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El Casino del hambre, el nuevo instrumento del sistema financiero

Jhonny Lazo Zubieta

El hambre en un mundo caracterizado por la abundancia no sólo es una vergüenza moral, sino que es también una violación del más fundamental de los derechos humanos, el derecho a una alimentación suficiente[1]. El texto es de la FAO. Como todos los textos oficiales, es un rosario de buenas intenciones, que apuntan a una serie de factores contradiciéndose con el primer párrafo, hablan de “establecer instituciones” y el “crecimiento de la productividad agrícola”

Nada dicen de los mercados especulativos, que son la sinrazón de la economía; la vergüenza de la humanidad: los “casinos financieros”, que especulan en los mercados de alimentos básicos. El problema, como señala el grupo de economistas de ATTAC, es que cuanto más dinero vaya al casino, menos queda para financiar la actividad productiva, como se mostrará en el presente artículo.

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La lógica de los mercados clásicos, fue desplazada por las redes financieras globales que se constituyen en el eje del capitalismo informacional. Sus movimientos, como escribe Hernández, “no siguen una lógica de mercado”. El mercado sube y baja, es manipulado y transformado por una combinación de maniobras estratégicas realizadas por ordenadores. El concepto de Mercado como centro comercial ya no corresponde a la lógica que imprimió la especulación financiera; que tiene mayor complejidad “en la interacción de los flujos de capital a escala global”. Por esta particularidad, Castells afirma que estos movimientos especulativos se parecen más a un “casino global” que a un “mercado global[2].

El capital financiero especulativo es resultado de la conversión de la forma autonomizada del capital que devenga interés, en términos de Marx del “capital ficticio”. Cuando este excede cuantitativamente los límites tolerables por el funcionamiento del capital industrial; llegando, incluso a contaminar a las empresas dedicadas substancialmente a funciones productivas; lo que  constituía capital industrial se convierte en capital especulativo. “Éste, como síntesis dialéctica del movimiento de sus formas funcionales, presenta el capital especulativo parasitario como polo dominante[3]. No se trata de definiciones, ni de adjetivaciones arbitrarias; sino, de la identificación plena de fenómenos y procesos a los que se asigna determinados nombres.

Entonces, el capital que devenga interés, para la reproducción del capital productivo, pasa a actuar bajo la lógica especulativa. Además, las grandes empresas productivas combinan su actuación estándar con actividades financieras, supeditando sus estrategias a las prácticas especulativas. De esta forma, reiteramos, el capital productivo tiene su dinámica subordinada a la especulación[4]

El inglés David Harvey escribe al respecto: “Estoy, por tanto, tendiente a ver la flexibilidad obtenida en la producción, en los mercados de trabajo y en el consumo más como resultado de la búsqueda de soluciones financieras para las tendencias de crisis del capitalismo que lo contrario. Eso implicaría que el sistema financiero ha alcanzado un grado de autonomía frente a la producción real sin precedentes en la historia del capitalismo, llevando este último a una era de riesgos financieros igualmente inéditos[5].

Para diferenciar el capital productivo del capital financiero, nos remitimos al mejicano Salvador Borrego, que tiene la virtud de exponer con toda claridad, incluso temas que, de por sí, son complicados. Borrego empieza señalando que hay ciertas «verdades», que sólo lo son en apariencia. Asimismo, se nos enseña que el capitalismo nació hace tres o cuatro siglos y que es el sistema que rige al mundo occidental. En realidad «si por capitalismo se entiende propiedad privada y libre comercio con utilidades, esto ha existido siempre. Lo que ocurrió hace tres siglos fue que tal actividad se desarrolló más con el avance de la técnica.

Otra afirmación que también parece una verdad indiscutible,  sostiene que el marxismo es enemigo mortal del capitalismo, y viceversa. Sin embargo, siempre se les ha visto en relaciones cordiales, en el fondo, aunque superficialmente hayan tenido aparentes enconos. Se ha dicho que la economía marxista es la antítesis de la economía capitalista y que se excluyen en lucha a muerte: pero, constantemente el marxismo ha recibo ayuda a manos llenas, de parte de las más elevadas cúpulas del capital internacional.

Ni el capitalismo ni el marxismo son sistemas de una sola pieza, sostiene Borrego. Se componen de varios dispositivos. Entonces, para estudiar una substancia compuesta es ineludible aislar e identificar cada uno de sus componentes. Bajo el término «capitalismo» operan dos elementos distintos:

  1. Propiedad privada. Producir y prestar servicios libremente y obtener utilidades. Cultivar la tierra y disponer de ella y de su producto. Estas actividades han existido siempre, según el desarrollo de los diversos pueblos. Antes eran formas incipientes, pero con mecanismo substancialmente idéntico al de ahora.
  2. Acciones internacionales. Que manipulan la economía para obtener poder mundial. Estas acciones se abrieron paso con el «dejad hacer, dejad pasar». En segundo plano abusan quienes rebasan los límites de la lícita ganancia. Por fines políticos y/o por avaricia.

De esa manera resulta que la acción sana productiva se encuentra alterada por la acción especulativa que busca el dominio universal. Son dos tendencias que coexisten bajo el mismo nombre de «capitalismo». Por otra parte, el marxismo plantea un sistema económico que también consta de dos elementos:

  1. Propaganda para hacer creer que si el Estado monopoliza todos los medios de producción, se logrará un creciente bienestar y una alegría de vivir cada vez mejor. La renta nacional crece, en el socialismo, a un ritmo considerablemente mayor que en la sociedad capitalista.»[6]
  2. Detrás del engañoso primer punto actúa una acción monopolizadora total; es decir, la apoteosis del Supra capitalismo, ya sin mezcla de economía libre como ocurre en el «capitalismo liberal».

