica e históricamente, además por la ciencia. La responsabilidad del pueblo es parar inmediato este ecocidio, etnocidio y homicidio diferido de los transgénicos, detener en el acto este crimen de lesa naturaleza. No hacerlo equivale a complicidad con el crimen organizado.
La mercantilización de los héroes
Ernesto “Che” Guevara, el legendario guerrillero, combatió toda su vida contra el imperialismo y las dominaciones burguesas locales. Un hombre de acción, comprometido con las luchas de liberación nacional, que siempre estuvo muy lejos de alagar el “cretinismo parlamentario”, como también lo denominaba Vladimir Ilyich Lenin. La decadencia política en la modernidad tardía ha terminado comercializando su figura emblemática y los “revolucionarios” de pacotilla usan como emblema de campaña electoral su imagen destacada. Esta desvalorización extrema de la trayectoria de vida revolucionaria del guerrillero legendario en los estandartes de los políticos neopopulistas muestra patéticamente el alcance de la desorientación ideológica de esta gente.