Así puede verse que han existido dos grandes entidades supra capitalistas. Una en Oriente y otra en Occidente. Ambas buscando el control sobre las áreas económicas, políticas, filosóficas, ideológicas, educativas. Sólo han diferido en cuanto a velocidad y táctica. El Supra capitalismo de Moscú ha pretendido – sin lograrlo – un triunfo violento y total. El Supra capitalismo de Occidente ha demostrado tener razón en que el triunfo se logra en forma gradual.

Ambos Supra capitalismos son hermanos gemelos. Por eso se ha visto desde 1917 y 1941 que Occidente auxilia a Oriente, y que éste pudo erigirse pese a la repulsión del pueblo, gracias a la protección que siempre le brindaba su hermano de Occidente. Esta es la explicación de lo que siempre se ha visto como un absurdo: que Occidente ayude una y otra vez a su pretendido «enemigo marxista«. Jamás ha existido enemistad entre la cúpula financiera de Occidente y la cúpula de Moscú. Ambos sistemas son un cáncer de la economía[7].

El Casino Global.-

Durante los años noventa la coincidencia entre la desregulación global de las finanzas y las nuevas tecnologías de la información transformaron la naturaleza de los mercados de capital, como se dijo al inicio. Por primera vez en la historia, ha surgido un mercado de capital unificado y global, que funciona en tiempo real.

Financieros internos, potentes programas informáticos y analistas financieros de la informática, sentados en los nodos globales de una red de telecomunicaciones selectiva, apuestan, literalmente, con millones de dólares El principal salón de cartas de este casino electrónico es el mercado de divisas. En 1998 se cambiaron, en promedio, 1,3 billones de dólares por día. Estos jugadores globales no son desconocidos especuladores, sino importantes bancos de inversión, fondos de pensiones, compañías multinacionales, organizadas para la manipulación financiera… El tiempo es crucial para que el conjunto del sistema obtenga beneficios. Es la velocidad de la transacción, a veces pre-programada de forma automática en el ordenador para tomar decisiones casi inmediatas, la que genera inmensas ganancias o pérdidas.

La arquitectura de las finanzas globales está construida en torno a las zonas horarias, siendo Londres, Nueva York y Tokio los que fijan los tres cambios del capital. (…)  Además, un número significativo y creciente de transacciones financieras se basan en realizar valor por la captura del tiempo futuro en las transacciones presentes, como es el caso de las futuras, opciones y otros mercados de derivados. (….) de tal modo que cabe decir, con propiedad, que el tiempo crea dinero, ya que todo el mundo apuesta con el dinero futuro previsto en las proyecciones informáticas[8].

El capital financiero, no sólo comprime el tiempo: lo absorbe y vive de él, de sus segundos y años diferidos Cada vez se sienten más las consecuencias materiales de esta digresión aparentemente abstracta sobre el tiempo y el capital. Las crisis cíclicas monetarias, que marcan la entrada en una era de inestabilidad económica estructural, ponen en peligro constante a la economía real y global, como también a las integraciones regionales. La distancia creciente entre los beneficios de la producción de bienes y servicios y las rentas generadas en la especulación, hacen que una parte creciente de los ahorros mundiales vayan a las apuestas financieras. Los riesgos en aumento de los fondos de pensiones y de las aseguradoras privadas, introducen interrogantes en la seguridad adquirida con tanto esfuerzo por los trabajadores del mundo[9].

Cada día es mayor la dependencia de todas las economías, y en particular las de los países en desarrollo, de los movimientos de capital, en las especulaciones financieras. Todo esto del “dinero fácil”, ocasiona daños fundamentales en la percepción social de la correspondencia entre producción y recompensa, trabajo y significado, ética y riqueza[10].

¿Cómo es posible ganar tanto dinero en esas operaciones financieras, que parecen no tener nada detrás de ellas? ¿De dónde sale el dinero?

La gente, ante tanto dinero ganado por los especuladores, se pregunta ¿Cómo es posible ganar tanto dinero en esas operaciones financieras, que parecen no tener nada detrás de ellas? ¿De dónde sale el dinero? En una venta o compra de un bien mueble o inmueble, cualquiera es capaz de ver claramente de dónde sale el dinero. Pero ¿cómo es posible que se pueda ganar tanto dinero comprando y vendiendo papel contra papel? El asunto no es insignificante, sino que responde a una de las grandes transformaciones económicas de nuestro tiempo.

Hasta hace una década, un inversor estadounidense o europeo, compraba, por ejemplo, la producción de café en enero del 2017, de una hacienda colombiana y más tarde colocaba en los mercados minoristas ese café cuidadosamente empaquetado. Ahora ocurre algo distinto. Cuando ese inversor dispone del contrato de compra puede ofrecer en los mercados en donde lo que se compra es el contrato en papel. Por eso se dice “papel contra papel”. Y, hay cientos de inversores especuladores, con miles de millones dispuestos a comprar papel. Porque saben, a su vez, que lo comprado podrá vender de nuevo a otros especuladores, que, a su vez, podrán venderlo de nuevo, y así sucesivamente.

“… mientras la opinión pública sigue pensando en las viejas mesas de contratación atendidas por jóvenes con camisa y corbata mirando una pantalla mientras chillan «compra» o «vende». (Hoy) la mayoría de las transacciones financieras las hacen ordenadores programados y almacenados en edificios como el nuevo centro de datos cerca de Wall Street”[11]

¿En qué consiste entonces el juego, cómo funciona el casino financiero?

“Cada una de esas máquinas rastrea permanentemente el mercado, analizando las diferentes plataformas de contratación sean éstas bolsas, mercados de renta fija o materias primas- prácticamente a la velocidad de la luz. Su objetivo es encontrar tendencias en la evolución de los precios de los activos, o anormalidades en el mercado. Por ejemplo, una acción de una empresa puede cotizar durante unos segundos un céntimo más cara en Frankfurt que en Londres. En ese caso, el ordenador compra esas acciones en Londres y las vende en Frankfurt. O puede estar lanzando constantemente órdenes de compra y venta, buscando infinitesimales diferencias de precios que es beneficio. En el fondo, es el clásico ‘comprar barato y vender caro’, pero con márgenes de decimales y en tiempos que no superan los 0,0025 segundos”[12].

Productos derivados.-

Unas veces consiste en crear productos originados unos de otros y que se van difundiendo como inversiones que son rentables simplemente por la demanda especulativa que hay detrás de ellas. Son los denominados “productos derivados”, porque su valor deriva de otros anteriores que se llaman “subyacentes”[13]. Veamos un poco más.

La industria financiera empezó a fabricar derivados (originarios de los antiguos contratos a futuros) a principios de los 80, respondiendo a la demanda de los inversionistas que buscaban alternativas a los bajos rendimientos que ofrecían las inversiones en la economía real a partir de los 70. Al principio los inversores especulaban principalmente en tipos de cambio y en tipos de interés (subyacentes). Hasta el 2004 se desarrolló lentamente, pero a partir de entonces la progresión ha sido geométrica: Algunos miles de millones de dólares en 2000, 6 billones en 2004, más de 30 billones en 2006, 600 billones en 2007[14].

Existen tres modos de obtener beneficios en los mercados financieros: 1) Beneficios obtenidos a partir de la minimización del riesgo (hedging); 2) Beneficios aprovechando las diferencias de precios entre distintos mercados (arbitraje); y, 3) Beneficios aprovechando las diferencias de precios en un mismo mercado (especulación)

Así, un derivado financiero es un instrumento financiero que «deriva» su valor de otro instrumento financiero y en particular de la variación en el valor de una o más variables como pueden ser el precio de unas acciones, el coste de una determinada mercancía – trigo, maíz, hierro, cobre, petróleo. “Una variación positiva de la variable subyacente implica una ganancia en el derivado si se juega al alza (Long) y pérdida si se juega a la baja (short). Alternativamente una variación negativa generará ganancias para las posiciones short. Permite apostar sobre la variación del precio de un producto sin necesidad de adquirir ni un gramo del mismo”[15].

 

Carry Trade.-

Otra manera de especular es a través del llamado “Carry Trade” que especula, al mismo tiempo, con las divisas y los tipos de interés. “En los años 70 se pusieron en marcha una serie de medidas económicas, en todo el mundo, con la finalidad de desregularizar el sector financiero global. Ahí se generó la estrategia especulativa del carry trade en divisas”[16]. Consiste en comprar una divisa con otra y vender ésta simultáneamente. Es decir, que el especulador se financia con una divisa y usa esa financiación para invertir en otra

“La maniobra implica tres fases. Primero se «sale» de una moneda fuerte, como es la moneda de Estados Unidos, y se apuesta por una moneda más débil, como es considerado el peso. En la segunda etapa, se invierten los pesos que resultaron de esa venta y se los coloca en un negocio con buena rentabilidad, por ejemplo la tasa. El tercer paso es recolectar las ganancias y con esos pesos, que son más que antes, volver a comprar la moneda de origen, los dólares”[17].

De esta forma, toda jugada de carry trade tiene un retorno total proveniente de dos fuentes de riesgo o beneficio. Mientras que el primero se refiere a la expectativa de lograr ganancias de capital y devengamiento de intereses en moneda local, el segundo riesgo alude a variaciones en el tipo de cambio durante el período de maduración de la inversión. Finalmente, el factor cambiario es la clave para ganar o perder en el Carry Trade; porque determina el precio de salida para cambiar los pesos valorizados por los dólares.

La titulización de Contratos de préstamos y créditos.-

Cuando una persona recibe un crédito hipotecario, firma el contrato donde el notario y lo guarda en un lugar seguro de su casa. Y cada mes, paga al banco la cuota mensual más el interés. En cambio, el banco no se limita a guardar el contrato y esperar religiosamente que el prestatario devuelva el préstamo. Para no renunciar a obtener más ganancia lo que hace es vender ese contrato. Es una operación que consiste en “titulizarlo”, es decir, cambiar el papel por liquidez.

Vende el contrato a otro banco o a otro inversor y, a cambio de papel, recibe dinero. De ese modo, sigue otorgando más créditos que, como sabemos, es lo que le proporciona beneficios y poder.

Everette Hull, define la titulización de activos como el proceso de obtención de recursos financieros mediante la emisión de valores negociables respaldados o atendidos a través de futuros flujos de tesorería procedentes de activos generadores de rentas[18]. La titulización permite a las empresas financieras o no financieras externalizar activos o derechos de cobro futuros y obtener financiación. Estos activos o derechos de cobro los adquiere de un fondo de titulización que a su vez financia la compra mediante la emisión de bonos de titulización. El proceso convierte en títulos negociables a una serie de activos que originalmente presentaban un bajo o nulo grado de liquidez. Transforma activos ilíquidos en activos financieros perfectamente negociables.

Dichos “contratos o títulos titulizados”, seguirán su rumbo en los mercados financieros, generando a partir de él otros nuevos títulos que a su vez se van vendiendo y comprando indefinidamente, dejando cada vez que se transmite una buena rentabilidad a los especuladores que lo adquieren y luego lo van vendiendo más o menos transformado en otro derivado financiero.

Para que el banco pueda conceder préstamos, escribe Torres López, necesita primero disponer de dinero en forma de depósitos. Pero puede ocurrir que el dinero líquido del que dispone procedente de depósitos le resulte insuficiente para atender la demanda de préstamos. En ese caso, el banco tiene dos opciones: endeudarse con terceros o “titulizar” algunos activos disponibles. Endeudarse significa obtener un préstamo que tarde o temprano tendrá que ser devuelto, es decir, adquirir nuevas obligaciones. La titulización permite obtener liquidez sin aumentar las obligaciones. Consiste en vender los derechos de cobro del préstamo a un tercero, a cambio de lo cual se recibe dinero que se puede volver a prestar. Esta es hoy, la forma preferida por los bancos para disponer de dinero, y así aumentar su negocio de concesión de préstamos.

Mediante este proceso el banco vende los derechos de cobro del préstamo a una entidad denominada “vehículo”. Generalmente creada por los mismos bancos o fondo de inversión,   que a su vez emite unos títulos que posteriormente venderá a otros inversores. La entidad vehículo, por su parte, emite unos títulos que generan unos intereses fijos, compuestos por las amortizaciones del préstamo, en beneficio de los inversores que los compran. Los inversores que compran los bonos emitidos por los vehículos suelen ser inversores institucionales; no inversores particulares, por dos razones fundamentales: 1) La complejidad de los bonos se convierte en objetivo sólo de agentes profesionales; y, 2)  porque las ingentes cantidades de dinero necesarias para realizar la operación – desde 100.000 euros la suscripción – impiden el acceso a particulares.

Los inversores institucionales incluyen bancos, compañías de seguros, fondos de pensiones, fondos de inversiones, hedge funds… y se caracterizan porque buscan permanentemente especular con las variaciones en el precio de los activos en los que invierten. Y, todo eso lo hacen sin mantener vinculación directa con la economía real o productiva.

La titulización de las hipotecas subprime que produjo la crisis del 2008, ha sido cada vez mayor. El 2001 se titulizaban el 46% de dichas hipotecas, mientras que en el año 2006 esta cifra alcanzaba un 75%. Los préstamos Alt-A, siguientes en la escala de riesgo y también fuertemente implicados en la crisis, eran titulizados en un 91% de los casos. En total, a lo largo del año 2006 se titulizaron hipotecas subprime y Alt-A por valor de 814.300 millones de dólares, y en total – sumando también hipotecas jumbo y prime – se titulizaron hipotecas por valor de 1,938 billones de dólares[19]. No se preocuparon por las consecuencias de posibles impagos. No analizaron adecuadamente la calidad de los contratos suscritos, puesto que la pelota pasaba rápidamente a estar en cancha ajena. Además, la mayoría de las hipotecas eran suscritas a través de los comisionistas, quienes únicamente estaban preocupados en la cantidad y no en la calidad[20].

La crisis bancaria

Cuando el negocio funciona, gano mucho dinero y cuando el negocio va mal, ¡los ciudadanos me pagan el sueldo!, puede ser el lema de los banqueros. Durante muchos años los mecanismos financieros que analizamos, permitieron a los bancos tener espectaculares beneficios que han sido, por lo general, repartidos entre sus accionistas privados. Mientras los gobiernos recortaban los presupuestos de salud y educación, porque el dinero destinados a esos dos ítems, iban a los casinos financieros.  En el año 2006, los cinco mayores bancos estadounidenses (Goldman Sachs, Morgan Stanley, Merrill Lynch, Lehman Brothers y Bear Stearns) registraron beneficios por valor de 130 mil millones de dólares, a los que hay que sumar los miles de millones adicionales en concepto de bonos y compensaciones[21].

Cuando se produce la crisis de las hipotecas subprime, en Estados Unidos; y, los paquetes de los “Títulos respaldados por hipotecas” (MBS) distribuidos en porciones por todo el mundo pierden su valor, las instituciones que habían participado en el esquema financiero especulativo, comienzan a tener pérdidas e, incluso, a declararse en bancarrota[22].

Fender y Gyntelberg, señalan que los temores sobre la estabilidad financiera volvieron a protagonizar el periodo comprendido entre fines de agosto y últimos días de noviembre (2008). Tras la quiebra de Lehman Brothers, mediados de septiembre, los mercados financieros quedaron paralizados. Conforme los fondos del mercado monetario y otros inversionistas se veían obligados a mostrar pérdidas en sus inversiones relacionadas con Lehman, aumentó la preocupación por el riesgo de contraparte en un contexto de ventas masivas de activos por solicitudes de reembolso [23].

Pero no sólo los bancos comprometidos en el casino se vieron en problemas, señala Juan Torres López. Otras entidades más pequeñas cayeron antes. 84 sociedades de crédito hipotecario quebraron entre el 1 de enero y el 17 de agosto de 2007, cuando en el año 2006 había sido tan solo 17 sociedades. La agencia que da cobertura a los depósitos bancarios – FDIC- identificó durante el segundo trimestre de 2008: 117 bancos “con problemas”. El número más alto desde mediados de 2003[24]. Estas entidades manejan activos por valor de 78.000 millones de dólares, lo que da idea del problema que se estaba generando.

El episodio de ventas generalizadas afectó a todos los activos, excepto a los más seguros. “La virtual paralización de los mercados crediticios y monetarios y el desplome de las cotizaciones bursátiles lastraron el acceso de bancos y otras instituciones financieras a la financiación y redujeron su base de recursos propios, ante la acumulación de pérdidas en inversiones valoradas a precios de mercado. Los diferenciales de rendimiento se ampliaron a niveles récord, los precios de las acciones sufrieron retrocesos históricos y la volatilidad se disparó en todos los mercados, indicando tensiones extremas en los mercados financieros”[25].

Además, los precios de los activos de las economías emergentes, igualmente  registraron descensos generalizados al transmitirse a los mercados financieros emergentes. “Ante la quiebra de confianza en una viabilidad sostenida de segmentos básicos del sistema bancario internacional, las autoridades de diversos países lanzaron una batería de iniciativas de política sin precedentes con el fin de contener el desplome de los precios de los activos y de conjurar los riesgos sistémicos[26].

Cuando todo esto empezó a ocurrir, los bancos cayeron en crisis de confianza inevitable. Nadie se fiaba de la solvencia de nadie y dejaron de prestarse entre bancos. No es que faltara entonces liquidez en los mercados, como decían los gobernantes y responsables económicos; sino, que no salía al mercado porque se había extendido la desconfianza ante el riesgo generalizado[27].

Después de la crisis de 2008, los conglomerados financieros se hicieron más grandes al absorberse unas empresas a otras. JP Morgan compró Bear Stearns; Bank of América compró Merrill Lynch y Countrywide y Wells Fargo adquirió Wachovia, entre otras operaciones similares. Según Nomi Prins los bancos se hicieron más grandes y son dos de los seis que tienen 84% más activos en EEUU[28].

La crisis llega a la economía real

Cuando los bancos advierten el riesgo y dejan de prestar, enseguida la crisis financiera comienza a afectar a la economía que tiene que ver con la inversión productiva de las empresas, con la creación de empleos, con la producción de bienes y servicios. Los empresarios empiezan a tener dificultades porque los bancos no le prestan. Muchos consumidores dejan de obtener créditos, se invierte menos, se vende menos, hay pérdidas y despidos.

Joaquín Bochaca, señala cómo la crisis financiera afecta a la economía real: “… los industriales no logran vender sus stocks cuándo y cómo lo exige el banquero, y éste ejecuta las garantías que contra ellos posee, apoderándose así, a cambio de nada, bienes reales, que pasan, de este modo, con toda la legalidad y toda la inmoralidad del mundo, a ser propiedad del banco (…) Entretanto, muchos industriales y comerciantes se han arruinado. Los precios de todos los artículos han subido; los salarios, por fuerza, también, pero menos que aquellos. Una gran parte de la sociedad, sobre todo las clases medias, se han proletarizado. El único ganador, en toda la línea, es el banquero”[29]

Así termina el “ciclo económico, inevitable” para los economistas, y comienza un nuevo ciclo. Los banqueros vuelven a poner en funcionamiento la máquina de fabricar dinero de la nada. Y, las  ovejas del “humano rebaño”, se hallan prestas a ser nuevamente trasquiladas.

Efectos colaterales: especulación petrolera y alimentaria

Cuando los inversores ven que las finanzas se han puesto feas para especular en un lugar, buscan otros mercados donde invertir y ganar especulando. El espíritu especulativo de las finanzas, los lleva a buscar el máximo rendimiento económico, con el menos costo y en el menor tiempo posible. Por eso se mueven siempre hacia los espacios financieros donde existan las mejores ganancias.

“Esta es lo que provocó el traslado de los grandes capitales desde el mercado bursátil, que se desplomó en el año 2000, hacia el mercado inmobiliario, creando de esta forma la burbuja inmobiliaria. Y esta sería también la razón que llevó a los inversores especulativos a salir del mercado de derivados financieros cuando estalla la burbuja”[30]. Los mercados apropiados son los que tengan una tendencia estructural al alza de precios. De esa manera ganar mucho dinero.

“Puesto que el inmobiliario ya no servía, los capitales se dirigieron a otros dos mercados con esta característica: el del petróleo y el de productos alimenticios. Eso fue lo que produjo subidas espectaculares en los precios del petróleo y de los productos básicos en todo el planeta ante la perplejidad de la gente y la pasividad de los gobiernos[31]. Los precios de las materias primas y del petróleo se incrementaban supuestamente sin lógica alguna, provocando al alza y la inflación, haciendo que la crisis real derivada de la falta de crédito se agudizara y, lo que es peor, provocando la muerte de miles de personas para las cuales el consumo de alimentos significa toda su renta.

Esa fuerte subida en los precios de los alimentos podría ocasionar que la cifra de 925 millones de personas hambrientas en el mundo, vuelva a traspasar el umbral de los 1000 millones (…). El alza de los precios de los alimentos “desde el 2006 al 2008, del arroz se incrementó en un 127%; del trigo, en un 136%; del maíz, en un 125%; la soya, en un 107% y la leche, en más de un 80%. Asimismo, la carne de res subió en más de un 60%, el pollo, por encima de un 50%, y de igual manera los huevos y el aceite de cocinar[32].

Los causantes de la especulación con los alimentos son: los Fondos de Alto Riesgo, los Grandes Bancos de Inversión y los Fondos de Pensiones. A diferencia de las otras especulaciones, éstos estudian variables como el clima, la demanda y las cosechas y en base a ello deciden que producto es susceptible de ser escaso y que tengan la tendencia a subir su precio[33].

En una sola transacción miles de toneladas de un producto incrementan irracionalmente su precio: “… es allí donde ejecutan sus opciones de compra al precio establecido meses atrás que es lógicamente mucho menor al precio actual, finalmente venden al precio del mercado, precio que es superior al que pagaron por las opciones de compra, quedándose con la diferencia (…) compran las cosechas de los próximos meses, no para adquirir productos agrícolas, sino para ganar dinero en la reventa posterior, y así obtener una mayor ganancia”[34].

De esta forma se establecen ganancias con los productos del suelo que aún no se han sembrado. El dinero en manos de esa gente mata, es su terrible arma de destrucción masiva. Es el instrumento con el que se está cometiendo lo que el relator de las Naciones Unidas para los problemas de la Alimentación, Jean Ziegler, calificó como “un crimen contra la humanidad”.

¿Qué hicieron mientras tanto las autoridades?

La crisis de las hipotecas basura no puede entenderse sin conocer la complicidad de los gobiernos, de los bancos centrales, de los grandes organismos internacionales y de los docentes de economía. Aparentemente los gobiernos de Bolivia, no tienen nada que ver. Sin embargo, leamos lo que sigue:

Ni en los mejores momentos del gonismo, un polémico período gubernamental que se inició en 1993 con Gonzalo Sánchez de Lozada, se aplicaron medidas tan pro capitalistas como en el actual gobierno de Evo Morales, cuyo ministro de Economía, Luis Arce Catacora, ha revelado que, a falta de capacidad de gasto e inversión, Bolivia, un país considerado entre los más pobres y necesitados de Suramérica, se ha dedicado ahora a prestar a JP Morgan y Barclays Capital los montos de 58,6 millones de dólares y 30 millones, respectivamente, provenientes de los impuestos e ingresos destinados a la inversión y al gasto y a tasas de interés que no superan el 0,2% anual”[35].

El banco norteamericano, en el que Bolivia tiene invertidos al menos 58,6 millones de dólares a una tasa de 0.15%, ha sido objeto de serios cuestionamientos por parte de la prensa internacional. El diario mexicano La Jornada publicó que JP Morgan aceptó pagar 410 millones de dólares por manipular el precio de la energía en California. Este banco también está siendo investigado por violar ciertas leyes federales en relación con la venta de obligaciones ligadas a títulos inmobiliarios de alto riesgo entre 2005 y 2007. Esto le convierte en cómplice al gobierno de Bolivia, quiera o no, está legitimando, las prácticas especulativos de los bancos JP Morgan y  Barclays.

Los gobiernos son los responsables de imponer las políticas neoliberales que provocaron la deriva de los capitales hacia la especulación financiera. Más allá que quieran diferenciar entre un gobierno de izquierda y de derecha. La práctica nos enseña que todos los gobiernos, aunque se declaren anti neoliberales, sus políticas son neoliberales. La Comisión, para establecer las causas de la crisis, creadas el 2009 en Estados Unidos de Norteamérica, en su informe señala:

“Funcionarios, políticos y banqueros son los culpables del colapso económico experimentado en 2008 en Estados Unidos (…) La crisis fue el resultado de la acción humana y la inacción, no de la Madre -Naturaleza o modelos fuera de control».”[36]. En otra parte del informe se lee

«Los capitanes de las finanzas y los administradores públicos de nuestro sistema financiero ignoraron las advertencias y fallaron en cuestionar, entender y gestionar los cambiantes riesgos dentro de un sistema esencial para el bienestar del público estadounidense». «La suya fue una gran falla, no un tropiezo.[37]» El informe también destaca las fallas «abismales» en las agencias de calificación crediticia para reconocer los riesgos involucrados en estos y otros productos.

Además, el informe señala que Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, defendió la reducción de la regulación financiera durante el boom crediticio que «dejó de lado garantías fundamentales». (…) El Banco de la Reserva Federal de Nueva York -entonces bajo la tutela del actual Secretario del Tesoro, Tim Geithner – «podría haber tomado medidas contra los excesos de Citigroup en el período previo a la crisis«[38]. Además, el documento sostiene que el manejo gubernamental de las principales instituciones financieras durante la crisis – liderado por el ex secretario del Tesoro, Henry Paulson – fue inconsistente y «aumentó la incertidumbre y el pánico en el mercado».

Y, para reforzar la idea de la culpabilidad de los gobiernos, Harry Markopolos, jefe de inversiones de Rampart Investment Management, una firma rival de Bernard L. Madoff de Boston, estuvo nueve años denunciando ante las autoridades norteamericanas el fraude de Madoff – del que se beneficiaban cientos de millonarios de todo el mundo – sin que le hicieran caso alguno[39].

Docentes de economía.-

Sobre los economistas docentes de las universidades, Torres, escribe: “Las academias se llenaban de halagos y la inmensa mayoría de los académicos repetía sus dogmas sin oír las voces críticas que advertían del peligro, sin hacer el más mínimo esfuerzo para tratar de contrastar sus tesis, repitiendo por doquier como papagayos que los mercados lo resuelven todo y que pasara lo que pasara serían capaces de garantizar siempre la estabilidad financiera[40].

Al respecto David Fernández escribe que existen vínculos entre la las finanzas y el mundo académico; por ejemplo:  Martin Feldstein, profesor de Economía en Harvard fue asesor de Ronald Reagan; Laura Tyson, profesora de la Universidad de California (Berkeley) pasó a formar parte de la directiva de Morgan Stanley; Ruth Simmons, presidenta de la Universidad de Brown, es directiva de Goldman Sachs; Larry Summers, que impulsó la desregulación en el mercado de derivados, es presidente de Harvard, un puesto que no le ha impedido ganar millones de dólares asesorando a varios fondos muy especulativos; Frederic Mishkin, que volvió a dar clases en Columbia luego de trabajar en la Reserva Federal de EE UU…”[41].

Ángel Cabrera, un español que dirige una escuela de negocios en EE UU, Thunderbird (Arizona), señala que las universidades “… han estado dando forma al sistema de valores de Wall Street, creando una «plataforma de legitimidad» para determinadas conductas. (…) Hay indicios que las cosas están cambiando, pero a un ritmo muy lento. Mucha gente ha salido del armario y en los ámbitos académicos se empieza a hablar de ética, de responsabilidad corporativa»[42].

En EE UU el sueldo medio de un profesor en una escuela de negocios está alrededor de 200.000 dólares, pero en muchos casos los ingresos totales llegan al millón de dólares gracias a los servicios de consultoría, presencia en consejos de administración, conferencias. Sobre la Universidad, Alejandro Nadal escribe: “La teoría económica también está en crisis. Y los estudiantes se dieron cuenta de ello antes que sus profesores”

Finalmente, Torres escribe: No sabemos si toda la debacle financiera se hubiera producido o no, si las autoridades hubieran actuado de otra forma menos cómplice. Pero lo que sí es evidente, que lo que ha ocurrido fue gracias al comportamiento que han venido manteniendo y a las normas permisivas que han establecido para dejar con plena libertad a los especuladores financieros.

Rescate a bancos.-

Un rescate financiero es el acto de prestar o dar capital financiero a una entidad que se encuentra en peligro de bancarrota, para salvarlo de la quiebra, insolvencia, la liquidación o la ruina, o para permitir que una entidad quiebre sin producir contagio financiero. Para que los bancos dispusieran de dinero los gobiernos y los bancos centrales comenzaron a realizar  gigantescas “inyecciones de liquidez”.

Dado que la falta de financiación amenazaba con afectar duramente a la economía real, los bancos centrales esperaban que los bancos al tener dinero suficiente en sus balances, gracias a los préstamos de los contribuyentes, se dispusieran a prestar de nuevo a familias y empresas.

Sin embargo y pese a las inyecciones de liquidez los bancos quebraban uno detrás de otro. Más tarde, propusieron que los bancos les vendieran los “activos tóxicos”. Las hipotecas basura que habían ido difundiendo por la economía. Pero, no consiguieron nada porque estaban difuminados por todo el mundo.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush el 2008, unos meses antes de terminar su mandato, planteó un plan de rescate; que consistía en la compra de los activos basura por parte del Estado. El Estado tendría la función de comprar sólo los activos basura para sanear así los balances bancarios. “De esta forma el Estado se endeuda para comprar títulos que no valen nada y así retira el riesgo de los balances bancarios, permitiendo a los bancos seguir su negocio como si no hubiera pasado nada[43].

Este plan claramente orientado a garantizar el statu quo bancario, es rechazado en el congreso de Estados Unidos. Sin embargo, la profundización de la crisis llevó a las autoridades norteamericanas a tomar esas decisiones. De este modo se produjo la nacionalización parcial o completa de las instituciones financieras en crisis. Así, el Estado adquiere derechos y obligaciones. Haciéndose responsable de las ganancias y de las pérdidas.

La realidad fue que el flujo de dinero inyectado en los balances de los bancos no fue transferido a las empresas y familias como esperaban las autoridades. Las multimillonarias aportaciones de dinero público se quedaban en los balances de los bancos, “… esperando que en momentos peores puedan ayudarles a salir de apuros, se han destinado a la compra de otros bancos en peor situación, o se han destinado al reparto de dividendos millonarios entre sus accionistas y directivos. Además, al saberse beneficiarios, organizaban suntuosas fiestas para celebrar su rescate, rescate con dinero de los contribuyentes.

¿De dónde sale el dinero para rescatar a los bancos?

Es la pregunta que se hacen todos los ciudadanos.

Según un periódico digital, un directivo del Fondo Monetario Internacional aseveró que solo en los tres últimos meses de 2008, la Reserva Federal ordenó imprimir 600.000 millones de dólares. Y más adelante se lee: Para que esta fuente de obtención de recursos sea viable, Estados Unidos tendrá que requerir su poder imperial para colocar en el mundo una moneda cada vez más desvalorada y menos valiosa[44].

Sol Trumbo Vila y Matthijs Peters, en su libro El negocio del rescate, señalan que desde la crisis financiera de 2008, la ciudadanía europea se fue acostumbrando a la idea que los fondos públicos se puedan utilizar para salvar de la quiebra a los bancos. Entre 2008 y 2015, los Estados miembros de la Unión Europea, con la aprobación y el apoyo de las instituciones europeas, desembolsaron 747 000 millones de euros en distintos planes de ayuda; además de comprometer otros 1,188 billones de euros en garantías sobre pasivos[45]. Hasta octubre de 2016, los contribuyentes  europeos habían perdido, en diversos paquetes de rescate, 213 000 millones de euros, sin posibilidad de recuperar. El monto es el equivalente al PIB de Finlandia y Luxemburgo.

Trumbo y Peters señalan que con el dinero del rescate se hubiese podido crear bancos públicos.

“… los paquetes de rescate era suficiente como para plantear la creación de bancos públicos. En algunos casos, como sucedió con la nacionalización de ABN AMRO en los Países Bajos, el Gobierno evitó de forma deliberada asumir la propiedad y el control del banco, a pesar de que, después de rescatarlo, era su titular efectivo. Los datos apuntan a que los bancos públicos son más seguros y democráticamente responsables que los privados, dos características cuya gran importancia ha puesto de manifiesto la crisis bancaria en la UE. La creación de bancos públicos podría haber sido un primer paso para fortalecer la capacidad de instituciones públicas y responsables de manejar asuntos financieros”[46].

Costes ocultos.-

A pesar de la exorbitante cifra, de los rescates, existe un coste oculto: los honorarios extraordinarios que cobran los expertos financieros que asesoraron a los Gobiernos y a las instituciones de la UE sobre cómo rescatar a los bancos. Contratos de cientos de millones de euros.

Cuatro grandes empresas de auditoría. Conocidas como las Cuatro Grandes: EY, Deloitte, KPMG y PWC. Junto a un pequeño grupo de empresas de consultoría financiera, han diseñado los paquetes de rescate más importantes y más costosos. Antes de los rescates, los bancos quebrados eran auditados de forma sistemática por alguna de las Cuatro Grandes empresas de auditoría.

“A estas empresas se las ha recompensado con más contratos, a pesar del hecho que prestaron un pobre asesoramiento y de que no dieran la voz de alarma sobre la incoherencia de los modelos de negocio y el riesgo de las prácticas que se estaban desplegando. Ahora son consideradas las principales ‘expertas’ en rescatar a los bancos quebrados”[47]. Esas Cuatro Grandes empresas de auditoría informaron una y otra vez de que los bancos de la UE, que quebraron a partir del 2008, eran seguros y  estables.

Las Cuatro Grandes no previeron ningún problema en estos bancos en los años anteriores a la crisis. Sin embargo, una serie de “deficiencias y, en algunos casos, afirmaciones erróneas” que figuran en los informes de auditoría llevaron a la UE a promulgar nueva legislación en este terreno. Esto significa que las Cuatro Grandes no proporcionaron los servicios apropiados. A pesar de ello, estos fracasos han tenido escasas o nulas consecuencias, y las Cuatro Grandes siguen obteniendo contratos”[48].

Finalmente, los autores del libro se preguntan: ¿Por qué se recompensa a empresas con un largo historial de fracasos? Una posible explicación, señalan, se hallaría en el conocido problema de las puertas giratorias en la UE, por donde antiguos directivos de las instituciones de la UE pasan a ocupar cargos de altos ejecutivos de las finanzas o viceversa. Otra, posible respuesta: son imposiciones del mundo financiero a los Gobiernos. Es como que las Cuatro Grandes fueron contratadas para investigar sus propias prácticas deshonestas.

NOTAS

[1] FAOP, Programa de lucha contra el hambre, Departamento Económico y Social. Disponible en http://www.fao.org/docrep/006/J0563S/j0563s02.htm

[2] CASTELLS Manuel, La era de la información: economía, sociedad y cultura, Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1997.

[3] ARRIOLA, Guerrero J D., La Nueva Economía Política de la Globalización. Bilbao, Servicio Editorial – Universidad del País Vasco, 2000. p. 151.

[4] Ibíd. p. 154

[5] Harvey, David (1989). Condiciones post modernas. Sao Paulo, Editores Loyola, 1992

[6] Manual de Economía Política. Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de la URSS. pp. 263 a 643. Editorial Grijalbo. (Texto en las universidades mexicanas).

[7] BORREGO Salvador, Inflación empobrecedora, deflación empobrecedora, ‘Tenazas del Supra capitalismo, 6ma edición actualizada, México D. F., 2003, pp. 6 – 7

[8] Cf. CASTELLS Manuel, La era de la información: economía… Ob. Cit.

[9] Ibíd.  p. 508.

[10] CASTELLS Manuel, La era de la información: economía… Ob. Cit. pp. 508 – 510

[11] PARDO Pablo, Las máquinas que controlan la economía. Disponible en http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/29/internacional/1293605644.html

[12] Ibíd.

[13] Inicialmente estos productos nacieron para facilitar la venta de mercancías por adelantado, sobre todo en los mercados agrarios y ganaderos, pero con la financiarización se han convertido en productos financieros principalmente objeto de operaciones simplemente especulativas.

[14] GRAY Simón y PLACE Joanna, Derivados Financieros, Centros de Estudios Financieros Latinoamericanos, México D. F., 2003, p. 10

[15] GEITHNER F. Timothy, Forex, Hedge Funds, Private Equity. Capitalismo de casino. Disponible en: http://crisiscapitalista.blogspot.com/2008/02/forex-el-casino-financiero.html

[16] VELO Fuentes Edward Joseph, Una propuesta de Estrategias especulativas de carry trade para una selección de divisas latinoamericanas, Traballo de Fin de Grao presentado na Facultade de Economía e Empresa da Universidade da Coruña, 2017, p. 6

[17] Ibíd. p. 29

[18] HULL Everette D. (1989): «The Complete Story on Securitization of Bank Assets: Part 1». The Journal of Commercial Bank Lending, November, p. 20

[19] Ashcraft, A.B. & Schuermann, T. “Understanding the Securitization of Subprime Mortgage Credit”. Federal Reserve Bank of New York, 2008. En Torres López Juan, en colaboración con GARZÓN… Ob. Cit.

[20] Torres López Juan, en colaboración con GARZÓN… Ob. Cit. pp. 44 – 46

[21] Connor, K. Wall Street and the Making of the Subprime Disaster“. National Training and Information Center, 2007.

[22] Ibíd.

[23] FENDER, Ingo y GYNTELBERG, Jacob; “Presentación general: la crisis financiera internacional induce medidas de política inéditas”, BIS Quarterly Review, December 2008

[24] Torres López Juan, en colaboración con GARZÓN… Ob. Cit. p. 58

[25] FENDER, Ingo y GYNTELBERG, Jacob; “Presentación general… Ob. Cit. p. 7

[26] Ibíd. p. 9

[27] Torres López Juan, en colaboración con GARZÓN… Ob. Cit. p. 59

[28] PRINS, Nomi. All the Presidents’ Bankers: The Hidden Alliances That Drive American Power. New York: Nation Books, 2014.

[29] Ibíd.

[30] Torres López Juan, en colaboración con GARZÓN… Ob. Cit. p. 65

[31] Ibíd. p. 67

[32] Leonel Antonio Fernández Reyna, Presidente de la República Dominicana. Discurso a la Nación desde el Hotel Jaragua. Título «Especulación Financiera, Alimentos y petróleo en los Mercados de Futuro». Diciembre del 2010

[33] GÓMEZ Álvarez Lilliam Eugenia y HENAO Sala Alejandro, El Negocio del Hambre y la Soberanía Alimentaria Soberanía Alimentaria: Un mundo Mejor sí es Posible. En https://www.webislam.com/articulos/62285-el_negocio_del_hambre_y_la_soberania_alimentaria.html

[34] Ibíd.

[35] Equipo Nizkor, El Gobierno de Evo Morales ahora le presta al capitalismo los impuestos de los bolivianos. En http://www.derechos.org/nizkor/bolivia/doc/econ5.html.

[36] La crisis financiera de 2008 en Estados Unidos «habría podido evitarse», La Comisión, para establecer las causas de la crisis 2009, En http://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/01/110127_economia_eeuu_crisis_evitable_jrg.

[37] Ibíd.

[38] La crisis financiera de 2008 en Estados Unidos «habría podido evitarse»… Ob. Cit.

[39] Torres López Juan, en colaboración con GARZÓN… Ob. Cit. p. 69

[40] Ibíd.

[41] FERNÁNDEZ David, Académicos tras la especulación. En https://elpais.com/diario/2011/05/31/sociedad/1306792801_850215.html

[42] Ibíd.

[43] Torres López Juan, en colaboración con GARZÓN… Ob. Cit. p. 73

[44] 67 “JP Morgan anuncia la compra del banco Bear Stearns a precio de saldo”. Elmundo.es, 17 de Marzo de 2008. http://www.elmundo.es/mundodinero/2008/ 03/17/economía/1205711235.html

[45] Cf. TRUMBO Vila Sol y PETERS Matthijs, El negocio del rescate ¿Quién se beneficia de los rescates bancarios en la UE? Publicado por Transnational Institute – www.TNI.org  Febrero 2017, p. 4 – 5.

[46] Ibíd. p. 7

[47] Ibíd. p. 6

[48] Ibíd. pp. 10 – 11

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